El juego de las gemelas

Mensajes de texto

Llamar a sus padres y decirle que iban a quedarse en casa de Riley para poder ponerse al día con algunas cosas, aunque ayudo que Noah hablara con los guardias (sus amigos) para mentir a sus padres sobre el incidente de ese día, fue difícil.

Keira se tuvo que calar la regañina de Kiara que estaba molesta con ella por exponerse así, por correr… pero la comprendió al final. No se puede sobrellevar fácilmente que tu mejor amigo y casi novio te haya apuñalado por la espalda con alguien que creías tu amiga. Kiara abrazo a Keira por mucho rato y le susurro palabras dulces en el cabello, mientras la dejaba llorar, al final las dos acabaron llorando y Riley con ellas.

Riley siempre comprendió más a las gemelas que las demás chicas del círculo dorado. Ahora veía que siempre tuvo razón, las gemelas tenían una vena buena… y todo era un juego de fachadas. El teléfono celular de ambas sonaban sin parar, los apagaron y escondieron bajo el colchón de Riley y procedieron a hacer algo que no hacían desde niñas: ver películas de terror, comer palomitas, golosinas… Y así fue como las gemelas Douglas consiguieron a una amiga fiel e ideal que nunca vieron por estar tan metidas en sus papeles. Se dieron cuenta que todo el mundo necesitaba a alguien con quien no fingir, sin importar que te lastimaran. Era un riesgo que valía la pena correr.

Cuando Kiara y Riley se quedaron dormida en una de las películas, tomo el celular secreto y lo encendió. Encontró 55 llamadas perdidas. 15 mensajes. 10 mensajes de voz. Abrió el buzón de mensajes de texto y vio desde de Lander, Ginger, Matt, Austin, Britney… y Ian. Ese fue el que abrió, al leerlo no pudo evitar sonreír:

Eres como esas chicas misteriosas que te atraen como polillas. ¿Podemos vernos un día de estos? Entiendo sino quieres…

Respondió:

No soy tan misteriosa, Ian. Me encantaría volver a verte, así que solo deberíamos plantear día, lugar y hora, británico.

Le dio a enviar y sintió nervios porque el chico descubriera su identidad. Tan solo tenía que poner en Google: Keira y saldría el Douglas completando. Los nervios la carcomían pensando en el hermoso británico alejándose de ella. A su mente le vinieron unos ojos verdes con motas amarillas, Matt Blake. ¿Qué diablos? Sacudió la cabeza, ese cabezota era otro Cameron de seguro. Austin Blake parecía más el tipo de Keira, entonces porque le gustaba el peor de los dos hermanos. ¡Y una mierda, Keira! ¡Deja de pensar en ese tipo! Si algo sabía Keira que le gustaba Ian, le atraía Matt y tenía el corazón magullado por Lander. ¿Cómo olvidas a tu mejor amigo, que era tu tipo de chico… y al que comenzabas a amar como más que amigo? Keira no tenía ni la mínima idea pero quería intentarlo. Le lastimaba pensar que su… que Lander no la quisiera como ella pensaba. ¿La estaba utilizando? ¿Por qué la engaño? Era la última persona que pensó que la lastimaría.

Entro al baño, se sentó en una esquina y comenzó a pasar fotos de él y ella. Así era de masoquista. Keira aún no tenía su primer novio… pensó que Lander sería un perfecto primer novio. Alguien con quien aprender, con quien ser feliz, su primer chico… pero se equivocó.

¿Cuántas veces te puedes equivocar? Al parecer Keira Douglas era una experta en ello. Aquellas fotos removieron su ser… por lo que abrió los mensajes de Lander y los leyó:

Lo siento. Lo siento, Kei. Déjame explicarme, por favor. Te amo, no me alejes.

Responde, Keira. Te lo ruego de rodillas, déjame explicártelo y después puedes decidir si me quieres lejos.

TE AMO. Aunque no lo creas, no quería hacerte daño… fui un idiota, Kei. No quiero perderte.

Tomo valor y le respondió: