The stalker

Intriga y adoración

Nota: El siguiente fragmento es un extra desde el punto de vista de otro de los personajes en forma de agradecimiento por las 20mil visitas que me tienen sin poder creerlo, en serio, ustedes son increíbles. Espero disfruten leyéndolo y comiencen a indagar un poco más acerca del secreto que oculta este personaje.

"Who has to know the way she feels inside? Those thoughts I can't deny, those sleeping dogs won't lie. And all I've tried to hide it's eating me apart. Trace this life out. "-All-american rejects

Mientras subo corriendo las escaleras, no puedo dejar de pensar en April. ¿Qué demonios quería hacer mi hermana con esa sartén en la mano? De más estar decir que sus actitudes de desquiciada me han estado preocupado bastante. Imagino que encontrar muerto a tu mejor amigo ha de ser espantoso y altamente traumático, pero ya ha pasado casi un mes y no deja de comportarse de manera extraña.

Claro que no es la única con comportamientos fuera de lugar en esta familia. Mamá y papá también han estado actuando raro. Ya no mantenemos nuestras conversaciones de siempre luego de cenar, papá se queda con esa mirada pensativa en el rostro y mamá lava en silencio los platos, actitud que no va para nada con ella. Incluso un sentimiento de sospecha crece en mí con cada 'visita' que le hacen a la abuela.

Para empezar desde el comienzo, mi abuela Rita, la madre de mi padre, es una mujer muy independiente que solía vivir en Jesús María. Un par de años atrás, se mudó con mi tía porque ella se sentía muy sola en una ciudad tan grande como lo es Córdoba capital. Obvio que siempre me pregunté por qué no fue mi tía la que vino a vivir aquí en vez de mandar a mi abuela allá pero yo que sé, asuntos de madre hija, tal vez.

La cuestión es que si realmente ella estuviera tan enferma o delicada como hacen ver mis padres, estoy segura de que mi tía se encargaría sin problema de ella. O de que mis otros dos tíos también proveerían su atención a la abuela. Por eso siento que aquí hay gato encerrado. Y me encantaría averiguar qué sucede, si es que me sobrara tiempo. Últimamente ando como zombie, lo admito, pero es que con el colegio y mis actividades extracurriculares con esos salvajes no me queda tiempo.

Empujo la puerta del baño y me aseguro de colocar el cerrojo a mis espaldas. Abro la canilla del lavamanos y dejo correr el agua para que cubra el ruido de lo que estoy por hacer, por si April llegara a escucharme. Me pongo de puntillas y saco del pequeño armario blanco que hay en una esquina, un tubo alargado de color celeste. Destapo el tubo e introduzco dos dedos hasta el fondo y me topo con dos gasas blancas y esterilizadas.

Ahora viene la peor parte. Arrugo la nariz y aprieto los dientes mientras me subo la manga de mi buzo, dejando al descubierto mi antebrazo izquierdo. Está moteado con manchas moradas que indican el lugar exacto de cada pellizco. Y como además de moratones, hoy me he ganado una herida en forma de media luna, vierto un poco de desinfectante en una de las gasas y humedezco los alrededores de la piel dañada con ella. Unas pequeñas lágrimas se escapan durante el proceso pero no dejo de limpiar la herida con la gasa hasta que está completamente desinfectada.

Para ser exacta, tengo una pequeña medialuna sangrante a causa del mordisco del maldito que llegó hoy. 'Seres incomprendidos en un mundo incomprensible' Me repito una vez más la frase que se ha vuelto la base de mis acciones para intentar compadecerme de ellos. Termino de vendar mi brazo y acomodo mi bendito tubo, intentando esconderlo en la parte mas oscura del armario. Luego, cierro la canilla y me dispongo a bajar para picar algo, esperando con todas mis ganas que April haya tenido un momento de lucidez en su locura y haya ido a hacer las compras.

Cuando estoy a punto de bajar las escaleras, escucho la voz de un muchacho que no reconozco. Desciendo unos cuantos escalones, esforzándome por hacer el menor ruido posible, algo en lo que me he vuelto muy buena en las últimas semanas. Los salvajes te obligan a ser silenciosa, es eso o ganarte un mordisco más.