Capítulo 8

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Examen, examen, examen.

Las únicas palabras que venían a mi mente, a cada momento y a cada segundo.

Me había preparado arduamente para el mismo e incluso ya había aprendido los horarios para no tener ningún problema al día siguiente.

Jueves: Examen escrito 8.15 hrs (Sala 401)
Viernes: Examen físico desde las 9.00 hrs en el circuito.

El examen era individual y cada uno de nosotros se sentía lo suficientemente confiado para realizar las pruebas. 

Nos habitamos juntado a estudiar para poder compartir todas nuestras dudas y así avanzar mucho mas rápido. Ademas de que tienes diferentes puntos de vistas con respecto al contenido.

Al que menos le costaba todo, era a Natan, claro. Él era un maldito sabelotodo.

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Tomé mi última taza de té ese día miércoles y decidí dormir para estar al cien por ciento al día siguiente.

Ese era mi plan, pero cuando uno tiene muchos nervios y ansias acumulados, todo sale distinto. En mi caso: dormir demasiado poco y desperté ultra temprano.

Me levanté, me arreglé y para cuando la superior Carter estaba pasando la lista de la mañana yo ya estaba lista y tenia todo mi espacio perfectamente ordenado.

Desayunamos tranquilamente junto con los chicos. Entre todos nos dábamos ánimos, y deseábamos también pasar todos juntos. Nos habíamos hecho muy cercanos durante ese año.

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El maestro dio inicio a la evaluación y yo comencé a leer cuidadosamente. Mientras iba avanzando en las preguntas me daba cuenta de lo fácil que estaba ¡Sabia la mayoría de las respuestas! Me sentía casi segura de que este examen ya estaba pasado.

La hora terminó y todos nos juntamos debajo de nuestro amado árbol.

-¡Al fin termino ese maldito examen!-Exageró Amalia estirándose lo mas que podía, puedo jurar que escuche sus huesos, y posteriormente se "echo" a los pies del árbol.

-Estoy de acuerdo contigo...-Sonrió Eloy. ¡Sonrió! O sea, se notaba a leguas que el par quería abrazarse de la emoción. ¿Hasta cuando seguiría su negativa? Digo, no siempre puedes negar que alguien te gusta. 

Natan estaba de pie, apoyado a un costado del árbol, su expresión era egocéntrica y mantenía sus ojos fijos en sus uñas.

-Ese examen fue pan comido-Dijo restandole importancia. ¿Por qué Natan tenia que ser así? De verdad su amor por si mismo era demasiado grande, aunque dicen que eso esta bien. Pero su poder de egocentrismo era impresionante, aunque debo admitir que a pesar de eso, lo quería bastante.

Ese día decidimos descansar, ya que al día siguiente debíamos presentar el examen físico, y ese era mas complejo en el sentido de que necesitabas tener la fuerza necesaria. No cualquiera podía pasarlo. 

No sabia exactamente que pondrían en el circuito, pero sin duda debía pasarlo en el menor tiempo posible. Tener una reacción casi perfecta a los obstáculos y así, solo así podría contarle a mi abuelo lo bien que me había ido en mi primer año en la academia.

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Llamaban por apellidos al circuito. Dos lados diferentes pero con los mismos obstáculos. Habían dos capitanes dirigiendo los examenes, los cuales eran bastante cortos pero muy exigentes. 

Yo me encontraba con el resto de mis compañeros, sentados, observando como realizaban las pruebas esperando por nuestro nombre. 

-Cadete Cox.-Escuchamos que dijo uno de los capitanes. Natan se puso de pie con su rostro serio y saludo firmemente. El capitán le dio la indicación y Natan corrió lo mas rápido que pudo. La primera parte era subir un gran muro y cruzar hacia otro por medio de una cuerda, posteriormente saltar a una malla para poder llegar a tierra, reptar por debajo de los alambres y un suelo cubierto de fango, y finalmente evadir distintos obstáculos presentados.

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