Tres de la mañana, despierto con gotas de sudor en la frente y en los bordes de mi nariz respingada, la misma pesadilla me atormentaba causándome un sentimiento nauseabundo en la boca del estómago, era tal la molestia que prácticamente sentía como si un delgado alfiler estuviera atascado dentro de mi garganta; sin embargo no me inmute, me suele pasar todas las noches, todo sucedió desde la muerte de mi hermano, un suceso que se esconde en lo más profundo de mi corazón y prácticamente sólo mis padres y yo sabemos de ese inquietante acontecimiento.
Suena la alarma y siento unas irremediables ganas de azotarla contra el muro de mi habitación. Son las 6 de la mañana y se que debo comenzar con mi calculada rutina, pero decido quedarme acostada un par de minutos más mientras observo el monótono y aburrido techo blanco. Repentinamente mi mama me saca de mi enajenamiento con un grito agudo proveniente de la cocina y sin más remedio me destapo y me levanto de la cama. Tomo mi ropa: unos tejanos ceñidos y una playera color durazno. Me visto con delicadeza y lentitud y desciendo por las escaleras para comer mi desayuno, me llevo una desilusión cuando veo un pan tostado sobre un pequeño plato acompañado de una rodaja de jitomate y una delgada rebanada de queso blanco, definitivamente mi madre decidió no esmerarse.
-Buenos Días- Mi madre sonríe a manera de saludo y enrolla sus manos en una taza de café humeante. Al finalizar el miserable desayuno me lavo los dientes frente al espejo y tomo un par de dólares que encuentro en un cenicero de cristal, apostando a que mi madre los dejo ahí a propósito.
Miro la hora en el reloj de mi celular y salgo apresuradamente de la casa pero antes recibo un beso en la frente de parte de mi madre.
Al salir me encuentro con la Gran sorpresa de que Julieta, mi mejor amiga, ni siquiera ha llegado. Suspiro con molestia y me recargo en un árbol que se encuentra en medio de la acera. Inmediatamente ideas y pensamientos alborotan mi mente, es algo normal cada vez que observo algo comienzo a cuestionarme sus causas, su por qué, etc...muchas personas insisten que tenía un perfecto perfil para dedicarme a filosofar el resto de mi vida, sin embargo decidí que cursaría la carrera de psicología, siempre me ha parecido intrigante lo mucho que el humano puede estar pensando, las razones por las que es así, etc. De pronto escucho una puerta cerrarse y miro hacia mis lados, mi vecino se encuentra saliendo de casa...mientras coloca llave al cerrojo me dedico a mirarlo con discreción; su pelo esta peinado hacia atrás con gel como de costumbre, lleva un traje sastre azul marino y una corbata roja sin el nudo puesto. Por primera vez desde que me mude aquí me di cuenta de que es alto y bastante guapo.
-Solterona!- esa voz me es más que familiar, Julieta disfruta burlarse de mi, el vecino alza la cabeza y ríe levemente logrando que me sonroje. - Sube al auto, vamos tarde- la miro por unos segundos- necesitas una
Invitación? - entro al automóvil y la saludo con un beso en la mejilla.
Julieta es una persona inigualable, es demasiado directa y al mismo tiempo inocente e ingenua, ella manifiesta que tiene a todos los hombres rendidos a sus pies, pero sinceramente les tiene algo de miedo, ella jamás me lo ha dicho sin embargo los tres semestres en mi carrera me han permitido percibir conductas inconscientes de las personas que me rodean, como ya había dicho, soy demasiado observadora, no se sí sea algo que me beneficie o me afecte, y no quiero saber la respuesta.
Finalmente llegamos a la universidad, me agrada el ambiente, hay personas amables en general, como en cualquier universidad común existen las "populares", para Julieta y yo, se definen como: "skinny bitches", no obstante también existen los nerds, los hippies, o los del montón a los que nosotras pertenecemos.
Caminábamos por el corredor cuando Julieta me presiona el hombro.
- Hey Prime- dice con un tono incapaz de clasificarse como discreto- Soy yo o ese hombre esta demasiado bueno?
-July! Cállate- me carcajeo- te va a escuchar! Realmente tienes una obsesión con los hombres.
Alzo la mirada para observarlo y el aliento se me corta. No sólo porque su belleza es obvia , también porque sus ojos azules como el cielo me observan fijamente.

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A Beautiful Lie
Hayran Kurgu"Love is an endless mystery, for it has nothing else to explain it." Una historia llena de sorpresas, romance y misterio. Pasen a leerla, de verdad no se arrepentirán.