Capitulo 4O – Separación o Muerte.
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Mi cabeza palpitaba, y tenía un incesante dolor clavado en mi clavícula. No quería abrir los ojos, porque no estaba segura de en donde, o con quien me encontraría... Era terrorífica la idea de los peores lugares que cruzaban por mi cabeza.
- No estoy seguro. - comentó una profunda voz. Mi piel se erizó con tan solo escucharla. - Algo me dice que sí, pero otra parte me llega a decir que estoy equivocado...
- Yo dije lo mismo. - comentó... Justin. La inconfundible voz de Justin. - Hay algo en ella que me enciende el interruptor de Quiroz, pero no en totalidad. Es como si una parte de ella lo fuera, pero por otro lado fuera alguien totalmente diferente.
- ¿Seguro que has buscado bien? - intervino una voz femenina.
- Eso... Eso espero. - Suspiró el castaño claro.
- Si no esta aquí en Brownsville, entonces tendremos que seguir en otro lugar... ¿Si sabes eso verdad? – Un penetrante silencio se escuchó, mientras que yo trataba de aparentar seguir inconsciente, aunque siendo tan pésima actriz como lo era, estaba segura de que sería cuestión de segundos el tener que ‘Despertar’. Mientras tanto en mi cabeza, trataba de hacerse un mínimo recuento de los hechos, tales como ¿En dónde estaría en aquel momento?
Sentí la mano de Justin acariciar mi rostro, suavemente, supe inmediatamente que era el ya que ninguna otra piel era como la de el, tan cálida y única, y en cuanto se rozaba conmigo, sentía como miles y miles de corpúsculos flotaban en el aire, haciéndome sentir cada vez más ligera, como una ligera pluma…
- Lo sé. – contestó Justin con la voz quebrada, mientras que yo seguía insistiendo conmigo misma en no abrir los ojos. “Quizás Justin no me lo quiera decir, pero quizás pueda escuchar algo si el piensa que no estoy consciente aun”. Concluí. – Me mataría estar lejos de ella, pero no puedo hacer más que alejarme si es necesario… - contestó, y en eso le retome el filo a la conversación: Aquella profunda y ronca voz había dicho ‘Si no es Brownsville, será otro lugar…’y en ese instante, mi corazón comenzó a palpitar rápidamente: “¿Justin se iría de Brownsville? ¿Ya no estaría conmigo…nunca?
Abrí los ojos de sopetón, con la respiración entrecortada. En ese instante Justin se quedó plasmado a mi lado. Noté también que me encontraba recostada en un sillón de piel color rojo vino, y que el único que estaba próximo a mi era mi novio, los demás a quienes había escuchado las voces se encontraban a unos metros de distancia, todos viendo a la chimenea, pero volteando apenas notaron mi reacción. Yo me incliné lentamente sobre el sillón, mientras que los presentes intercambiaban miradas unos entre otros.
Una extraña dificultad respiratoria, contenida por un punzante dolor en el pecho bloquearon mis 5 sentidos, utilizando toda aquella fuerza como para facilmente, romperme un hueso. Justin me miró preocupado, y sin importarle los expectadores a primera fila, se sentó junto a mis piernas extenidas en el sillón, y me atrajo con sus fornudos brazos a internarme en su pecho, su calido pecho. Allí, las lagrimas comenzaron a brotar con desdén y sigilosidad, tan silenciosas como una cascabel hechizada por el reflejo de la Luna Llena en alguna clase de laguna. Si la simple idea de perder a Justin provocaba aquella insesante sensacion de asfixia, ¿Que ocurriría conmigo Si en verdad se alejaba de mi? Era algo sencillamente intolerable, incalculable el sufrimiento que causaría en mi aquella simple despedida. No, no lo podía permitir.
Abrazé a Justin entre sollozos, mientras que me aferraba con mis manos en sus brazos, sin querer soltarlo, sin querer dejarlo ir jamás.
- Ya llegaron. - advirtió la voz femenina, provocando que Justin se enderezara y se pusiera rigido, nervioso. Tomó ambos lados de mi rostro con ambas de sus manos, y me dió un suave beso en la frente, mientras que me miraba profundamente.
