A Beautiful Lie

Capítulo 18

-¿Tres cucharadas de azúcar?- la señorita de la cafetería no se veía de muy buen humor.

-Sí- respondí distraída cediéndole un billete de 2 dólares.

-No, pago yo- Harry esbozó una sonrisa.

-No Harry, está bien...

-Insisto- esta vez sacó un billete de 50 dólares, se lo entregó a la señorita y me tomó de la cintura para dirigirse al lugar al que solíamos sentarnos.

-Gracias- respondí antes de darle un pequeño sorbo a mi café latte ya preparado.

-Sabes que yo siempre lo hago con mucho gusto- Repentinamente paró de caminar y yo me detuve también.- Prim, hice lo que me pediste.- Fruncí el ceño.- Me disculpé con Jared, el sábado lo cité en mi casa y estuvo...bien, él me aseguró que no había nada entre ustedes y decidí creerle, tú nunca serías capaz de hacerme eso- Me tomó por los hombros, lo único que pude percibir en sus ojos azules fue impotencia.- No sientes nada por él ¿o sí?

-No - respondí apartando la vista, mentirle no era sencillo; yo sí tenía sentimientos por su mejor amigo y él por mí.

Una enorme sonrisa apareció en su rostro, me abrazó y después retomamos el camino hacia la mesa, Jared y Alex ya estaban ahí riendo como niños, los ojos de Alex brillaban como si fuera una quinceañera a un lado de su amor platónico de secundaria.

-Hola- Harry alzó la mano.

Era extraño verlos juntos nuevamente, una pregunta rondaba en mi cabeza: ¿su amistad podría ser la misma?

-Hola chicos- Jared era incapaz de ocultar lo muy feliz que se encontraba.

-Hola- Levanté mi mano derecha, mi estómago dio un vuelco cuando sus enormes ojos se posaron en mí y una sonrisa de oreja a oreja se desplazó por sus labios.

Harry me tomó por la cintura con fuerza, era claro que quería "marcar territorio" pero no entendía que yo no era suya ni de nadie, así que me zafé de su agarre discretamente y tomé asiento, la mirada de Jared seguía puesta en mí y aunque deseaba ignorarla, mi corazón palpitaba con ímpetu como respuesta.

-Me alegra que ya no estén peleados- Habló Alex.

El ambiente se tornó incómodo y tenso, Jared se aclaró la garganta, Harry rascó su nuca y fijó su mirada en mi café latte, Alex sólo mordió sus uñas con nerviosismo y me hizo ademán con la manos para que lo sacara del aprieto en el que se había metido. Entreabrí los labios para decir algo pero Harry habló antes.

-Sí- Asintió. - Es lo mejor, además Prim me lo pidió ¿verdad?- Rodeó mi cintura con sus manos.

-Sí- dije tímidamente, mire de reojo a Jared, su gesto era impreciso, como si no supiera lo que estaba ocurriendo.

-Sí- rio Jared -Harry ¿recuerdas la promesa que hicimos cuando éramos unos adolescentes?

-Claro que la recuerdo- ambos rieron -Que idiotas éramos.

Me alegra que volvieran a ser los mismos, ellos en verdad se querían, no debían de pelear por chicas confundidas como yo.

-Seguimos siéndolo- Jared me lanzó una mirada discreta.

¿Qué había significado eso?

-Somos jóvenes por lo tanto somos idiotas.- Harry echó la cabeza hacia atrás mientras reía.

-¿Y cuál es esa promesa?- Curioseó Alex, un chisme nunca salía sobrando, no en su mundo.

Ambos rieron con complicidad.