Siento como si muchos cuchillos se me fueran clavando en el pecho, de repente no pudo respirar y tengo que sentarme en el banco otra vez, los sollozos que comienzan a escapárseme suenan muy dolorosos, pero por suerte nadie puede oírlos, el parque del colegio está desierto.
Creo que lloro silenciosamente sin lágrimas por cinco largos minutos y cuando levanto la vista veo a mi mejor amigo de pie a unos metros observándome, pero hay algo que no está bien con él, sonríe con una mueca burlona y sus ojos no son del bonito color castaño que siempre han tenido, ahora son negros. Entonces mi vista se aclara y la persona ya no es más mi amigo, sino X, sí, el tipo encapuchado.
Estoy muy segura de que mi cara refleja el terror que siento y comienzo a correr hacia mi aula. Mis piernas suben como un tren bala las escaleras y entro al salón de clases empujando bestialmente la puerta. Ésta choca contra la pared y por poco no se sale de sus goznes cuando la vuelvo a estampar con ferocidad para cerrarla.
Mi profesora de historia me mira abriendo mucho los ojos, es indudable que no se ve a una alumna entrando así a una sala todos los días pero antes de que me diga algo me disculpo y voy directo a mi banco sintiendo millones de miradas rayo láser puestas sobre mi nuca.
Estrello mi mochila contra la silla y la arrastro estruendosamente hacia atrás para sentarme, mas miradas sobre mí. De verdad que me importa muy poco para no decir absolutamente nada que me observen de esta manera. Alex, que está junto a mí, aparenta prestar atención a la clase por primera vez en su vida, ella sabe que cuando me pongo en plan enojo lo mejor, es no hablarme. Por lo menos hasta que se me pase. Estaba furiosa con todos, con las malditas personas del autobús porque me dejaron sola en el estacionamiento, con el chico lindo que se sentó a mi lado ese día porque desde la primera fila me observa con cara de preocupación, con la profesora porque seguramente me pondrá una sanción y dará su clase aburrida de siempre y con el asesino de Derek, porque TODO es su maldita culpa. Es su culpa que mi mente espere a Derek en el estacionamiento, es su culpa que mi mente me juegue visiones inexistentes y es su culpa que mi mente lo imagine persiguiéndome, observándome, acechándome a cada minuto.
Las lágrimas corren por mis mejillas de manera silenciosa y yo las dejo allí porque estoy harta de aparentar normalidad. Mundo: No estoy bien, ¡ESTOY LOCA!
La pesada hora pasa tan lenta que hasta un caracol puede superar su velocidad. Alexia se voltea, me mira unos segundos a los ojos, seca mis lágrimas con sus dedos y me abraza.
Por eso la quiero tanto, ella solo necesita ver mis ojos para saber que sucede. Tampoco es tan difícil adivinarlo, el problema está reflejado en cada una de las facciones de mi cara. Derek, Derek y otra vez Derek.
Lo pienso unos segundos y levanto mi frente, <no dejare que me afecte tanto>, me incorporo bien erguida <no llorare mas por esto> y al tocar el timbre que anuncia el final de las clases salgo caminado junto a Alex como si fuésemos las reinas del pasillo, aparentando que nada nunca jamás ha sucedido.
Cuando pasamos a través de la puerta, veo a don Casanova que se acerca y me da una servilleta, sonríe como siempre lo hace pero ésta vez hay algo más en su mirada ¿Lástima, pena? Se aleja sin decir ni una palabra.
Alex no puede creerlo, está petrificada mirándome con una media sonrisa en el rostro y sé que está a punto de pegar un grito por lo que le tapo la boca y el aullido de emoción sale algo distorsionado.
Cuando saco mi mano, que por cierto está llena de pinta labios color rojo, de su boca comienza a parlotear como una cotorra.
-¡April! ¿El chico nuevo te ha sonreído y te ha dado una servilleta porque te ha visto llorar? Eres increíble, con algunos te basta con sonreír un poco, con otros lloriquear...pero los terminas besando a tod...
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The stalker
Teen FictionSe supone que una persona que lo tiene todo debe ser feliz. Se supone que tus amigos te acompañan hasta el final. Se supone que enamorarse es fácil, sin complicaciones. Se supone que si hay amor no hay mentiras. Pero en la vida de April, mejor es no...