Capitulo 25 -
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Una vez que tenía los libros de Historia y Literatura, cerré el casillero. Era miércoles, ya había sobrevivido 4 días con la ausencia de Justin, faltaban aun otros 3. Respira Leah, Respira.
Fuera como fuera, esos 4 días no podía dejar de hacer otra cosa, aparte de pensar en Justin, y en lo que Tracy me había dicho. ¿Como es posible que Justin hubiera sabido ya que yo estaba en New York? Había pasado mis noches envuelta en desvelos, mientras que inventaba en mi cabeza un millón mas una razones por la que Justin no hubiera dicho desde el principio que ya sabía que yo estaba en la gran manzana. Entra tantas conclusiones, hubo una que me pareció mas lógica: Justin llamó a Tracy, para poder encontrar algún modo de contactarme y poder verme antes de que se fuera a New York, pero ¡Bam! ¡Hola Destino! Justin se entera de que yo ya estoy allá, entonces ya ni siquiera le quiso preguntar a Tracy, y la segunda obra del destino en esta historia fue el momento en que nos encontramos en la librería, donde el no comentó nada para que yo no pensara que estaba interesado en mí, lo cual después ambos admitiríamos. Esa parecía una razón lógica para los hechos.
Aun así, eso quitaba a Tracy de mi lista de "Puedo Contarles sobre Justin y Yo" dejando como única candidata factible a Bree. Si le decía a Tracy, ella simplemente enloquecería, o lo que es peor, estaría tan emocionada diciendo cosas como que Justin me siguió hasta haya, entre mas. Si quería evitarme el drama, así como una explicita explicación, a la única que le podría contar entonces, era Bree.
Las clases pasaron lentas, y aburridas. En literatura me sentí especialmente sola, y triste, sin Justin a mi lado para emitirme su calor corporal, inconscientemente. "Solo 3 días Leah, 3 Días".
A la última hora, nos tocaba educación física, Ja, mi favorita, acentuado sarcasmo.
Fui a los vestidores al lado de Bree y Tracy. La morena con rizos (ósea Tracy) no podía dejar de parlotear por todos lados mientras hablaba animadamente sobre una boda a la que la había invitado. Después sacó el tema del comité de baile de San Valentín de Ese año, y comentó que para subir nota, se había inscrito para ayudar. Con eso rechazó indirectamente nuestra invitación para ir al Sunrise Mall
- Deberían de inscribirse también. - Tracy se colocó de cuclillas amarrándose las agujetas de sus tenis negros. - Las dejan exentas en conocimiento para la vida.
- Trace, todos salimos bien en conocimiento para la vida. - Bromeó Bree, y yo reí. - aparte aquí nuestra compañera "SacoDiezEnTodo" - Ósea, Yo. - no necesita puntos extras, y a mí el tiempo apenas me alcanza. - se excusó mientras que el entrenador Geizi nos llamaba a las chicas a la cancha. Las 3 salimos hacia el gimnasio, y vimos la gran red de voleibol correctamente colocada. Genial, pensé con sarcasmo.
El profesor eligió a los líderes de equipo, mientras que ellos elegían a quienes querían. Obviamente primero eligieron a los mas atléticos, y ya después a los normales o torpes, donde Bree y Yo entrabamos. En cambio Tracy, ella ya estaba en el equipo de Urbina, ya que es buena sacando la pelota. A Bree y a mí nos eligieron en un mismo equipo, como serían retas, iban pasando dos equipos, y el que ganaba jugaba contra el siguiente, así sucesivamente.
Bree y yo nos fuimos a sentar en las gradas, junto con los otros equipos que esperaban a ver quién de los dos que estaban jugando en aquel momento perdía, o más bien contra a quienes se enfrentarían. Y entonces sentí una inmensa necesidad de comentarle a Brenda, el único problema, es que no sabía como empezar.
- Bree... - dije nerviosa y con la voz temblorosa. Mi amiga levantó la mirada, examinándome con sospecha. - ¿Puedo decirte algo y juraras que no se lo dirás a nadie? - ella frunció el ceño.
- Vamos Leah, ¿Quien me crees que soy? Sabes muy bien que yo si se guardar un secreto. - objetó ella. La verdad era que había dicho eso con la intensión de tener unos cuantos segundos más para poder pensar en que decirle.
Sentí como desde el fondo de la garganta, se empezaba a formar un nudo gracias a los nervios y miedos atorados, mientras que Bree me comenzaba a mirar histérica. "Solo dilo Leah, escúpelo, no es nada malo."
- Salgo con Justin Bieber. - Los ojos de Bree se salieron de sus orbitas, mientras que ya empezaba a idear como empezaría mi explicación de como era que ese chico de ojos miel y yo éramos mas que amigos...
...
- Leah... Por favor, me preocupas. - La voz consternada de Tracy llego por detrás de mí.
Cerré mi casillero, para después recargarme en el para mirar a Tracy de frente. Ella se miraba triste, preocupada, aunque no me parecía sorpresa, tenía razón, esos últimos días había estado en las nubes, pero de un mal modo, de un modo en que todo el mundo real se desboronaba con mis acciones. - ¿Que le sucedió a mi mejor amiga? - "Le rompieron el corazón." Pensé, con tristeza.
Sí, mi corazón estaba roto, pero ni siquiera sabía si había razón... era una pequeña gran confusión en mi cabeza, pero aun así me quedaba un poco de esperanza.
El día en que se suponía, Justin regresaría, no dio ni un rastro de vida. Y toda la semana paso, entre suspiros rotos al imaginarme a Justin caminar por el umbral de la puerta, y darme cuenta de que solo era parte de mi imaginación. Era como si él nunca hubiese existido, Como si se lo hubiera tragado la tierra, totalmente alejado de mi mundo... lo peor es que vivía con la duda de ¿qué le habia sucedido a ese chico? Su celular entraba a buzón directamente, y no había nadie a quien le pudiera preguntar en la escuela, ya que el no era amigo de nadie que yo conociera, era un chico solitario, por lo que las amistades no eran lo suyo, y su familia... aunque pudiera contactarla, no creo que me amaran tanto como para responderme de buen modo, al menos hablarme por más de 15 segundos. Por lo que solo me quedaba esperar, aunque la pregunta era: ¿Por cuanto tiempo? Mientras tanto, Tracy y Leo me bombardeaban con multiples preguntas sobre mi autoestima, Bree era la única que sabía la razón verdadera de mi cambio de humor repentino, por lo que ella se quedaba callada, o a veces me respaldaba diciéndoles a Tracy y Leo cosas como "Déjenla, deben de ser problemas con su padre, o melancolía por su madre, recuerden que estamos en Enero". Como quisiera estar triste por el aniversario de muerte de mi madre en lugar de por Justin...
- Tracy, no empiezes por favor... - di media vuelta sobre mis talones y caminé por el pasillo, dándole la espalda. Ella me siguió.
- Leah, basta. Me cansa verte asi.
- No le veo sentido a eso, es mi vida. - irritada, comenzé a subir las escaleras con Tracy detrás de mi.
- ¿Te estás escuchando? - se detuvo en seco, mientras que vencida, di la media vuelta quedando frente a frente otra vez. - Tú no eres la Leah que yo conozco. Jamás nos tratarías de ese modo. - noté claramente como sus ojos comenzaban a llenarse de lagrimas, mientras que dentro de mi alma una gran culpabilidad se sentía explorar en ese segundo. Pero de la nada, la vi a punto de subir la escalera. Esa chica con pelo rojizo y piel blanca como la cal, tan bella e indestructible, y la cual, habia escuchado decir a Justin, se llamaba Josephine. Jamas la habia visto si Justin no estaba cerca de ella, pero esta vez se encontraba sola. ¿Que estaría haciendo ella allí?
C O N T I N U A R A ~