Decir que mi cara tenia una sonrisa tonta, era poco.
Hice mi actividad diaria con una música bastante armoniosa dentro de mi mente. Repetía el momento una y otra vez y me daban hasta cosquillas en la panza.
El capitán paso la lista matutina y fuimos al lago a hacer nuestro entrenamiento.
La brisa estaba helada, cada día era más frío pero no era algo que no podía soportar. Sin más, comenzamos a correr.
Cuatro, cinco, seis vueltas y no nos deteníamos ningún segundo. Desvíe la mirada hacia los pelotones que estaban en otro lado del lago. Y ahí estaba él... Desde la distancia podía escuchar su voz.
Al parecer noto mi presencia por lo que se volteó. Hicimos un contacto visual de segundos y juro que casi me caí por segunda vez cuando guiñó su ojo derecho en compañía de una sonrisa.
¡Dios, bendito! ¡Ayúdame, que me da un infarto!
Sonreí como una idiota el resto del entrenamiento, ¿Y quien no? Exequiel O'Connor era uno de los chicos más guapos de la academia.
¿Es normal que un momento tan especial se repita una y otra vez en tu mente como una película? Porque en serio, eso me estaba pasando a mi.
Me iba a dar un colapso de pura emoción, así que traté de despejar mi mente y comencé a hacer mas ejercicios.
Iba en la lagartija cien y me movía cada vez más rápido; el sudor corría por mi frente mientras el sol ya comenzaba a salir.
El resto de los pelotones se había marchado incluido el mio, pero yo necesitaba seguir...
Sentía la tensión en mi panza pero eso me motivaba más. Estaba agotada pero me negaba a parar hasta que una persona me cubrió el maravilloso sol que me daba en la cara.
-Si vas a entrenar así de duro, deberías echarte bloqueador, ¿no crees? - Su voz hizo eco en mi cabeza. Suspiré completamente nerviosa, me estiré en el suelo y lo miré desde allí. Él parecía querer morir de la risa en cualquier momento.
-¿Sabes si es que me eche o no? - Le dije bromeando.
-La verdad, si. Pareces tomate. - Me cubrí rápido la cara con las manos totalmente avergonzada.
-¡No me mires! - Exclamé yo rogando que se marchara y me dejara a mi con mi roja cara.
Él solo reía sin parar.
-¡Ness, por dios! - Escuché el grito de Amalia. Saqué las manos de mi cara y me puse de pie quedando de frente a Exequiel. Amalia llegó a nuestro lado y se detuvo en seco. - ¿Interrumpo algo? - Preguntó cuidadosa.
-No, tranquila. - Dijo Exequuel sonriendome. - Nos vemos luego, chicas. - Y se marchó.
-¿Me perdí de algo? - Pregunto Amalia indagando de a poco. Instantáneamente, se me vino la noche anterior a la mente. Me sonrojé al instante y juro que no fue por el calor.
-¡Ness Earhart! ¡Exijo saber! - Amalia me zarandeó rogando por información.
-Esta bien. - Me resigné.
..............
-¡¿Te besó?! - El grito de Amalia inundó todo el pasillo. Ya había tomado una ducha y ambas íbamos al salón para la clase de historia. Tapé rápidamente la boca de Amalia.
-Shst. No grites. - La gente al rededor nos miraba como si estuviesemos completamente locas.
-Es que no lo puedo creer.... ¿Son novios? - Preguntó y yo negué.

ESTÁS LEYENDO
Just Shoot
RomansaNess Earhart inspirada por las historias que le contaba su abuelo, decide ingresar a la escuela militar. Como todo inicio, a pesar de lo complejo que se le hace, logra avanzar paso a paso. Pero nada sera igual cuando descubra el amor y más aun cu...