Capítulo 9

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Durante mis cortas vacaciones fui a ver a mi familia. Le conté a mi abuelo mis "aventuras" durante mi primer año, él simplemente reía ante mis ocurrencias e incluso se rió de mi castigo argumentando que no era la gran cosa. Que cuando él recién era un aprendiz hizo cosas peores, lo que me hizo pensar que tan serio era mi abuelo en su trabajo.

Yo simplemente refunfuñé pensando en mi mente de que SI era la gran cosa. Encontraba que el bendito castigo había sido demasiado debido a que terminé casi muerta del cansancio.

Disfruté de mis padres y mi pequeño hermano, Liam. Él tenía sólo siete años y cuando ya debía volver a la academia lloró todo el último día.

El cielo estaba anaranjado de forma muy bella, mientras yo observaba a mi pequeña pero perfecta familia frente a mi.

Mi madre besó mi frente con dulzura, así como era ella. Dulce y delicada como una bella flor.

-Que te vaya genial, mi niña. - Su voz entró por mis oídos y yo cerré mis ojos manteniendo el tono de su voz en mi mente. Sin duda la extrañaría...

Por otro lado mi padre me miraba con orgullo, si bien el al principio se opuso tajantemente de que su niña entrara a semejante escuela, finalmente comprendió que era lo que quería hacer por el resto de mi vida. Me apoyo al cien por ciento. 

Lo abracé con fuerza.

-Cuídate, princesa. - Me dijo con su profunda voz.

-Si, papi. - A pesar de que estuviera en la milicia seguía siendo una niña con mi padre, creo que eso no se me quitaría nunca.

Sentía algo dentro de mí pecho, una incomodidad que nunca había sentido. Y no, no era un paro cardíaco. Me sentía nerviosa, ansiosa, no lo sé. Quizás solo era el sentimiento de que tenía que volver a la academia. O tal vez era el simple hecho de que no los vería en una larga temporada.

Pasé finalmente por la puerta que me llevaría al avión, no sin antes voltear para ver a mi familia por una ultima vez; A lo lejos mis padres juntos con Liam y al lado mi abuelo en su silla de ruedas.

Sentí el nudo en la garganta pero no me podía permitir llorar, no ahí. Saludé por última vez con la mano y entré hacia mi destino; Un nuevo año.

.........

-¡Amiga! ¡Te extrañé! - Amalia llegó corriendo y prácticamente saltó sobre mi.

-¡Lia, me ahogas! - Le dije cuando ya me estaba quedando sin aire debido a la fuerza que estaba utilizando.

-Opps. Lo siento - Dijo soltando me de golpe. - pero admite que me extrañaste.

Rodé mis ojos mostrándome irritada.

-Esta bien.-Respondí- Igual te extrañé.-Confesé. SU sonrisa se ensanchó demasiado, lo que me hizo reír con fuerza. Amalia era muy graciosa.


-¡Hola, chicas! ¿Listas para vivir la aventura? - Escuché la voz profunda de Eloy, nos habíamos hecho muy amigos durante el castigo por lo que solíamos hablar más. Asi que lo reconocería donde fuera.

-Eso espero por que vengo demasiado motivado este año. - Natan. Se acercó casi tan perfecto y egocéntrico como siempre.

Yo sonreí en cuanto los cuatro nos juntamos a abrazarnos como si no nos hubiésemos visto en un muy largo período de tiempo. Y creo que es normal, ya que prácticamente vives con ellos durante el año.

-¿Saben que es lo mejor de esto? - Preguntó Amalia.

-¿Qué cosa? - Preguntamos a unísono como nunca.

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