10a Parte

604 36 5
                                    

Anteriormente...

- Sé que tienes miedo de lo que puedan decir nuestras familias, - continuó Zen - y en eso si encuentro que tienes razón, porque sé cuánto amas a tus padres, y será un golpe duro para ellos enterarse de que su único hijo mantiene una relación homo, y...

- ...Ellos ya lo saben... - susurró Yokozawa.

- ¿...eh?

-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----0-----

- ... m-mis... mis padres... ya lo saben... lo... lo de... nosotros... ellos lo saben... - volvió a decir Yokozawa, tartamudeando, con una voz que apenas se escuchaba.

- ¿c-cómo...? ¿... desde cuándo...? – preguntó atónito Kirishima.

- ... desde Navidad... cuando fui a pasar Navidad con ellos... - continuó diciendo Yokozawa, con tono triste - bueno, esto... tú... me llamaste esa noche, y... hablamos un buen rato... y... eso a mis padres les pareció muy raro... porque me levanté de la mesa corriendo, y me fui a otra habitación para hablar contigo... y yo nunca suelo hacer eso cuando estoy con ellos, ni siquiera por trabajo... y les pareció raro... y mi madre me siguió y ... escuchó cuando nos despedimos... tú me dijiste que me amabas, y yo te respondí... que también te amaba Zen... y dije tu nombre... así que, cuando volví a la mesa... tuve que contarles todo... todo sobre nosotros... - terminó diciendo Yokozawa casi en un susurro.

- Y ¡¿por qué no me habías dicho?! ¿Qué fue lo que te dijeron? – preguntó alarmado Zen.

- Bueno... ellos... contentos... no están... - dijo Yokozawa bajando la mirada - ... para nada... pero dijeron que... si bien, no les parecía bien que yo fuera... tú sabes... homo... bueno, yo... intenté explicarles que... - Yokozawa miró hacia otro lado, como tratando de contener las lágrimas - ... no es como que... uno se levante una mañana y diga: "hoy en la tarde me volveré homo después de almorzar" o algo así... y que realmente no soy... homo... sino... bi... bisexual, y... - a Yokozawa se le quebraba la voz - ... que sólo... yo sólo me... enamoré de ti... y eso...

- ¿Qué más...? – volvió a preguntar Zen, mientras acariciaba la cabeza de Takafumi.

- Y pues, ellos dijeron que... - continuó Yokozawa, con voz triste - ... bueno... que yo ya soy un adulto independiente y... no es como si... tuvieran alguna opción, porque no dependo de ellos... y que... no lo aceptan... - a Yokozawa se le volvió a quebrar la voz y tenía la mirada baja - ... no... no aceptan lo nuestro... pero... que era... decisión mía... y que... ojalá... que ojalá recapacite... que recapacite pronto... - Yokozawa empezaba a sollozar - ... que termine con esto y me busque una... una mujer... y me case, porque... porque ellos querían... ellos querían nietos... que fueran... tú sabes... míos... hijos míos... y que Hiyo... que ella no es... no es mi hija... ni lo será... nunca... eso dijeron... - terminaba diciendo Yokozawa con la voz ya convertida en un llanto.

- ¿Fue todo lo que te dijeron? – preguntó Zen con rudeza, mientras abrigaba en un abrazo a Yokozawa, eso último lo había cabreado en serio.

- ... Bueno... si... - contestó Takafumi después de un rato, ya más calmado - no quisieron... ellos no quisieron seguir hablando conmigo... de hecho... no me habían vuelto a hablar... desde Navidad... hasta hace poco... cuando les envié un paquete...

- ¿Paquete? ¿te refieres a esa caja que les enviaste hace como un mes?

- Si.

- ¿Puedo saber que les enviaste?

LO QUE QUIERO DE TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora