CAPITULO 14

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*ANAHÍ*

Un vestido corto y de color vino se encuentra sobre  mi cama deshecha. Mi celular esta al lado, con la pantalla encendida mostrando el numero de Alice. Y a la izquierda la notebook con mi casilla de mail abierta.

Fabian, me advirtió de Dulce, por llegar a ser golpeado de tal manera por su culpa. Dijo que no era una buena persona, y que una chica con buenas intensiones no solucionaba los problemas de ese modo.

-¿Que estoy pensando?- negué con la cabeza- Dulce, lo hizo solo por coraje... por nada más.

Por otro lado, Alice se empeñaba en seguir mandando información acerca de Dulce, que realmente no quiero, y no debo creer. Ella y Fabian son las personas que más me han lastimado, ¿por qué confiar en ellos de nuevo?.

-¡Basta Alice, deja de mandar mensajes!.

Recibía mensajes de texto que por mi parte nunca respondía, decían que Dulce me engañaba, incluso en algunos mensajes venía escrito la dirección y la hora en la que la podía encontrar con el tal amante. 

Necesitaba dar un alto a esto de inmediato, no debía creer a Alice, pero a pesar de todo no dejo de lado los años que fue como mi hermana y eso me lleva a pensar que puede que no este mintiendo del todo, puede que haya una posibilidad de que sea cierto. Si es así me doy por perdida, no soportaría un engaño más y menos de la persona con la que incluso me case.

Aveces pienso en que deje que todo transcurriera demasiado rápido y que bueno debí conocerla mucho mejor en todos los aspectos. Pero lo hecho, hecho está y para bien o para mal, Dulce es mi esposa, la persona que elegí como compañera de vida. No debo de confiar en Alice, pero me he dado cuenta que en Dulce tampoco. 

-Any, ¿ya estás lista para salir?.

-Sí... Ana, espero hacer lo correcto con lo que voy hacer y no...

-Any, es demasiado temprano para hacer un testamento... tu no vas a morir.

-Pequeña, mi corazón no funciona como tiene que hacerlo- la tome de sus mejillas- Estoy en busca de un trasplante, por más millonaria que sea, y por más grandes empresas de moda que tenga en mi poder, eso no me paga un corazón nuevo

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-Pequeña, mi corazón no funciona como tiene que hacerlo- la tome de sus mejillas- Estoy en busca de un trasplante, por más millonaria que sea, y por más grandes empresas de moda que tenga en mi poder, eso no me paga un corazón nuevo... y no es como ir a conseguirlo a cualquier tienda, lleva muchos procedimientos, empezando por la compatibilidad... podría decir que estoy en mis últimos meses de vida si no encuentro uno que me favorezca. Cualquier cosa me podría matar, no puedo arriesgarme a que mi dinero quede en manos equivocadas, todo lo mío les corresponde a ti y a Aurora, tampoco puedo permitir que nuestra madre se pudra sola en ese sanatorio de enfermos mentales... simplemente, para mi todo a cambiado.  

-¿Dulce?- pregunta con el ceño fruncido- ¿No la vas a incluir en el testamento?.

Sonreí y baje la cabeza sin saber muy bien que responder.

-No- negué con la cabeza finalmente- No pienso incluirla hasta que no sepa bien con quien me case.

-Pero... pero.

Dulce EngañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora