Grace

Capitulo Dieciséis

Hou'oli la ha es Feliz Cumpleaños en hawaiano.
Diario de Grace

LOS MARTES trabajaba el primer turno, lo que felizmente significaba que no tenía que cerrar. Lo mejor es que ese día nos pagaban. Me alegro que Grace y yo hubiésemos comprado comida antes, ya que era demasiado riesgo sacar comida esos días. El señor canalla había ido a dejarnos nuestros cheques cosa que siempre hacía de mala gana, y luego se quedó para asegurarse de que estuviéramos ganándonos el sueldo. Justo antes de salir me metí el cheque doblado en el bolsillo del pantalón. Cuando llegué a casa Fui directamente atrás. Grace leía negro como yo.

—Entonces, con respecto a mañana - dije.

—¿Mañana qué? -supuse que le gustaba oírme decirlo.

—Tu cumpleaños...

—¿Podemos volver a escaparnos? - sonrió.

—Será mejor que no. Pero haremos una fiesta. ¿Cuál es tu pastel favorito?

—El de chocolate.

—Entonces será de chocolate ¿Quieres algo más?

Ella sacudió la cabeza.

—Solo pastel.

—Será divertido. Invitaré a Joel. ¿Estas de acuerdo?

—Sí.

—Es decir, si no...

—No, es lindo - sentí una punzada de celos.

—Bueno, le preguntare si quiere venir.

—Muero de ganas.

Después de un momento dije:

—Bien, será mejor que entre a casa antes de que mis padres se pregunten dónde estoy.

—Buenas noches Eric.

—Buenas noches.

Al salir Pensé en cuanto me gustaba como pronunciaba mi nombre. Avancé por el camino de entrada hasta adelante  y entre por la puerta de la calle. Papá y mamá estaban en la sala, mi madre leía la revista look y Mi padre estaba en su sillón viendo Los Beverly hillbillies.

—Hola, cariño -dijo mi madre.

—Hola -me senté en el suelo junto a ella para ver televisión. Durante el comercial mi madre preguntó:

—¿Qué tal tu día?

—No hablen tan alto, esta el comercial de Buick - dijo mi padre.

—Lo siento -dijo mamá.

—Bien - dije en voz baja.

—¿Qué aprendiste en la escuela?

—Nada -Es la respuesta estándar que todos los días  millones de niños dan a sus padres, y ningún padre la ha cuestionado antes, aunque está parecía una de las pocas que era técnicamente cierta.

—Mira eso -dijo mi padre-. El Elctra de Buick del próximo año. Es el futuro del automóvil -hablaba como si acabará de tener una experiencia religiosa, y tal ves así era.

—¿Crees que podrías cambiar mi cheque hoy? - pregunté a mi madre.

—Es demasiado tarde. El banco ya cerró. Tendré que hacerlo mañana durante mi descanso. ¿No quieres que te lo deposite en tu cuenta de ahorros?

—No.

—¿Por qué?

—No lo sé. Es bueno tener algo de efectivo a la mano.

—Has sido un buen ahorrador
No pierdas la costumbre.

—Deberías de ahorrar para comprar una de esas bellezas - dijo mi padre, aun comiéndose el Buick con los ojos —. Que maravilla.

Mi madre sacudió la cabeza.

Saque el cheque de mi bolsillo y se lo entregue a mi madre.

—Me voy -dije.

—¿Tienes tarea?

—Eh, no. Hoy no.

Fui a la cocina y me preparé un vaso de ovaltine, después me fui a mi dormitorio. Las luces estaban apagadas. Cuando me metí en las mantas, Joel, que a las 8  ya solía estar dormido, preguntó :

—¿Dónde estuviste hoy?

—En el trabajo.

—Antes.

—En la escuela - vacilé.

—No, no es cierto.

—Sí es cierto.

—Los mentirosos se van al infierno.

—No estoy mintiendo.

Hubo un silencio, después la voz de Joel se suavizó.

—No se lo diré a nadie.

Solté la respiración.

—De acuerdo, falté a la escuela. ¿Satisfecho? - no dijo nada - Pero¿Cómo lo supiste?

—Te espere en la parada del autobús. Quería comprar una malteada o algo así.

—Ah.

—Pasaste todo el día con esa  chica.

—¿Tienes algún problema con  eso?

—No - dijo.

La tristeza en su voz me hizo sentir mal.

—Mañana haré una fiesta de cumpleaños para ella. Quiere que vayas.

—¿En serio?

—Eso dijo.

—Me lo pensaré - ninguno de los dos hablo durante un minuto, luego Joel preguntó-. ¿Tú quieres que vaya?

—Por supuesto.

—Me lo pensaré.

—Voy a comprar un pastel de chocolate de Heller's.

—De acuerdo. Me lo pensaré.