CAPÍTULO 27

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Chicas, hoy comenzaremos el capítulo un poco diferente. Nuestro enamorado Javier, narrara este capítulo. El chico ama a Anahí y hará todo para ayudarla a reconquistar a Dulce o al revés ... a pesar de lo que siente por ella.

JAVIER:

Me había enamorado de esa mujer como un loco, tan dulce, tierna y llena de sentimientos ahogados. Se perfecto que su amor es solo de Dulce, y que a mi nunca, ni en mi imaginación lograría amarme.

Lo comprobé hoy, cuando la vi perder el control por ella, estaba tan destrozada que apenas y podía respirar en medio de su llanto. Quise ser quien la rescatara y calmara su lamento, pero era imposible, su cuerpo la pedía a ella, y no a mi. Me lo decía cada que me empujaba para que no la abrazara, cada que me miraba, y con cada lágrima que derramaba por esa mujer que tanto a destrozado su vida, y que a pesar de todo la sigue eligiendo.

Se fue destrozada para su casa, o mejor dicho para su enorme mansión.  Y yo aquí de pie viendo como se aleja su auto de mi, viendo como me enamoro más de una mujer que no tiene ojos para nadie más que para su ex esposa. 

-Si tu felicidad no es conmigo, lo acepto- susurre en silencio para mi- Si esa mujer es el amor de tu vida, y la quieres solo a ella, con tal de verte feliz, plena y realizada nuevamente... luchare por que ella te perdone.

Mis lágrimas corrían por mi rostro, si mi padre me viera en esta posición diría que soy un marica y me golpearía para que aprendiera la lección como un hombre. Era un señor de esos machistas, alcohólico, que pensaba que la mujer no valía nada, cuando era niño nos maltrataba a mi madre y a mi. Una tarde de navidad, nos escapamos de esa casa, para no volver nunca más. 

Acomode mi saco, seque mis lágrimas y me dirigí a la oficina de Dulce, ella y yo tendríamos una charla muy seria.

Una vez estuve dicho lugar, pedí a su secretaria que me anunciara, para ser recibido por ella un minuto después.

-Si hay algo peor que estar enamorado- comencé a hablar apenas me abrió la puerta- Es estar enamorado de una mujer que no te ama a ti, porque su corazón es de otra persona.

-¿Qué quieres?- preguntó con voz fuerte y decidida, es una mujer que no la doblega nada, ni nadie- Si vienes a decir estupideces, te pido que te largues, porque para imbéciles como tú no tengo tiempo.

-Cuánto genio, en una mujer tan hermosa como tú... porque a pesar de todo debo reconocer que eres hermosa. 

-¡Ay!, ya... dime que es lo quieres- se queja mirándome de mala manera.

-Quiero que me digas algo- ella asiente y se cruza de brazos- ¿Por qué te hiciste novia de, Hugo Puente.

Ella comienza a reír y por último eleva una ceja observando mi figura de arriba a abajo.

-Porque es guapo, detallista... 

-¡¿Te quieres callar?!- grite sumamente molesto por lo que acaba de decir, sabía que era mentira, que ella lo decía de dientes para afuera- ¿Que demonios te pasa Dulce María, eh?.

-No voy a permitir que vengas a mi oficina y me grites...

No la deje terminar, la tome de la mano y la arrastre hasta la sala de juntas en donde quedo con la boca abierta ante semejante desastre.

-¿Quieres saber que pasó aquí?- pregunte de mala manera, porque al parecer la princesita solo entiende de este modo. Ella asiente y acto seguido lleva una mano a la cabeza.

-Anahí- dice atónita.

-¡Sí, Anahí!- le grite recalcando su nombre- Ella hizo este desastre porque te hiciste novia de Hugo Puente.

Dulce EngañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora