-¿Quieres algo de cenar? -Jared me miraba desde la mesa mientras jugueteaba con sus dedos, se notaba algo distraído.
-¿Sabes cocinar? -sonrió curvadamente.
-Sé hacer quesadillas -balbuceé.
-Perfecto, ¿cuál es tu especialidad? -acomodó su cabello hacia atrás.
-No lo sé -me encogí de hombros-, ¿queso?
-¿Por qué no me sorprendes? -ladeó la cabeza causando en mí un leve escalofrío.
Con los dedos trémulos encendí la estufa. No entendía porque me encontraba tan nerviosa...tal vez porque el hombre más hermoso que había pisado el planeta estaba en mi cocina, esperando una quesadilla hecha por mí y observándome fijamente con los ojos más obscuros de lo normal.
-¿Sucede algo? -inquirió, escuché como la silla rechinaba contra el suelo y asumí que se estaba levantando.
-N-no -susurré.
-Bien -se colocó a mi lado y suspiró. Me dejé envolver por su aroma masculino.
-Bien -repetí. Una extraña tensión estaba emergiendo entre nosotros, una tensión que era incapaz de comprender o controlar.
Nos sumergimos en un profundo silencio que ninguno se atrevió a interrumpir. Cuando el queso comenzó a crujir tomé la espátula y giré la tortilla en el sartén.
-¿En qué estás pensando? -preguntó.
-No lo sé, mi mente está en blanco -Mordí mi labio inferior- ¿Tú?, ¿en qué piensas?
-Si te lo dijera tendría que matarte -murmuró con su aliento cálido contra mi oído.
Alcé la mirada y giré mi cabeza hacia la izquierda para encararlo. Sus labios entreabiertos se veían más tentadores que nunca.
Tomó un mechón rebelde de mi cabello y lo colocó detrás de mi oreja.
-Creo que te ves muy sexy cocinando -susurró.
-¿Bromeas? -sacudí la cabeza mientras reía nerviosamente.
-No Prim, hablo en serio -mis risas se extinguieron lentamente.
Jared se inclinó y cuando estaba a punto de rozar sus labios con los míos, un potente olor a quemado se filtró por mis fosas nasales.
-¡Se está quemando! -exclamé.
-Déjalo Prim -Rodeó mi muñeca con sus dedos para tirar de mí.
-No puedo sólo dejarlo -repliqué apartándome de él para apagar la estufa.
No lo miré, pero estaba casi segura de que se encontraba poniendo los ojos en blanco.
Con la espátula y aún más nerviosa que antes tomé las quesadillas de queso y las coloqué en dos platos de porcelana, posteriormente apagué la estufa.-¿Y...quieres té? -pregunté.
-No Prim -su tono de voz fue tan hostil que me vi obligada a girar sobre mis talones.
Jared se acercó a mí rápidamente y sin preludios unió nuestros labios precipitadamente. Lo que comenzó como un beso torpe se convirtió en un beso apasionado e intenso a medida que los segundos transcurrían.
No fue hasta que sentí como sus manos tiraban de mi camiseta que me percaté de que me había quedado congelada en mi lugar.
Alcé mis manos tímidamente y las hundí en su cabello obscuro, jamás me había percatado de lo suave y lo sedoso que era, entonces la ridícula pregunta de qué shampoo usaba se alojó en mi cabeza. Empujando aquel ridículo pensamiento a un lado me dediqué a juguetear con los vellos de su nuca con delicadeza. Sonrió sobre mis labios y reí nerviosamente, jamás en toda mi vida habría imaginado que me encontraría en esa situación con alguien como Jared Leto.

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A Beautiful Lie
أدب الهواة"Love is an endless mystery, for it has nothing else to explain it." Una historia llena de sorpresas, romance y misterio. Pasen a leerla, de verdad no se arrepentirán.