CAPÍTULO 13

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Tras un buen rato pensando en el mundo de los ghouls y demás decido salir a la calle. Me pongo la capucha de la sudadera por si acaso.
Cuando salgo trato de no mirar a las personas, no quiero que me entren ganas de comérmelos...
Sigo caminando y llego al callejón, ¿seguirá ahí ese chico? No lo sé, pero tengo muy claro que no voy a entrar de nuevo, no quiero estar al borde de la muerte por segunda vez.
Continúo dando el paseo tratando de evitar los lugares muy concurridos hasta que llego al lago. Lo primero que hago es sentarme en la hierba para relajarme, después me quito la capucha para que me de un poco de aire fresco. Tengo mucho que pensar, lo fundamental es idear algo para no morirme de hambre. Tengo muy claro que la opción de matar queda descartada. El café ayuda, pero no puedo sobrevivir solo con eso, y la comida humana me va a ir debilitando poco a poco.
-¡¿Por qué es todo tan complicado?!
Genial... He dicho eso en alto...
-¿El qué es complicado?
Me giro rápidamente y veo que es Yamato, ¡menuda vergüenza!
-Eh... No... Nada... Los... Los deberes...
-Pues si quieres te puedo ayudar, tengo un rato libre.
Yamato se sienta a mi lado.
-No, no te preocupes, gra-gracias...
-Cómo quieras. Y por cierto, ¿cómo estás?
-Bien...
-Se te echa de menos en clase, todos te mandan saludos.
-Yo también os echo de menos.
-¿Cuándo vas a volver?
-El miércoles.
-Pues descansa todo lo que puedas.
-Claro. Ah, y... ¿Cómo está tu hermana?
-Bien... (Sonríe) Bueno, tengo que irme. Nos vemos.
-A-adiós...
Yamato se levanta y se va, yo me quedo pensando en nuestra conversación. Tiene que ser muy duro tener una hermana enferma, yo no soportaría ver a Hiroki así. En fin, será mejor que no piense en esas cosas y vuelva a casa.

Por el camino me cruzo con Kimi.
-¿Qué tal?
-Bien, me apetecía salir a dar una vuelta.
-A mí igual, venga, te acompaño a casa.
Asiento y ambas empezamos a caminar.
-¿Has empezado con los deberes?
-Que va, no me apetece nada.
-Te conozco Hikari, fijo que se te acumulan.
-Que no, que no, tú tranquila. Además, tengo la excusa de que estoy recién operada.
-(Ríe) Hay que ver como eres.
Ambas reímos. No sé por qué pero se me viene a la cabeza el ghoul peli-azul.
-Oye Kimi.
-Dime.
-¿Tú alguna vez has visto por el barrio a un chico más o menos de nuestra edad, bastante serio y de pelo azul?
Kimi se para.
-¿Kimi?
-Eh... Perdona, es que estaba pensando... Pf, pues no, no me suena, ¿por qué?
-No, por nada. Cosas mías.
-Ya. Bueno, volvamos a tu casa.
Asiento y continuamos caminando. No sé por qué le he preguntado, pero es que la mayoría de veces la curiosidad me puede.

Las horas pasan, yo estoy en mi cuarto pensando en como voy a sobrevivir.
-¡Hikari, ya casi va a estar la cena!
-¡Ya voy mamá!
Me reincorporo y después salgo de mi habitación. Justo cuando bajo las escaleras se abre la puerta y entra mi padre en casa, yo voy a saludarle junto con Hiroki el cual estaba sentado en el sofá.
-Hola papá.
-Hola Hikari, ¿qué tal?
-Bien.
-Hola.
-Hola Hiroki, ¿qué tal tú?
-Bien, un día normal.
-Pues yo he tenido mucho lío, menos mal que por fin he llegado.
En ese momento sale mi madre de la cocina.
-Hola cariño, ¿cómo estás?
-Cansado, pero bien.
-Pues en nada estará la cena. Chicos, ¿me ayudáis?
Hiroki y yo asentimos y nos vamos a la cocina con mamá. No sé como voy a ser capaz de comer.

A los diez minutos ya está la mesa puesta y estamos todos sentados. Yo estoy de lo más nerviosa mientras veo como el vapor sale de mi plato el cual tenía una sopa de verduras. Siempre me ha encantado, pero ahora no puedo ni olerla.
-¿Estás bien?
Hiroki me saca de mis pensamientos, yo le miro y le doy una sonrisa forzada, después asiento y vuelvo la vista al plato. Decido respirar hondo y después tomo la primera cucharada. Nada más probarlo ya siento nauseas, pero tengo que comérmelo. Tomo la siguiente cucharada y bebo agua para intentar parar las nauseas, después sigo comiendo lo más rápido que puedo hasta que por fin acabo y me bebo el resto del agua. Siento que estoy a punto de vomitar, sabe horrible.
-Vaya Hikari, veo que tienes hambre (sonríe).
-Eh... Sí papá... Eh... Vo-voy al baño un momento...
Me levanto y me voy caminando para no levantar sospechas, después miro de reojo y veo que están hablando y comiendo así que corro hacia el baño y nada más entrar vomito. No aguantaba más... Lo que está claro es que no puedo seguir así... Cada vez es peor y esto me está debilitando...
Cuando se me pasan las nauseas y todo me lavo la cara, me seco y después salgo del baño. No voy a comerme ni el segundo plato ni el postre, no lo aguantaría.
-No me encuentro muy bien... Voy a... Mi cuarto...
Mi madre se levanta y pone su mano en mi frente.
-¿No quieres que vayamos mañana al médico?
-No, de verdad que es solo la tripa, mañana estaré bien.
-Si luego te encuentras mejor te llevo algo más para cenar, ¿vale?
Asiento y me voy a mi cuarto. Necesito pensar algo ya, tiene que haber alguna solución.
Me tumbo en la cama y me pongo a pensar, quizás Tokyo Ghoul me de alguna idea, o incluso la calle, las tiendas o... O yo que sé... Pero no pienso comerme a nadie...

Unas horas después abro los ojos y veo que son las once de la noche, me he quedado dormida.
Decido levantarme y salir de mi cuarto. Seguramente ya estén mis padres e Hiroki durmiendo, a parte de que están todas las luces apagadas y no se oye la tele ni nada.
Paso al lado de la habitación de mis padres y oigo que están hablado, así que me pego a la puerta.
-Hikari está muy rara...
-Tranquila cielo, es normal después del trasplante.
-¿Y si algo ha ido mal?
-Lo dudo, el médico ha asegurado que todo está bien.
-No lo sé... Pero espero que pronto esté del todo bien...
-Ya verás que sí.
Mamá ya está sospechando... No puedo poner siempre la excusa de que me encuentro mal y mucho menos decir que soy un ghoul...
-¿Espiando?
Salgo de mis pensamientos y veo que Hiroki está ahí.
-He ido a tu cuarto a ver como estabas. Antes te he visto dormida.
-Vente.
Hiroki y yo vamos a mi cuarto y nos sentamos en la cama.
-Estoy bien, pero... ¿Tú que haces despierto? Mañana tienes clase.
-Estaba preocupado, últimamente te encuentras mal a menudo...
-Es por el trasplante y demás, pero ya verás que dentro de nada estoy tan fresca como siempre. Gracias por preocuparte.
Hiroki me sonríe y nos damos un abrazo. Él también sospecha. Ahora tengo muchísimos más motivos para pensar alguna solución. 

¿Yo un ghoul?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora