Capitulo 28 -
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Había tenido que mentirle a mi papá, sobre lo de aquella tarde. Mi orgullo me decía "Dejalo Plantado, que sufra un poco", mientras que mi corazon, idiota, masoquista e ilusionado, me guiaba como un iman hacia el. Lo unico que me reconfortaba, era saber que aclararíamos dudas, y que saldriamos de aquel lugar como antes, besandonos los labios y con las manos entrelazadas.
Le inveté que iría con Bree para estudiar, y que me pasara los apuntes de aquel día; esa era la unica forma, en que el accedía sin chistar ni a regañadientes.
El autobus me dejó en la esquina de Adams entre Elizabeth, el centro de la ciudad, a unas cuantas cuadras del puente internacional Estados Unidos - México. Y allí estaba el café, concurrido como siempre. Era un negocio que empezó en Mexico, y lo pasaron a Brownsville para atraer a la clientela Estanudidense, justo al igual que paso con tacos Gordolele, o Autopartes amazon.
Caminé el corto tramo desde la esquina hasta la entrada del café, y por el cristal de la ventana a un costado de la puerta, pude verlo. Tan sereno, pero tan nervioso. Tan precavido, pero aun asi, inrompible. Simplemente perfección en un par de ojos y labios.
Cruzé la puerta, llena de valór y fuerza en mis pasos. Varias de las personas voltearon, y yó los ignoré olimpicamente. Quería ir con Justin, estamparle un beso, e irme, pero eso solo sería parte de mi imaginacion, y de allí, jamás saldría.
Justin me vió entrar, y se levantó de su silla. Me recibió serio, tan solo besando mi mejilla. Yo hize lo mismo, y después con un ademán de manos, me invitó a sentarme. No lo miré, tan solo vi a la mesa directamente.
- Buenas tardes señorita. - el mesero se acercó a nuestra mesa, dejando la carta frente a mi. Justin ya tenía una frente a su silla. - ¿Viene con algo en mente de que pedír o le dejo que léa la carta?
- Un frappe Moca, si no es molestía. - levanté la mirada, y sonreí. Justin sonrió con la corvatura del labio, como si encontrara algo un tanto "Gracioso". Yo lo miré inmediatamente,frunciendo el ceño.
- Pa-para Na-da. - tartamudeó el chico. Acto seguido, giró a Justin.
- ¿Y usted joven?
- Una botella de agua. - contestó el, sin siquiera mirarlo; sus ojos estaban ocupados viendo... Viendome a mi.
- Ya mismo vienen. - dijo el retirando Los menus de la mesa.
Justin me seguía mirando fija y descaradamente. Si fuera idiota, llegaría a pensar que nó había notado que yo estaba al tanto de sus miradas, pero si yo tambien lo estaba viendo fijamente... No se coibía, ni arrepentía de verme. Después de unos segundos, sonrió.
- Jaja. - rió bajo. - ¿No te has dado cuenta, cierto? - preguntó el, mientras que yo lo miraba confundida, provocando arrugas en mi frente.
- ¿Disculpa?
- El chico, el mesero. Lo dejaste atónito. - giré la cabeza hacia donde se encontraba el chico detras de la barra.
- Claro que no. - dije serena, y el volvió a reir. "Como amo su armoniosa risa...."
- Si. Siempre lo haces y no te das cuenta.
- ¿Que exactamente?
- Coquetear.
- ¡¿Eh?! - pregunté sorprendida.
¿Yo?¿Leah Fletcher?¿Coqueteando? Eso no podía ser posible... Según Tracy, hasta un chihuahua mojado coqueteaba mas que yo, y yo lo llegaba a creer.