CAPITULO 19

746 35 31
                                    

*ANAHÍ*

La vida es tan frágil como una vela encendida, un día estás, y al otro estas entre la vida y la muerte, luchando por sobrevivir, por salir adelante de una u otra manera. Cada quien elige como vivir esos momentos, si bien o mal. Eres el dueño de tu destino, lo que  hagas hoy sera producto del mañana. Muy simple, hay que aprovechar cada instante en este mundo, dejar de existir es tan sencillo como soplar una vela.

Estuve a punto de morir, creo que sentí como me iba de apoco hasta que me revivieron con la esperanza de que iba encontrar un donante.

Gracias a Dios y a los doctores pude encontrar mi corazón nuevo, hoy por hoy estoy viva de milagro y juro que no habrá nada que haga que deje de vivir mi vida al máximo. La marca que quedo en mi pecho me lo recuerda todos los días, "ser feliz y vivir al máximo, por mi y por esa personita que murió y dono sus órganos para salvar vidas como la mía.

Quince días pasaron desde ese suceso y creo que jamás me sentí más llena de energía, de vida, de fortaleza, llena de lo que llamo hoy amor propio. No dejare que nadie más me vuelva a mentir, a engañar, a aprovecharse de mi, esa Anahí creo que sí murió.

Ni siquiera por amor me dejare engañar, nunca más.

-Anahí, ¿van a liberar a Francisco?.

-Sí, Ana... nuestros tíos lo ayudaron a salir y la verdad no me importa. Él nunca más volverá a poner un pie en mi empresa, sus acciones las tiene Hugo, así que si vuelve sera como un simple empleado de algún sector de la empresa.

-Any, te veo diferente... ¿estás feliz?.

-Sí, no tengo porque estar triste, tampoco guardo odios, ni resentimientos por nadie.

-Amo verte feliz.

-Siento que nací de nuevo, ¡Ana, estoy sana y eso no tiene precio!.

Mi hermana sonríe con su pequeño hijo en brazos.

-¡Ten!- me extiende unas rosas rojas.

-¿Dulce?- fruncí el ceño.

-Sí- se ríe- Dices que no guardas odios, ni resentimientos por nadie... deberías de pensar en perdonarla.

-Hermana- sonrío mirando sus ojos- No la odio, de hecho la amo y la perdone pero no quiero nada con ella, ni con nadie. Me lastimo mucho, ¿entiendes?, no creo en su palabra ya.

-¿Que hago con las rosas entonces?- me mira mal.

-Llévalas y ponlas en agua... se verán hermosas en la sala.

-Pues la Anahí que yo conozco mínimo las hubiera lanzado al vote de basura

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Pues la Anahí que yo conozco mínimo las hubiera lanzado al vote de basura.

-Esa Anahí ya no existe, no tengo tiempo para estar molesta con nadie.

-¿No la perdonas ni siquiera porque intento salvar tu vida dando la suya a cambio?... deberías de pensar en eso, yo sí le creo que te ama. ¿Sabes por qué?- niego con la cabeza- Porque si esa adolescente no hubiera muerto, o si no hubiera donado todos sus órganos a todos los que los necesitaban, Dulce estuviera muerta.

Dulce EngañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora