Capítulo 28

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Tuvimos aproximadamente diez bajas ese día.
La mayoría a causa de las granadas lanzadas. Y ahora, con más razón se iniciaría la misión para encontrar la base. El capitan Corse, al parecer estaba muy molesto, nadie comprendia como habían podido encontrar nuestra locación. 

Convencí al capitán Corse de que me dejara quedarme, que ignorara todo lo que le habia pedido Exequiel. No lo iba a dejar por nada del mundo. Ahora que habíamos perdido a Eloy, sentía que tenía que quedarme fuera como fuera.

Obviamente Natan y Exequiel no estaban de acuerdo, pero a mi me daba igual.

¿Acaso no entendían que ya nada sería como antes? 

Mi cuerpo seguía doliendo bastante, recibir dos disparos si es la gran cosa. Me ardió y dolió como la mierda, y sí, en el momento no sentía nada ya que estaba cegada por la rabia y la pena, pero cuando todo terminó, sentí las primeras consecuencias. Y bueno lo de la curación ya es historia. Más puntos que dolían y dolían, pero no cambiaría mis palabras. Al final, tenía más dolor en mi corazón.

Ganaríamos esta guerra. De verdad lo haríamos.

.....

A la semana siguiente recibimos apoyo. Nuevos reclutas y uno que no esperaba ver aquí.

-¡Ness! - Gritó corriendo en mi dirección. Cuando estuvo frente de mi, me abrazó a lo que no evité hacer una mueca por mis heridas. - ¿Estas bien? - me soltó al instante.

-¡Joel! - exclamé y reí, él me observó de arriba a abajo y frunció el ceño.

-Te ves mal. - Me dijo. ¿Se refería a mi moratón en la cara? ¿O en sí a todo mi caracho de mierda?

-Muchas cosas en el último tiempo. Incluyendo las heridas de bala que tengo y una fea cicatriz en el estómago. - Susurré bajito. - Esto ha sido una mierda.
El pareció comprender a que me refería, mi carácter irritado decía todo.

-¿Has sabido algo de los chicos que están en las zonas de acopio? - Pregunté con una leve esperanza de que me hablara de Amalia. Él negó.

-No tenemos comunicación con ellos. No han informado nada de nada y tampoco bajas, así que he de suponer que todo va bien allí. - Quizás Lía aún no se enteraba, y tal vez eso era peor.

Asentí, iba a decirle algo más hasta que nos llamaron para darnos información. Me despedí pues nos veríamos después.

-Nos atacaron si, pero eso no significa que la muerte de nuestros compatriotas sera en vano, soldados. Mañana en la madrugada comenzaremos la misión en la base, los soldados que irán serán informados por el sargento.

-¡Si, señor! - Respondimos todos.

Y a los minutos cuando estaba en mi tienda, entró O'Connor.

-Prepárate, Ness. - Dijo sin más y se marchó. El capitán Corse cumplió su palabra. Me estaba dejando hacer lo que le pedí. Quería estar en la misión.

Ya tenía mi equipo preparado por lo que me senté en la cama. Exequiel ya debía haber terminado de informar a su grupo, así que me dirigí a su tienda.

Ahí estaba él, sentado en el borde de la cama, estaba pensativo. En cuanto me observó con la mirada, me sonrió.

-¿Qué esta pasando por tu mente? - Pregunté y me senté a su lado tomando su mano.

-Estaba pensando en que ha pasado mucho. - Respondió melancólico.

-Es verdad... - Dije yo entendiendo a que se refería; de un momento a otro comenzó una guerra, todo por obtener un territorio nuestro por derecho -aunque aun habían cosas muy extrañas y cabos que no se podían atar-. Muchas muertes y muchas misiones; dolor e incertidumbre. Todo eso en sólo tres meses.

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