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¿Nos conocemos?

— Tú... ustedes... él...—tartamudeó Tae sin poder comprender la situación, pero vamos, nadie la entendía, ni yo mismo—. ¿Se conocen?

— ¿Qué? No, bueno... Eso creo, su rostro me es familiar—. Y sí lo era, al igual que su nombre y la razón de que naciera en Busan, pero realmente tal vez solo me estaba volviendo loco.

— Tae, voy a buscar al gruñón—. Avisó Hoseok al pelirojo y se dio la vuelta; pero antes de avanzar, su amigo tocó su hombro.

— Te acompaño—, dijo Namjoon, y antes de irse se despidió de Seokjin.

— Chimchim, no te acerques a Jeon—. Advirtió Seokjin. Se veía preocupado, no creía que fuera un vándalo típico de película; si lo fuera, solo me daría un cliché más para anotar a mi lista de todos los que vi hoy.

— ¿Por qué?—. Lo miré confundido y él sólo suspiró para dar su respuesta.

— Porque es un mujeriego que se aprovecha de todo lo que camina—. Intervino el pelirrojo. Incluso él se veía serio respecto al tema.

— Soy gay, pero ese tipo de chicos no me suelen gustar— dije con total seguridad. Yoongi volvió a levantar la vista y Seokjin junto con Tae me miraron sorprendidos— ¿Qué?

— Es que... Mochi, hablaste con tanta ligereza de tus preferencias, que me resultó increíble y admirable—. La mirada de los tres era de una especie de combinación entre shook y sorpresa, sin embargo, ¿tan importante era eso?

— Sí, ¿Tiene algo de malo?—. No lo entendía, la orientación sexual solo era eso: una orientación respecto a un gusto. Debe ser tan irrelevante como cualquier otro gusto, no por eso se debe de interferir en una amistad o algo parecido.

— No, para nada pequeño, solo nos sorprendió como lo dijiste—. Habló esta vez Seokjin saliendo de su estado de trance, y sonriendo nuevamente.

— ¿Son homofóbicos?— se escuchó como alguien reía, y me giré a ver al de cabellos mentolados—. ¿Dije algo gracioso?

— No, es que... Ellos son unas maripositas— reía de nuevo— son muy gays para existir—. Tae le pegó un codazo y el mentolado explotó en risas.

— ¡Ya! Déjanos, además de que tú también lo eres, parece que me veo en el deber de recordarte que Seokjin no es gay—. Taehyung bufó y se cruzo de brazos ofendido.

— ¿De verdad?—. Pregunté y casi grité. Bien, eso no lo esperaba, se ve tan... no sé cómo decirlo ¿Masculino? Solo no me veía venir esto.

— ¿Te sorprende?—. Me miró Yoongi enarcando una ceja, medio divertido por mi reacción.

— Bueno... Parecías muy varonil...—. Pequeñas risas se escucharon de parte de Seokjin y Taehyung, sin embargo, no decían nada.

— Lo soy, y no debo ser afeminado para darle al otro bando—. Sentenció y se volvieron a escuchar risas, exceptuando porque esta vez se oían fuertes y claras.

— ¿Tú? ¿Masculino?— Seokjin y Tae conmocionaron en carcajadas —. Sí, te veías muy masculino cuando Tae te prestó sus trajes de princesa y yo la peluca de mi hermana de Barbie.

— ¡Tenía quince años!—. Se defendió Yoongi, ofendido por hacerle recordar ese terrible momento.

— Eso no justifica nada—. Taehyung se burló y el de cabellos mentolados gruñó enojado, en respuesta, gracias a los idiotas que, él llamaba, amigos.

Antes de que pudieran siquiera pronunciar palabra, el receso terminó y tuvimos que ir a nuestros salones. Ahí fue cuando me enteré que Seokjin y Yoongi son dos años mayores por lo que no van a nuestro salón.

Mala Memoria|Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora