CAPÍTULO 22

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Llego al lago y veo a Kimi y a Yamato.
Kimi se acerca a mí rápidamente.
-¡¿Pero y todo ese polvo de tu ropa?!
Miro mi ropa y veo que, efectivamente, está llena de polvo. Es de cuando me he metido en el callejón seguro.
Me sacudo rápidamente y Yamato se acerca también.
-¿Dónde has estado?
-Dando una vuelta, tranquilos, pero... ¿A qué viene tanta prisa?
-Pues Yamato y yo hemos ido a tu casa para verte pero tu madre y tu hermano nos han dicho que llevabas un buen rato fuera. Te hemos llamado varias veces pero no lo cogías a parte de que te hemos buscado por todos lados.
Yamato asiente y empieza a hablar él también.
-Pero si sales es porque estás bastante más recuperada, ¿no?
-Claro, me encuentro mucho mejor.
En ese momento le suena el teléfono a Kimi.
-Es mi madre, tengo que irme. Nos vemos. Y por cierto Hikari, trata de estar localizable la próxima vez.
Asiento y Kimi se va. Un momento... Si Kimi se va... Significa que Yamato y yo... Estamos solos... Madre mía...
-¿Quieres ir por ahí?
-Eh... Esto... Va-vale...
-Genial (sonríe).
Yamato comienza a andar y yo le sigo. En ese momento siento como si me observasen, entonces me paro y me giro rápidamente. Yamato se para también.
-¿Hikari? ¿Pasa algo?
-Eh... No... No...
Continúo caminando pero sigo pendiente de esa sensación. No sé por qué me siento tan observada...

Yamato y yo llegamos a otro parque el cual también tenía un lago pero más pequeño. He venido aquí muy pocas veces, pero es un lugar muy bonito, aunque llevo todo el camino con la misma sensación...
Ambos nos sentamos en la hierba.
-Hikari...
-Dime.
-Has estado muy rara durante todo el camino, ¿hay algo que te preocupe?
-No... Es solo que... En fin, da igual, son cosas mías...
-Sé que solo nos conocemos desde hace un par de años y que no confías tanto en mí como en Kimi pero... Somos más que compañeros de clase; somos amigos y... Me preocupo por ti... Así que si necesitas hablar aquí estoy.
Noto como me sonrojo fuertemente.
-Gra-gracias de verdad... Lo... Lo mismo digo... Y bueno, que sepas que... Confío en ti.
-Me alegro de escuchar eso (sonríe). Ah, por cierto, antes en el camino me he fijado que tienes la espalda llena de polvo, date la vuelta.
Asiento y me giro dándole la espalda a Yamato, él empieza a sacudirme la espalda y yo me noto de lo más colorada. En ese momento diviso una especie de sombra en un árbol así que me levanto rápidamente pero me escurro con la hierba y acabo callándome encima de Yamato. Ahora sí que voy a explotar de lo colorada que estoy...
-Eh... Yo... Esto... Per-perdona... Eh...
Me quito rápidamente de encima suya y Yamato se reincorpora.
-Tranquila, ¿estás bien?
-Eh... Sí... Es solo que... He visto algo y me he asustado...
-Pues venga, te acompaño a casa antes de que te asustes de nuevo.
Yamato se levanta y me tiende la mano, yo la agarro y me levanto, después tanto Yamato como yo nos quedamos mirando nuestras manos.
-No es tan difícil...
-¿Cómo?
¡Maldita sea! ¡He pensado en alto!
-Eh... Nada... Cosas... Cosas mías...
Suelto mi mano de la de Yamato pero él la coge de nuevo.
-Siempre me has parecido una chica muy interesante, cada vez que te miro estás ausente, como si pensarás en algo, también te veo cuando dibujas inconscientemente en los cuadernos. Siempre me pregunto en qué piensas, sobretodo ahora.
-Es muy largo de explicar y... En fin, vamos a mi casa que mi madre va a preocuparse.
Yamato asiente y suelta mi mano, continuamos caminando.
La verdad es que me gustaría explicarle todo... Poder hacerle entender todo... Pero es muy peligroso involucrarle, él debe de llevar una vida cien por cien humana. Y antes pues pensaba en todo esto... No es tan difícil ser amiga de un humano, porque al fin y al cabo, aunque yo sea ghoul, también tengo una parte humana...

Llegamos a mi casa tras un largo camino bastante silencioso. Me he seguido sintiendo observada, y me pregunto que o quien sería esa sombra del árbol...
-Hikari... ¿Mañana domingo podrías quedar para dar una vuelta o algo?
-Esto... Pues sí.
¡No! ¡Se me había olvidado por completo que mañana voy a aprender técnicas de lucha con Naoki y Shigeko!
-Genial, pues...
-Lo-lo siento pero... Me acabo de acordar de que tengo algo que hacer... ¿Puede ser otro día?
-Claro, sin problemas. Bueno, nos vemos.
-Adiós...
Yamato se va y yo me quedo mirando, después entro a casa, mi madre va hacia a mí rápidamente.
-¡Pero Hikari! ¿Dónde estabas? Me tenías preocupada, y a tus amigos también.
-Tranquila, he estado con ellos. Es que me he ido a dar una vuelta y se me ha pasado el tiempo volando.
-Pues tu hermano se ha ido al descampado a jugar a béisbol con un amigo suyo, ¿te importa ir a buscarle para que venga ya a comer?
-Claro, ya voy.
-Gracias cielo.
Mi madre me da un beso en la frente y salgo de nuevo de casa.
Voy por la calle pensando en Yamato y demás cuando de repente me agarran el brazo, veo que estoy en un callejón, me giro y veo a Ichiro con su máscara, doy un respingo del susto. ¡¿Qué se supone que hace?!
Veo como se quita la máscara con una mano mientras que con la otra seguía sujetando mi brazo.
-¡¿Qué se supone que pasa?!
-Mira Kobayashi, te dije que no me fío de ti.
-¡¿Qué se supone que he hecho ahora?!
-Tú relación con ese chaval nos va a traer muchos problemas.
-¡Por eso me sentía observada cuando estaba con Yamato! ¡La sombra que vi eras tú! ¡¿Quién te ha dado permiso para decir que Yamato va a traer problemas?! ¡¿Y por qué me espías?!
-Los ghouls no podemos tener relación con los humanos. Tú todavía eres una inexperta, ¿qué pasaría si es un miembro de la ABG?
-Conozco a Yamato desde hace dos años y somos amigos, confío en él.
-Mantén a tu novio fuera de nuestro mundo.
Ichiro cada vez agarraba más fuerte mi brazo y yo estoy más y más rabiosa.
-¡Yamato no es mi novio! ¡Y tampoco voy a alejarle de mí! ¡Se puede convivir con un humano, yo al menos puedo!
-Tú estás entre dos mundos. No eres como yo.
-Y me alegro de que sea así.
Me suelto del agarre de Ichiro de un tirón y me voy de allí hecha una furia. ¡¿Quién se ha creído que es?!

¿Yo un ghoul?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora