¿Yo un ghoul?

CAPÍTULO 29

Ya he llegado a casa y estoy tumbada en la cama mirando al techo. No sé como estoy ni lo que siento... Primero lo que ha pasado con Yamato y después con Ichiro... Con Ichiro me espero las discusiones e incluso me estoy acostumbrando, pero con Yamato no sé que hacer...
-¿Hikari? ¿Puedo pasar?
-(Suspiro) Pasa Hiroki...
La puerta se abre y entra mi hermano el cual se sienta en la silla del escritorio.
-¿Cómo estás?
-Yo bien, ¿por qué preguntas?
-Vamos Hikari, aunque sea el pequeño tengo derecho a saber lo que te pasa. Se ve que no ha ido bien con Yamato porque has vuelto y directamente te has ido a tu cuarto.
-No tengo ganas de hablar...
-Tú siempre estás ahí para mí, deja que yo te ayude ahora. Venga, cuéntame que ha pasado.
-Pues que Yamato me ha dicho que le gusto y que quiere estar conmigo pero yo he decidido irme...
-¿Y eso por qué? Pero si se nota un montón que te gusta.
-No es fácil Hiroki...
-A ti siempre te han gustado los retos y las cosas nuevas, ¿por qué no intentarlo?
-Esto es diferente...
-¿Por...?
-Lo siento, pero no tengo ganas de seguir hablando, estoy cansada...
-(Suspira) Tú solo piénsatelo.
Hiroki se levanta y se va. Yo continúo mirando al techo. ¿Si no me hubiera convertido en ghoul que habría hecho con Yamato? No lo sé... Debería hablar con él para aclarar las cosas, pero no me atrevo... Y encima mañana me toca salir a vigilar con Ichiro... Voy a intentar dormir un poco...

Lunes... Vigilancia... Ichiro... Pff... Anoche no pude dormir nada bien y estoy cansadísima... El camino a Kaisaki se me está haciendo eterno...
-¡Kobayashi!
Esa voz me saca de mis pensamientos, me giro y veo a Ichiro, ¿qué se supone que hace aquí si Kaisaki está un poco más adelante?
-¿Qué haces aquí?
-Es muy pronto y casi no hay nadie por las calles. Akiyama ha querido que vaya a buscarte.
-Pues no es necesario, ya te he dicho que puedo defenderme sola.
-Cómo ayer, ¿no?
Me callo ante esa respuesta y aparto la mirada.
-(Suspira) ¿Has traído la máscara?
-Sí...
-Pues venga, no perdamos más el tiempo.
Ichiro comienza a andar y yo voy detrás suya en silencio.
-Yukiko me ha pedido que te de esto.
Ichiro saca una pequeña caja del bolsillo y me la da sin tan siquiera mirarme. Yo la cojo y al abrirla veo que es un pequeño collar con una especie de adorno que parece un Kagune estilo Rinkaku. Decido ponérmelo y lo miro con atención.
-Según ella te ayudará a sacar tu Kagune. Pero dudo que esa tontería pueda ayudar.
-No es ninguna tontería. Apuesto a que a ti no te ha regalado nunca nada.
-Apuesta perdida.
Ichiro pone la mano en su cuello y saca otro colgante como el mío.
-Me lo dio al poco de conocernos. Los hace ella misma y todos tenemos uno con nuestro estilo de kagune. No sé por qué ella cree que el tuyo será así.
Ichiro guarda su collar escondido de nuevo y yo sonrío mientras toco el mío. Ambos seguimos caminando en silencio. Yuki siempre hace que me anime aun sin estar a mi lado.

Ichiro y yo, tras un buen rato caminando llegamos a una parte de la ciudad con mucha gente. Hay personas de camino a clase, otros que se van al trabajo...
-Ahora vamos a ir al primer punto clave de vigilancia. Estate atenta a cualquier cosa porque por algo es un punto clave.
En ese momento Ichiro me coge de la muñeca.
-¡¿Qué haces?!
Me suelto del agarre de Ichiro.
-Ya te he dicho que vamos a ir a un punto clave y por si no lo sabías es bastante peligroso.
-No es necesario que me agarres de la muñeca.
-¿Prefieres del cuello?
Me quedo callada y resoplo fastidiada, Ichiro vuelve a coger mi muñeca y me guía. Aun con la sudadera puedo notar lo frías que están sus manos.

Unos minutos después llegamos a un puente. No había nadie por los alrededores. Ichiro seguía sujetando mi muñeca.
-¿Puedes soltarme?
Ichiro mira mi mano y después me suelta, vuelve a mirar al frente.
-Este es un punto muy importante. Aquí los de la ABG con tanto trabajador se camuflan perfectamente, por eso es más difícil distinguirlos, también es imprescindible que uses la máscara y la capa si tienes, no pueden descubrirte. Ponte la máscara y sígueme.
Asiento, saco la máscara de debajo de la sudadera y me la pongo, Ichiro también se pone la suya y se me queda mirando finamente.
-Curiosa máscara, ¿mote?
-Taro va a decírmelo hoy. Iré a su taller cuando acabemos con la vigilancia.
-Pues ahora olvídate de todo. Solo céntrate en vigilar, tienes que tener todos los sentidos puestos.
Asiento e Ichiro pega un salto a un lado del puente y yo le sigo. Tengo curiosidad por saber trucos. La verdad es que no está siendo tan malo como esperaba, solo que el tono frío habitual de Ichiro me pone algo nerviosa.

Ambos estamos vigilando desde una esquina del puente. Ichiro me está enseñando a reconocer miembros de la ABG, ya hemos encontrado varios.
-Como ves sus trajes son todos iguales, y los maletines también, es imperceptible para la gente, pero nosotros los ghouls nos fijamos en cada detalle.
-Creo que he visto otro.
-No, ese no, su traje es un poco más claro, fíjate bien.
Miro fijamente y sí, él traje era más oscuro.
-Tienes una vista alucinante.
-Es cuestión de práctica.
Ichiro suspira, se sienta, y se quita la máscara, yo me quito también la máscara y me siento algo lejos de él.
-Por hoy ya hemos hecho bastante, tengo que admitir que aprender rápido.
En ese momento no sé por qué pero me viene a la cabeza Yamato.
-Gracias...
Sonrío triste y me abrazo las rodillas.
-No deberías dejar que te afecte ese humano, ¿cómo era? ¿Yamato?
¿Cómo sabe Ichiro que es por Yamato?
-Para estar pensando en él has sabido estar bastante concentrada.
-Yo no...
Ichiro me mira fijamente.
-Vale, sí, estaba pensando en él pero...
-No te he pedido explicaciones, no estás obligada a darlas. Y por cierto, yo que tú no me sentaría en esa esquina.
Yo miro extrañada, Ichiro se levanta y se pone al lado mía, después da un pisotón y el la plataforma donde estaba yo se tambalea, entonces me aparto rápidamente, después Ichiro se sienta a mi lado y sonríe. Espera... ¿Está sonriendo?
Le miro fijamente.
-¿Tengo monos en la cara?
Aparto la mirada rápidamente y de reojo puedo ver como sonríe burlón. Por primera vez no noto su tono frío tan marcado, simplemente es normal, e incluso parece que es algo amable.