Una historia llena de ambición, odio, y amor.
Dulce María, nacida en una familia de clase media alta, en lo único en lo que puede pensar es en como atrapar a un hombre adinerado el cual le de todo lo que ella desea, y cumpla todos sus caprichos. Hij...
-¡Ni te creas que te vas a quedar a vivir aquí!... esto no sera por mucho tiempo, ¡estúpida!- una carcajada de burla salio de mi boca al escuchar el grito de Aurora.
Anahí, tenía poco más de dos semanas internada en la clínica, y yo ya había proseguido a cumplir sus deseos.
Numero uno, avise a Fran que tenía que encargarse de todo el trabajo de Anahí, numero dos cancele el contrato con la dueña del lugar en el que estaba viviendo, y por último instalarme en esta preciosa mansión para cuidar de sus hermanas, o mejor dicho de su hermana, porque lo que es Aurora no la quiero ni en pintura.
-No eres más que una zorra, que anda detrás de nuestra fortuna.
-Creo que deberías de irte haciendo la idea, me voy a casar con Anahí, y tú te vas a tener que aguantar.
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-Mira como te vistes- me mira con odio- ¿Es necesario estar vestida así?.
-Estoy en la comodidad de mi habitación, y en ella yo me visto como quiera, querida.
-Eres una mosquita muerta- niega con la cabeza- ¡Juro que te voy a sacar de aquí!.
-No jures nada muñequita- reí mirándola de arriba a abajo- No le llegas ni a los tobillos a tus dos hermanas... ¿estas como simplona, no?.
-No es justo que Anahí, me haga esto- lleva una mano a su frente.
-Bueno, ya me aburrí de esta platica, sal de mi habitación escuincla.
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-¡Esto no se quedara así!- me señala y sale dando un portazo. Estalle en una fuerte carcajada, la idiota esa se cree el ombligo del mundo, y maneja a Any a su gusto, tanto así que por su culpa Anahí dejo en el olvido a la pobre de Ana. Pero ya eso no pasara más, mientras yo este aquí, esa niña malcriada ira con sus berrinches a otro lado.
Poco a poco he conseguido todo lo que he buscado, ya estoy a un paso de casarme con Anahí, y lo mejor es que me enamore de ella, ¿no es bella la vida?, me enamore, así que lo que creí en un principio sería sacrificio, ya no lo es en absoluto.
