CAPÍTULO 9

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No... No... No... No puedo hacerlo... No puedo...
-Hi-Hikari...
-¡Aguanta Hiroki!
No puedo comérmelo... No... Es mi hermano... Pero acabo de hacerle daño... Hay sangre por todos lados... He acabado con mis padres... No puedo hacer lo mismo con él... No...
-¿Qué has hecho Hikari? ¿Por qué...?
-¡Kimi! ¡Ayúdame!
-Te has comido a tus padres... Vas a hacer lo mismo con tu hermano... También has acabado con Yamato... No puedo confiar en ti... Ya no...
Yamato... Papá... Hiroki... Mamá...
-¡No! ¡Kimi! ¡No me dejes sola!
-Es lo mejor...
-¡No!
Kimi... Por favor... Espera... No... Yo no quería... No quería hacerlo... ¡No!

-¡No!
¿Qué...? ¿Qué ha pasado...? ¿Dónde estoy...? ¿Papá...? ¿Mamá...? ¿Yamato...? ¿Hiroki...? ¿Kimi...?
Miro a los lados y veo que estoy en la habitación del hospital... Todo ha sido una pesadilla...
En ese momento la puerta se abre y entra la enfermera.
-¡Hikari! ¿Qué ocurre? ¿Estás bien? Estaba por los pasillos de guardia y te he escuchado gritar. Además que éstas muy agitada y sudorosa.
-Ha-ha sido un-una pesadilla... Estoy... Estoy bien...
-¿Seguro? ¿No quieres que avise al médico?
-No... De verdad que solo ha sido una pesadilla...
-Está bien, entonces bebe un poco de agua y relájate, estás demasiado agitada.
Asiento y la enfermera se va, yo me dejo caer en la almohada y miro al techo confundida... Sé que ha sido una pesadilla, pero era demasiado real... Toda esa sangre... Mis seres queridos muertos por mi culpa y Kimi dejándome sola... No quiero que ocurra eso... No quiero...
Contengo las lágrimas y me levanto para ir al baño. Cuando llego me echo agua y al mirarme al espejo veo que está allí... Ese ojo... No... No voy a comerme a nadie... No voy a matar a nadie... No puedo hacerlo... No quiero...
No aguanto más y me echo a llorar, no quiero ser un ghoul... No quiero ser un monstruo... No quiero que nadie muera por mi culpa... Necesito respuestas... Necesito ayuda... ¿Pero dónde puedo encontrarla...? ¿Cómo sabré si estoy tratando con un ghoul?
Decido salir del baño y me pongo una sudadera y después la capucha, tengo que tapar este ojo hasta que encuentre una forma de controlarlo.
Salgo de la habitación con cuidado de que nadie me vea y voy sigilosamente por los pasillos los cuales están muy oscuros y por suerte a estas horas de la noche no hay nadie.
Tras un rato buscando encuentro lo que quería; el carro de las enfermeras. Me agacho y busco entre los cajones del carro. ¡Bingo! Aquí está. Saco un rollo de vendas y me lo guardo en el bolsillo, después vuelvo rápidamente a mi cuarto.
Una vez allí me meto al baño, me quito la capucha y saco las vendas del bolsillo, luego arranco un trozo largo (es increíble la fuerza que tengo ahora) y lo enrollo alrededor de mi cabeza tapando mi ojo derecho, esto me servirá hasta que vuelva a la normalidad. Le doy a la venda unas cuantas vueltas y finalmente hago un nudo que queda detrás de mi cabeza para después poner el flequillo por encima de esa venda. Bien, esto por el momento me sirve.
Guardo las vendas de nuevo en el bolsillo, me pongo la capucha y salgo del baño, creo que lo mejor será dar una vuelta para no pensar en el ojo ni en nada relacionado con eso.
Salgo de la habitación y voy por los pasillos estando muy atenta de que nadie me vea. Es raro llevar una venda como si me hubiesen operado un ojo, pero no me queda otro remedio.

Ya llevo un buen rato caminando y por suerte no me he encontrado con nadie. En ese momento paso al lado de una habitación la cual tenía la puerta entreabierta, me asomo un poco y veo que es un hombre muy mayor conectado a un montonazo de máquinas... Me da mucha pe...
¿Qué...? ¿Qué está ocurriendo...? No, no, no, no, no... Estoy notando un impulso... No... No puedo comérmelo... No... Hikari, contrólate... No puedes hacerlo...
Salgo corriendo de allí y me vuelvo a mi cuarto en el cual me encierro y me siento en el suelo pegada a la puerta mientras me agarro la cabeza con las manos... Tengo hambre... Mucha hambre... Necesito comer... Pero no puedo comerme a nadie... ¡Ya sé! Comeré de nuevo una chocolatina. Sé que no debería hacerlo, pero es la única forma de parar el impulso... Me acerco a la mesita de al lado de mi cama y abro un cajón del cual saco una chocolatina. La abro y después me quedo mirándola unos segundos... Esto es asqueroso... Voy a acabar vomitando enseguida... Pero tengo que hacerlo...
Muerdo y trago lo más rápido que puedo. El sabor es horrible y cada vez me entran más náuseas, pero tengo que comerme esto si no quiero acabar con la vida de alguien...
Cuando me acabo la chocolatina me bebo el vaso de agua de un trago pero aún así tengo muchísimas náuseas... No aguanto más...
Me levanto y voy al baño, nada más llegar vomito sin parar. Es horrible... Es demasiado asqueroso...
Cuando se me pasan las ganas de vomitar me quito la venda y me lavo la cara. Después me miro al espejo y por suerte ese ojo ha desaparecido... No puedo seguir así toda la vida... Tengo que pensar algo cuanto antes... Tengo que encontrar a más ghouls...
Tengo que encontrar una forma de controlarme... Tengo mucho que hacer, pero voy a hacer lo que sea por no hacer daño a nadie. Me niego a matar a personas inocentes, a mi familia o a mis amigos. Si descubro de que ghoul es el trozo de hígado que llevo voy a matarlo... Va a ser lo único que mate... No sé como es posible que ese trozo de hígado haya llegado a mí, pero voy a descubrirlo. Mañana voy a intentar encontrar a algún ghoul, ¿cómo? Pues no lo sé, pero lo haré. Necesito respuestas a todas mis preguntas...

¿Yo un ghoul?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora