𝗗𝗘𝗧𝗥𝗔𝗦 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗠𝗔𝗦𝗖𝗔𝗥𝗔 |

3O. » Bittersweet «

N

o había manera de ocultarlo, estaba tremendamente celoso, ver a ese tipo hablar tan anímicamente con mi chica me hizo querer alejarlo de ella lo antes posible, en cuanto nuestras miradas se encontraron, la tensión se hizo casi palpable. Alya hizo un sonido de gatos peleando con la boca, yo la fulminé con la mirada.

- Adrien, por favor, Luka es mi amigo - Intervino Marinette quien se interpuso entre los dos junto a Nino, podría asegurar que temía por otra riña como la de esa noche en el trocadero.

- Descuida, Marinette, si a ti te gusta que te lastimen yo lo respe... - El índice de mi novia interrumpió la frase del pelinegro, Marinette tomó su mano, tomó la mía y nos arrastró a ambos escaleras abajo, para detenernos entre la pared adyacente de estas y los arbustos.

- ¿Pueden calmarse?

- El empezó - Respondí cortante, el pelinegro rodó los ojos.

- Tu le hiciste daño.

- ¡Eso no es...!

- ¡Basta! ¡Los dos parecen unos niños!

Un pesado suspiro salió de los labios de Marinnete.

- Adrien no me lastima, Luka, todo fue un mal entendido... Y Adrien, Luka es mi amigo, sólo eso y espero que así como yo respeto tu amistad con Chloe tu respetes la mía con él.

Luka y yo nos quedamos en silencio mientras la observabamos, ella nos miraba con total seriedad, ninguno de los 3 dijo nada por aproximadamente dos minutos y aunque me costara aceptarlo, ella tenía razón, Chloe era mi amiga desde que tengo memoria y eso la hace comportarse conmigo de una manera posesiva y empalagosa, aún así, Marinette nunca me ah prohibido ser su amigo o algo por el estilo, bufé internamente.

- ¿La amas? - Preguntó finalmente el chico quien no apartaba su mirada de la de mi novia.

- Con mi vida - Respondí.

- Entonces hagamos una tregua, por ella.

Volteó a verme y yo le sostuve la mirada.

- Si tu eres la felicidad de Marinette entonces yo estaré bien con ello, sólo por favor, no la hagas llorar.

Extendió su mano hacia mi, yo dudé por un momento y dirigí la mirada hacia mi chica, ella asintió mientras una pequeña sonrisa se dibujaba en sus hermosos y rosados labios... Suspiré y apreté fuertemente la mano de mi rival, éste me acercó con fuerza hacia él haciendo que nuestros hombros chocaran.

- Si te atreves a lastimarla... No te quede duda de que yo estaré allí para consolarla y si se puede, enamorarla.

Susurró contra mi oído, yo reuní todo el auto control que me fue posible, estaba tentado a darle un puñetazo.

- Apestas a friendzone.

- Y tu a imbécil.

- Espera tu oportunidad sentado, Marinette es y será mía, toda mi puta vida - Respondí antes de apartarlo de mi con un fuerte empujón.

- Entonces... ¿Todo está bien?

Preguntó finalmente Marinette mientras nos miraba a ambos con total ilusión, él y yo asentimos.

- ¡Genial! Ya están grandes como para estarse peleando por tonterías.

- Tu no eres una tontería... Bien, nos vemos - El tipo se despidió de ambos y subió nuevamente las escaleras, pero antes de llegar a la cima de éstas, Juleka lo detuvo y tomó su mano mientras lo dirigía hacia la dirección contraria de donde estábamos.