CAPITULO 10

791 41 16
                                    

*ANAHÍ*

-Buenos días, paciente hermosa.

-Buenos días doctor- sonreí un poco apagada.

-¿Como te sientes?.

-Siento que necesito vivir, y aquí en esta habitación de hospital no lo puedo hacer.

Comienza a reír pero no le encuentro la gracia a su risa.

-Entiendo, y por eso mismo vine a hablar contigo.

-¿Que pasa?- lo mire aterrada.

-Estos días te has encontrado estable, y ya te encuentras en buenas condiciones para volver a tu hogar.

-¡¿En serio?!.

-Sí- asiente emocionado y se sienta a mi lado- Pero tengo que ser muy claro contigo, primero que todo lo mismo de siempre, no puedes recibir emociones fuertes, segundo cero relaciones sexuales al menos por un mes, y por último tienes que tener una dieta rigurosa que te voy a escribir, no puedes olvidar tomar tus pastillas.

-Sí, doctor prometo me voy a cuidar de todo eso- levante mi mano derecha y le sonreí feliz.

Busca algo en una gaveta y acto seguido camina hacia la puerta.

-Ven, pasa.

-Gracias doctor.

Un cosquilleo en mi estomago se formo en cuanto vi a Dulce pasar al lado del hombre que me mantiene "saludable". Nuevamente de mi salió una sonrisa, solo que esta vez era sincera. 

-¡Hola, mi amor!.

Mi corazón dio un vuelco, y mi respiración se entrecorto un poco al escucharla decirme "mi amor", nunca antes me había llamado así. Con Dulce, me siento como una adolescente, jamás pensé que me iba a enamorar como una loca de una chica, porque en mi mente solo existía Fabian y lo que me hacía sentir él.

-Hola- baje la cabeza apenada.

-No- su cálida mano se posa en mi rostro y hace que la mire- No hagas eso, ¿por qué estas apenada?.

-Estoy horrible- lleve ambas manos a mi rostro sintiéndolo caliente.

-¿Horrible?- sonríe y mira al doctor- ¡Oye! doc, ¿Any es la mujer más hermosa de este mundo verdad?.

-Debo decir que Dulce tiene razón, eres una mujer muy, muy hermosa, y esos ojazos matan a cualquiera- me guiña uno de sus ojos y sonríe.

-¿Ves?- ella toma asiento a mi lado- Estas hermosa, y te amo.

-¿Me amas?- pregunte alucinada por su belleza, y sus expresiones faciales.

-Te amo, te amo, y te amo más cada día... mira lo que te traje.

No podía expresar con palabras lo que ella y su apoyo me estaban haciendo sentir. Era como si una nueva Dulce, se presentara ante mi cada vez que venía. Lejos estaba de la chica pretenciosa que había conocido meses atrás.

De su enorme bolso saco una rosa que estaba muy bien decorada, y al lado tenía pegada una tarjeta.

-Gracias- la tome en mis manos y la observe emocionada- Esta hermosa- la olí y sonreí tomando una de sus manos- ¿Me besas?.

Sin dar respuesta sus labios chocaron con los míos, para permanecer ahí por unos cuantos segundos.

-Chicas, disculpe la interrupción- mira a Dulce- Le estaba comentando a Anahí, que ya se puede ir- los ojos de Dul expresaron asombro claramente no esperaba mi salida todavía, pero un segundo después fue reemplazado por una sonrisa de felicidad- Pero por favor, nada de impresiones fuertes- el doctor frunce el ceño y se pone serio- Algo muy importante, no pueden mantener relaciones sexuales durante un mes mínimo.

Dulce EngañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora