A Beautiful Lie

Capítulo 22

Jared...Jared...Jared...era lo único que había aparecido en mi cabeza desde que finalmente había aceptado los sentimientos que le tenía. Los momentos que vivimos aquel fin de semana se repetían en mi cabeza una y otra vez, había sido tan mágico e irreal que aún me resultaba difícil creerlo. Sentía como literalmente, caminaba sobre una nube de la que podría caer en cualquier segundo. Estaba enamorada, de una manera en la que nunca lo había hecho y en la que nunca pensé hacerlo. El simple hecho de recordar sus labios tibios, sus caricias, sus palabras y nuestros sentimientos expuestos, me hacía sentir que todo estaba volviendo a suceder de nuevo.

-Srta. Henderson- el profesor de neurología me sacó de mi ensimismo.- ¿Puede decirme la respuesta?

Demonios, miré la pizarra en busca de una pista de la respuesta, pero estaba en blanco.

-¿Señorita?- Chasqueó los dedos.

-Aristóteles- El salón entero se llenó de risas sonoras y el profesor frunció el ceño.

-Muy graciosa, fuera.- Señaló la puerta.

-¿Por qué?

-Fuera.

Bufé y tomé mis cosas para salir del aula, necesitaría ponerme al corriente.

Cuando salí del aula un alivio resurgió en mí nuevamente

-Prim, Prim, Prim- la persona que más quería ver en todo el día estaba justo frente mío

-Jared- sin pensarlo lo abrace con fuerzas, el respondió a mi afecto y me apretó a su cuerpo, me sentía segura

 -Sígueme- me susurró al oído aún sin soltarme

-¿A dónde vamos?- sonreí ,seguíamos fundidos en el abrazo

-A donde tú quieras- respondió ahora separándose de mí y juntando su frente con la mía

-Hmm- respondí algo desafiante y a la vez coqueta -Sorpréndeme

-Eso quería escuchar- contesto sonriendo de lado, como amaba aquella sonrisa

Me tomo de la mano y nos dirigimos a un lugar ya conocido, era el Invernadero del otro día, el invernadero donde me confeso sus sentimientos, el invernadero secreto

-Supongo que este va a ser nuestro lugar- comente juguetona

-Claramente, es el invernadero HenLet o – se sonrojo, miro al suelo buscando otra idea - O ¿Prija? - me miro dubdativo

-Lo que sea- reí -Simplemente es nuestro lugar

-Cuando nos saquen de clases, cuando queramos alejarnos del mundo, este será nuestro lugar- me sonrió

-Exacto- añadí, y me llego la duda -Por cierto ¿tú no deberías de estar en clase?- fruncí el ceño

-Ohh- se rasco la nuca - Si, debería de estar en mi clase... -se notaba nervioso -Pero no podía, no podía dejar de pensar en ti y en lo que paso en el viaje, Prim te has metido en mi cerebro y ahora ocupas casi el 100% de mis pensamientos, todo es tu culpa- dijo acercándose más a mi

En el momento en el que dijo que ocupaba la mayoría de sus pensamientos me sentía a punto de tocar el cielo, me sentía tan malditamente enamorada que sonaba estúpido.

-Pues en ese caso- respondí - También es tu culpa, tú también ocupas una gran parte de mis pensamientos, de hecho por eso me sacaron del salón- fingí enojo

-Vamos a terminar expulsados de la Universidad- reí

-Pues valdrá la pena- entonces estrello sin previo aviso sus cálidos labios sobre los míos, fue un beso corto, pero vaya que me hizo sentir mariposas en el estómago, me sentía tan feliz que me hacía olvidar de todo, todo.