Dulce Sabor a ti (Miley Cyrus & Justin Bieber) Jiley |HOT|

Capítulo 24.

Miley POV   

Vamos caminando tomados de la mano por un centro comercial fuera de la ciudad. Todo es perfecto mientras tenga a Justin a mi lado. No queríamos correr el riesgo de ser vistos por Tish y Jeremy ya que ellos también andaban de compras. Aunque vernos juntos, no era algo fuera de lo común, sí  no que ambos no parabamos de darnos besos y hacernos cariñitos.

—Mi amor, tenemos horas y horas aquí ¿no crees que ya es suficiente? mira todo lo que compramos.

—¡Espera! —y ahi fue cuando ví. Una tienda Victoria's Secret.

—Yo sé que te verás como una Diosa con todo lo que está ahí pero mejor espero verte con ellos puestos., así que te espero aquí.

—Mi amor no me dejes sola, acompáñame. no me digas que te da pena.

—Claro que no, pero...

—Pero nada. ¡ven! —dije prácticamente arrastrándolo. No me hubiera molestado ir sola, pero tenía una descarada fantasía en mente. Y este se me hacia el lugar perfecto para llevarlo a cabo. Después de un tiempo, me acerqué a Justin, quien se encontraba sentado en un sillón. Tenía unos cuantos pijamas sexy y otras más comodas en mano.

—Bien! ¿ya terminaste?

—Creo que sí, pero aún falta probármelas —Justin suspira.

—Amor mío, bella y hermosa, sabes cual es tu talla ¿no? Aunque no lo fuera, todo se te viera fantástico.

—¡Justin! ¿qué tal si no me quedan? —sonoreí— no me tardo —digo caminando hacia los vesstidores.

Justin POV  

Por el amor de Dios que no salga a mostrarme nada. Temo no poder controlarme.

Miré a mi alrededor, no había mucha gente, pero lo suficiente. Esperé ansioso a que Miley terminara. De pronto noté como una mujer alta de cabello me miraba muy sonríente. Que descaradas son las mujeres, obvio que no estoy aquí solo. Me imagino que eso, ella lo sabrá. Le devolví una leve sonrisa por cortesía.

«—Hola —volteé hacia ella y la miré extrañado.

—Hola —dije algo serio.

«—Me llamo Vicki «dice sonríendo coquetamente.

—Ah —su belleza era innegable, pero yo solo tenía ojos para mi amada.

Después de tanto tiempo de luchar por su amor no iba arriesgarla por nada, ni nadie, especialemente por una ofrecida que de seguro sabía muy bien que yo venía acompañado

—Justin ¿qué te parece? —pregunta Miley modelando un pijama bastante provocativo, y aun tenía puesto los tacones. Mi rostro se iluminó, reconfirmando que no existia otra mujer para mi. Miley era todo lo que necesitaba: guapa, juvenil. y capaz de encender mis más candentes deseos. Me puse de pies y caminé hacia ella.

—¿Qué es lo que buscas eh? —pregunté rodeando su cintura.

—No sé de que me hablas Biebs.

—Vamonos ahora —dije mirando con lurjuria por el valle de sus senos.

—Todavía me falta probarme...

—Miley.... ahora —dije con voz firme y negando con la cabeza. Ella sonríe y mira a nuestro alrededor.

—Si no puedes esperar, pues sabes lo que tienes que hacer —se aleja, dirigiéndose nuevamente hacia los vestidores pero antes de entrar, se voltea y mirándome fijamente, se humedece los labios despacio y sensualmente. Suspiré para acercarme. Pero las voces de dos mujeres quienes se encontraban conversando, me detienen. Esto es una locura.  La imagen de ella en ese pijama se quedó clavado en mi mente, haciendo que mi sangre hierva y mande impulsos electricos a mi miembro.

¡Al diablo con todos!

Me acerqué al vestidor. No tenía puerta, sí no una cortina que llegaba hasta el piso. No había forma de saber que habían dos personas allí. Al menos que nos escuchen. Pegué mi cuerpo hacia la cortina.

—Miley —susurré— Mile... —antes de que pudiera terminar la frase, ella saca una mano y toma mi ya endurecido miembro, jalándome hacia dentro— ¡estás loca! —dije negando con la cabeza.

—Tal vez —murmura, rozando sus labios contra los míos.

—Eres única —nuestros labios se unen en un beso apasionado. Abracé su cuerpo con desesperación, abrió los labios un poco para dejarle paso a mi lengua. Al separarnos sonreímos.

—Me acuerdo que habías dicho algo sobre.... —la callé  con otro beso, deslizando las estiras de su pijama. La prenda cayó al suelo. Quedé hipnotizado con su cuerpo desnudo, Ya que únicamente llevaba puestos los tacones. Parecía una diosa.

—Eres increíble. Te amo —la besé con pasión, y con una mano la acariciaba. Miley gimió, cerrando los ojos, al sentir el tacto de mis dedos, deslizándose contra la miel de su feminidad. Estiré los dedos y me los acerqué a los labio mirándola fijamente a los ojos.

—Su respiración se hacía más y más dificultosa. Y sin querer, gritó.

—Perdón —murmura con la respiración agitada. Pero no me detuve. Sabía que ella estaba a punto de llegar y empezé un jugueteo con su perla, pasando la lengua y mordisqueando suavemente. Ella comienza a jadear mas fuerte, sus piernas temblaban al igual que su cuerpo— Justin no puedo, voy a gritar —procedí en subir una mano hacia su feminidad, y la acaricié. Sus gemidos ahora eran más fuertes— Justin —grita desesperada. Subí rápidamente y la besé en un intento de ahogar sus gritos, pero aun seguía acariciándola con los dedos. Hasta que por fín soltó un fuerte gemido entre mis labios, explotando en un orgasmo desgarrador.

—Las cosas que hago por ti —besé sus labios tiernamente.