◇Capitulo O4
Su cabello perfectamente despeinado.
Sus facciones simétricas, perfectas, tenían la apariencia de haber sido moldeadas a mano propia de un artista creando una estatua.
Sus labios, que a diferencia de otros, el frio parecía pasarle por alto. Estaban rosas, y perfectos, no puedo decir lo mismo de los míos, o de la mayoría del salón. Labios quebrados y secos, pero los suyos parecían estar en medio del auge de verano.
Y por supuesto, sus ojos, énfasis en su mirar. Un mirar tan peculiar, que ni siquiera había diferenciado en esas películas de Hollywood con una enorme producción, y efectos especiales. Era ese tipo de mirar que te helaba el alma con tan solo un suspiro de su parte mirándote de igual manera. Como Tracy y como Bree dijeron: Temeraria, aniquilante. Pero otras palabras que para mi punto de vista lo describiría de igual manera: Misterioso, y fascinante.
- Muy Bien, ¿Sr. Bieber?- el chico levanto la mirada, alejándola de mi trayectoria, para ponerle atención al profesor Gamboa. - ¿Tiene algún conocimiento sobre la lengua Francesa? – puso ambas manos sobre su abdomen, entrelazadas unas con otras.
Ningún alma viviente que se encontrada en esa habitación en ese momento, no estaba mirando a Justin. Su caminar, era…. Especial. Frente en alto, pecho fuera, erguido. No se parecía al andar de nadie de… ¿Nuestra Época?
Como sea, en referencia a mis anteriores palabras, todos lo miraron expectantes, y yo como siempre la 1 en 20, lo miraba con fascinación hacia el. Tenia algo que era hechizante hacia mi persona, aunque no tenia ni la mas mínima intuición de que podría llegar ha ser.
- Naturalmente. – contesto el muchacho, el cual para ese momento, ya estaba frente al profesor. En ese instante, comenzó a hablar la lengua, con una perfección inimaginable. Yo e estudiado francés mi vida entera, y no pude entender la perfecta pronunciación de sus palabras. Hablaba en palabras muy elevadas, palabras de las que apenas tengo conocimiento. Para mi sorpresa, parecí entenderle al menos a unas 2 frases: tengo descendencia francesa, y voy a parís de vez en cuando, así que hablo el idioma.
No estaba plenamente segura de que mi traducción fuera la correcta, ya que pues pronunciaba las palabras con una gran rapidez, y fluidez.
Todos, incluyéndonos a mi y al profesor, nos sorprendió la facilidad con la que el nuevo estudiante pronunciaba, declamaba, y explicaba sus palabras, todo en francés.
El Señor Gamboa abrió sus ojos como omóplatos, al escuchar su pronunciación.
‘Bienvenido al curso Señor Bieber.’ Contesto el profesor después de el ‘pequeño largo’ discurso que el estudiante había dado.
Justin dio Media vuelta hacia la derecha, y posiciono su fría y fuerte mirada sobre mí una vez más. Esta vez, un escalofrió si recorrió mi espalda, y cierto temor me susurro al oído.
Estaba tan pendiente de ese Justin, que ni siquiera note lo que había sucedido alrededor. Justin sin quitarme de cierto modo la atención, llego a su asiento, y apenas se sento en su silla, quito su mirada de mi, y la puso sobre Mi compañero. El miro a Leo, y note como a el le daba un gran escalofrio. Lo miro de igual manera, pero no era de un modo muy amigable. Ambos se enfrentaron con la mirada, y las vibras no fueron exactamente agradables. El profesor Gamboa llamo la atención de todos al frente de la clase, y tanto Leo, como Justin se enderezaron y dirigieron la mirada hacia el frente del salón.
Mi amigo estaba tenso, y nervioso. No soltaba su mandibula, y tenia su mano cerrada en un puño sobre su escritorio. La Clase comenzó.
- ¿Qué paso allí adentro? – Salí del salón, con Leo junto. El tomo mi mochila, tanto como la suya, y la puso sobre su hombro. Yo llevaba mis libros de francés.
