Ese mismo día comenzamos a empacar, debíamos volver. Según nos había dicho el capitán, el mismo capitán General John Parker nos estaría esperando.
Estaba guardando mis pocas cosas en mi mochila, cuando Natan entró a la tienda.
-¿Estás bien? - Su voz era preocupada, y yo ya imaginaba de antemano por que preguntaba.
-Si. - Mentí, aunque la guerra hubiese terminado, me sentía mal de igual forma. Y Natan, quien me conocía tan bien, sabía que nada era como yo decía.
-Ness, O'Connor esta preocupadisimo. - Me dijo.
-¡No me hables de él! - Grité, aún me sentía muy dolida, y mi propio amigo venía a hablarme del idiota.
-Se que es un completo tonto, Ness. Pero... - Lo corté.
-Natan, por favor... - Si él seguía me pondría a llorar. Mi voz sonaba casi quebrada, aún no podía superar la discusión que habíamos tenido.
Natan me observó y me abrazó sin decir ninguna otra palabra.
Ya horas después, todos los soldados sobrevivientes nos montamos en los camiones y partimos.
Estaba agotada por lo que me quede inmediatamente dormida.
Desperté divisando la academia, un sentimiento de emoción y euforia surgió dentro de mí.
Fuimos bajando de los camiones cuando todos nuestros compañeros aplaudían sin parar. El capitán John Parker nos saludo y nosotros, a pesar de las heridas y moratones, le respondimos.
Ese día se dio toda la información necesaria al público, y todo lo que marcó el fin de la guerra.
Los soldados que estaban de acopio aún no volvían por que debían ver las zonas afectadas, lo que no sería mucho tiempo ya que iría un relevo.
Nos hicieron muchos exámenes médicos. Y cuando estuviésemos mejor, debíamos hacer nuestro informe personal.
¡Malditos informes del infierno!
Llegué a mi cuadra, la había extrañado. Tomé una ducha que era la cosa más relajante que podía haber sentido y me vestí. Mi rostro estaba pálido, lo noté a penas me vi al espejo después de largo tiempo. Las ojeras se marcaban bajo mis ojos. Parecía un espantapájaros.
Me hice una coleta alta y posteriormente fui a mi casillero.Tomé mis cosas personales y volví a mi cuadra.
Me senté en la cama. No había nadie más allí, y lo agradecí ya que aún quería pensar.Entre mis cosas encontré un preciado objeto, el teléfono de Exequiel O'Connor.
Lo tomé junto con el cargador y lo enchufé.
Lo prendí de inmediato. No debía llamar aún a mis padres, ya que probablemente aún no funcionaba bien la señal.
Abrí la galería, y comencé a ver las fotografías que nos tomamos antes de que Exequiel y Natan se marcharan.
Todos sonreíamos hasta que vi las fotos donde salía Eloy, me detuve en la que salía junto con Amalia, y mi corazón se encogió.
Las lágrimas caían por mis ojos. Me sentía extraña, todo había acabado pero no volvería a ser igual.
Me desahogue por el largo tiempo que vivimos en tensión, por fin. Todo había acabado pero me sentía mal de igual manera.
Habíamos escogido este camino. Todos en la academia sabíamos que estábamos en relación constante con la muerte, y aún así, eso no detenía nuestras ganas de cumplir nuestros sueños.

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Just Shoot
RomanceNess Earhart inspirada por las historias que le contaba su abuelo, decide ingresar a la escuela militar. Como todo inicio, a pesar de lo complejo que se le hace, logra avanzar paso a paso. Pero nada sera igual cuando descubra el amor y más aun cu...