EL VIDEO, 2a PARTE
Después de dejar entrar al gato, Zen salió del cuarto de Hiyori, y al ver que Yokozawa tomaba su saco, con acento extrañado le preguntó:
- ¿A dónde vas...? ¿no se supone que hoy te quedabas a dormir? ¿o acaso se te olvidó que día es hoy?
- Claro que sí voy a quedarme, y por supuesto que no he olvidado lo de hoy; sólo había querido salir a fumar al balcón, pero se necesita un abrigo de esquimal para ir afuera; vengo a guardar mis cigarrillos, idiota – le contestó malhumorado Takafumi.
- Deberías haber dejado de fumar hace tiempo, Hiyo y yo te lo hemos pedido una infinidad de veces... - le decía Zen con mohín molesto mientras cerraba la puerta del cuarto de la niña y se acercaba a Yokozawa, tomándolo de la cintura para, de improviso, besarlo apasionadamente - ...aunque igual me encanta el sabor del tabaco en tu boca – terminó diciendo con una voz sensual Kirishima una vez soltó los labios de su amante, que quedó un tanto atolondrado por esta acción.
- N-no deberíamos estar haciendo esto aquí delante de su puerta – dijo Yokozawa con tono inseguro – podría despertar y escucharnos – susurró.
- Estaba muy cansada, al parecer hoy le dieron duro en el club de deportes – replicó Zen – además, sigue teniendo el sueño bien pesado, no despertaría ni con una banda de guerra tocando en su oreja – agregó con tono divertido.
- Eso ya no es tan así, pronto no será más una niña, y ya se ha levantado más de una vez al sentir ruidos en la noche, Zen.
- Por favor, no digas eso en mi cara Takafumi, no quiero que mi hija crezca tan rápido... mejor, no quiero que crezca y punto – replicó Kirishima con tono desesperado.
- Como si eso fuera a pasar, cretino; cualquier día va y nos descubre, y hasta ahí llegamos – contestó Yokozawa, con tono triste.
- Por eso mismo tenemos que decirle Takafumi, no quiero seguir esperando para estar contigo tranquilos, tenemos que hacerlo y pronto – contraatacó Zen.
- Pero ya llevamos mucho tiempo así, quizás sería mejor no decirle y...
- Takafumi...
- ... Ella no va a reaccionar bien, yo lo sé y...
- Takafumi...
- ... Es seguro que va a odiarme y...
- Takafumi...
- ... Quizás sería mejor si nosotros ya no sig... - Zen lo besó para callarlo, Yokozawa se estaba desesperando y eso era malo, así que sólo lo besó para no escuchar lo que intentaba sugerir; un beso largo y apasionado, uno donde su lengua exploraba toda la boca y masajeaba con lujuria la lengua del moreno, mientras lo abrazaba con fuerza, con un brazo rodeando fuertemente su cintura, inmovilizándolo, mientras la otra mano recorría su espalda sin delicadezas desde los glúteos y subiendo hasta apresar su cabeza, obligándolo a mantener el beso, hasta que Yokozawa dejó de luchar y se entregó, abrazando a Zen finalmente, rodeando con un brazo sus hombros y enredando los dedos de la otra mano en su pelo. Cuando ya el aire incluso a Zen le faltaba desde hacía un buen rato, terminó el beso, y al abrir los ojos, se encontró con un Takafumi jadeante y sonrojado, atontado por la pasión - ¿Cómo puedes ser tan sensual? preguntó - como así era más dócil de manejar, lo condujo firmemente tomado de la cintura hacia la mesa del comedor; bajo la lámpara, los ojos de Yokozawa adquirían ese tono de mar en calma en una tarde nublada, un tono que a Zen le encantaba especialmente, le hacían sentir tranquilo y seguro; porque después de todo, Takafumi era su paz.

ESTÁS LEYENDO
LO QUE QUIERO DE TI
Roman d'amourCuando le picas la curiosidad a una mujer es difícil detenerla... pero ¿Qué pasará con la señora Kirishima cuando averigüe que es lo que oculta su hijo menor en la intimidad de su hogar? ¿y que pasará con toda la familia Kirishima al enterarse de es...