Capítulo 1

683 26 1
                                    

La estúpida trompeta resonó con gran fuerza a las 6 a.m. Odiaba de sobremanera el levantarme temprano, esa era una de las cosas que odiaba con mi vida. Supuestamente en cuanto sonaba la trompeta debíamos primero que todo ordenar las cuadras; las cuadras eran las habitaciones. Ahí la superior Carter revisaba que todo estuviera en orden. Posteriormente nos dirigíamos a entrenar por unos minutos, nos decía cual seria nuestro esquema durante el día, y después podíamos pasar a las duchas para iniciar correctamente.

Tenia el almohadón sobre mi cabeza, negándome a ponerme de pie, las sabanas estaban prácticamente pegadas a mi cuerpo. Mis ojos pesaban demasiado ya que la noche anterior me había dormido demasiado tarde por que tenia una examen.

-¡Revisión matutina!-La superior habló con fuerza desde la puerta. Prácticamente brinque de mi cama y me posicioné. La superior paso una por una chequeando a medida que las chicas respondían. Cuando se detuvo en mi lugar.- ¡Cadete Earhart!-Yo me pare derecha sin dejar de mirar un punto fijo.

-¡Si, señor!-Dije con mi voz lo mas firme posible. Ella frunció el ceño.

-¿Por qué su cama no esta ordenada, cadete?-Preguntó.

-Me quede dormida, señor.-Respondí aun derecha.

-Correra siete vueltas alrededor de lago junto con tu compañero, ¿entendido?

-Si, señor.-Dije yo, odiándome a mi misma. Por mi culpa mi compañero debía pagar el castigo junto conmigo. Otra cosa aquí muy importante, es que a inicio de año todos los de primero se les era asignado un compañero, la idea era aprender a trabajar en equipo, los logros y los castigos... La mayoría de las veces los castigos eran por mi culpa por lo que no me sorprendería que mi compañero me odiara.

-¡Bien, señoritas! ¡Descanso! Diez minutos y las espero en el lago-Dijo la superior Carter retirándose de la cuadra.

Me senté resignada en mi cama. Estaba frita. Ordené mi cama, decidida a nos ganarme otro castigo y el odio de mi compañero y me puse mi uniforme para nuestro primer entrenamiento matutino.

Todas llegamos al lago dentro del tiempo dicho, nos posicionamos las seis derechas de frente a la superior. Y no pude evitar observar a los otros escuadrones de la escuela.

A lo lejos vi a mi compañero, siempre tan perfecto. Me dio algo en mi panza y no, no era hambre. Era miedo. No quería enfrentarme a su furia.

-¡Bien, cadetes! ¡Veinte lagartijas!-A penas la superior dio la orden, nosotras comenzamos a hacer las lagartijas sin rechistar. Al principio, cuando recién había ingresado a la escuela no podía hacerlo, se me era imposible. Por lo que podían tenerme aproximadamente mas de dos horas hasta que las terminara. A veces nos quedábamos sin desayuno. Y digo "nos", por que yo no era la única.- ¡Diez abdominales!-Añadió la superior a lo que nosotras lo hicimos.- Y por ultimo,  tres vueltas al lago-Dijo la superior. Nosotras ordenadas como estábamos comenzamos a trotar.

En cuanto hubimos finalizado, nos acercamos a la superior para ver nuevas indicaciones.

-A las duchas-Dijo la superior, todas saludamos poniendo nuestra mano en la frente y decidimos  irnos. O eso trate yo. -¡Cadete Earhart, no olvide su castigo!- Esperé que se olvidara de aquello. Pero no, para mi mala suerte debía ir directo a mi muerte.

Mire mas allá donde estaba el escuadrón de los chicos, estaban despidiéndose de su superior por lo que corrí antes de que se marchara.

-¡Esperen!-Grite como idiota a lo que los seis chicos y su superior se detuvieron. Este ultimo fijo intensamente su mirada en mi. Realmente era apuesto, pero creo que intimidaba mas que otra cosa.

Era moreno de ojos negros, y sus brazos eran muy marcados, era bastante alto y su seriedad era algo que llamaba netamente mi atención.

Exequiel O'Connor. Él era el superior de mi compañero. Había escuchado que había sido el mejor de su generación. Y que había tenido muchos reconocimientos por parte del rector de la escuela. El capitán John Parker.

A penas estuve frente al superior, salude como debía. Derecha y mirándolo fijamente a sus ojos que hipnotizaban.

-Superior O'Connor.-Dije yo tratando de que mi voz sonara lo mas firme posible, pero se me hacia casi imposible. Este chico me ponía de los nervios-... necesito al cadete Cox para cumplir con nuestro castigo.

Vi como la cara de Natan se transformó. Si las miradas matasen...

-¿Otra vez?-Preguntó frunciendo el ceño.

-Lo siento...-Dije yo avergonzada, mirando como sus compañeros se aguantaban la risa.

El superior O 'Connor asintió mirando a Natan y se marchó posteriormente.

-Te matare mientras duermes, Ness. Lo juro-Dijo Natan mirándome con odio- ¿Qué hiciste ahora?-Pregunto refunfuñando.

-Es que me quede dormida y no hice mi cama-Respondí. Él asintó con el ceño fruncido.

-¿Cuál es el castigo?-Volvió a preguntar.

-Siete vueltas-Dijo yo agachando la cabeza. Él suspiro pesadamente.

-Vamos- Dijo antes de empezar a trotar, mientras mas rápido lo hiciéramos mas rápido terminaríamos.

-Empezare... a cobrarte cada... vez... que nos castiguen por tu culpa...-Dijo hablándome mientras corríamos. Yo asentí simplemente sintiendo como mi corazón latía desbocado. Estoy segura de que se saldrá de mi pecho. Después de media hora mas, ya habíamos terminado las vueltas.

Ambos respirábamos agitados por lo que no decíamos nada. Vi mi reloj en mi muñeca y abrí los ojos desmesuradamente.

-¡Solo queda media hora de desayuno!-Dije. Natan se golpeó la frente y ambos seguimos corriendo hacia nuestras habitaciones para poder tomar la maldita ducha, y alcanzar comida, ya que la siguiente era la del almuerzo. Nos armamos de valor para poder correr otro trecho mas.


Diosito, ayúdame.

Just ShootDonde viven las historias. Descúbrelo ahora