A Beautiful Lie

Capítulo 19

-Dime que no estás en tu periodo.- Declaró Alex desde el otro lado del auricular, mis mejillas se tiñeron de rojo, a pesar de que era gay, aún era un hombre.

-No, gracias a Dios.- Sacudí la cabeza y metí mi ropa interior en la maleta.

-¿Entonces a que se debe tu humor exasperante?- Escuché como se lanzaba sobre su cama.

-Los nervios,- rodé los ojos- mi equipaje está listo y aún no puedo creer que estaremos de viaje con Jared, Harry y no sé cuántas personas más.- Solté un suspiro.

-Algo me dice que tus nervios se deben a una persona en específico.- hablo en tono juguetón

-¿Quieres parar ya?- Cerré la valija y no pasaron ni diez segundos más antes de que la volviera a abrir, sentía que algo me faltaba.

-Está bien, hablamos más tarde.- Ni siquiera me molesté en pedirle perdón pero realmente no estaba de humor para escuchar a nadie más que no fuera a mí misma dando un repaso de la lista de cosas necesarias para llevar al viaje.  

-Cepillo de dientes, jabón, crema corporal, shampoo, ropa interior, pantalones, shorts de playa, lentes de sol, bloqueador, camisetas, playeras, bikinis, toallas, sandalias, maquillaje, desodorante… supongo que todo está listo- suspiré y me deje caer sobre la cama.

¿Por qué demonios me sentía tan nerviosa?, era sólo un viaje con mis amigos y mi inquietud no tenía nada que ver con Jared. 

-Buena broma.- Dije mientras reía irónicamente.

-Prim, ¿qué haces hablando sola y acostada?- Me puse de pie de un solo brinco.- Tú padre ya está esperando abajo.

Mordí mi labio inferior, odiaba mentirle a mi madre, pero las circunstancias lo exigían ya que era un hecho que no dejaría que su única hija asistiera a la casa de playa de un desconocido, sin mencionar que estaría repleta de chicos y chicas alocados, es por eso que le había asegurado que pasaría el fin de semana en la casa de mi padre como de costumbre y él me encubriría.

-Voy enseguida.- Puse mi mejor cara de hija malcriada.

-Está bien, no tardes- Esbozó una sonrisa sincera y desapareció de mi alcoba.

Le eche un último vistazo a la maleta y después de soltar un largo suspiro, salí de mi habitación. Bajé por las escaleras, estaba muy segura de que me veía como una tortuga cargando una piedra en su espalda, finalmente llegué al vestíbulo y encontré a mis padres charlando incómodamente.

-Ya estoy aquí- los interrumpí, sabía que odiaban reencontrarse, ya que resurgían muchos recuerdos.

-Que gusto- dijo mi padre efusivo, tomó mi valija inmediatamente y la metió en su cajuela.

-Cuídate mucho hija- Mi madre besó mi mejilla–Te quiero y recuerda que estoy aquí para lo que sea que necesites.- Su comentario me hizo sentir aún más culpable y estuve a punto de confesarle la verdad pero la mano de mi padre sobre mi hombro me hizo regresar a la realidad.

-Gracias mamá, yo también te quiero- La abracé cariñosamente y se tardó en reaccionar, no estábamos acostumbradas a mostrar nuestro afecto con gestos. Nos separamos abruptamente y después de darme la bendición, subí al auto y miré a mi madre desde la ventana, percibí la tristeza que estaba grabada en su rostro.

-No es para tanto- grité con un tono divertido– Es sólo un  día más en la casa de mi padre- sentí un inmenso dolor en el estómago, la maldita mentira me estaba consumiendo. Ella sonrió.

Espero que esto valga la pena, me dije a mi misma.

*      *      *

El viaje en el avión excesivamente lujoso de Harry fue largo y tedioso, estaba casi segura de que hubiera sido todo lo contrario si Jared nos hubiera acompañado, pero no fue así, él estaba en un avión comercial con su hermana y otros amigos. Finalmente aterrizamos y después de recibir nuestro equipaje, Alex, Harry y yo transitamos por el aeropuerto de Miami hasta llegar al estacionamiento.