Mala Memoria|Kookmin

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Invitaciones

— Park— Un castaño muy corpulento y alto de semblante amenazante se acercó a la mesa del pequeño peli rosa quién se encontraba hablando con sus amigos del nuevo suéter de pandas que se iba a comprar al día siguiente.

— ¿Que?— Jimin estaba demasiado alegre como para que Jeon le arruinara el día. Él quería que ya sea Martes para poder comprarse su querido suéter.

— Quiero hablar contigo un momento— El castaño sonrió amistoso mostrando sus brillantes dientes de conejo— Vamos, no te haré daño.

— No vayas Mochi— El pelirrojo conocía a Jeon, se lo caracterizaba por lo manipulador que era.

JungKook tuvo muchas parejas en su vida y siempre las engañaba desde el punto cero de la relación. Primero hacía a su víctima caer en su belleza y supuesta amabilidad, luego dejaba que pasará el tiempo y finalmente se hacían pareja para que luego esas chicas rompieran en llanto al verlo tener relaciones con otra persona. El disfrutaba del sufrimiento de esas jóvenes, pero está vez no le haría eso a JiMin.

— Tu cierra la boca Kim, quiero hablar con JiMin, no tiene nada de malo querer conocerlo ¿No?— Su mirada era tan inocente que JiMin no pudo soportarlo, se levantó para enfrentar al castaño que se veía tan puro como un ángel.

— Está bien, vamos— JiMin no estaba seguro de lo que hacía, pero quería acabar con lo que sea que pensaba Jeon de una vez.

JungKook llevo a JiMin al mismo gimnasio en el que hace un tiempo tuvo relaciones con Hyuna. Al peli rosa no le daba buena espina ni el lugar ni la situación por lo que caminaba a una favorable distancia del castaño.

— Bien, ¿De que quieres hablar?— JiMin se estaba comiendo las uñas de los nervios y la curiosidad por saber que pensaba JungKook.

— Quería contarte que hay una fiesta el sábado y que estabas invitado— JiMin lo miró con genuina confusión. No entendía porque Jeon necesitaba llevarlo hasta el gimnasio para comunicarle algo tan simple como eso.

— ¿Mis amigos no pueden ir?— Jeon tenía algo en mente y tenía que llevarlo a cabo sin la presencia de los amigos de Park. Tenerlos en frente sería molesto por lo que inventó una excusa.

— Sí, claro que pueden ir, solo que quería avisarte en privado. Hoseok y NamJoon se harán cargo de avisarles a tus amigos y a otros compañeros del colegio— JiMin seguía creyendo que la situación era extraña y no se fiaba demasiado del castaño.

— Okay... Supongo que sí puedo y tengo tiempo iré— El peli rosa ya estaba dándose la vuelta, dispuesto a marcharse pero Jeon no tenía los mismos planes.

JungKook tomo el brazo de JiMin y lo estampó en una pared del gimnasio para tenerlo a su merced.

— Pequeño, ¿Te dije lo hermoso que eras?— JungKook se acercó al oído de Park y éste no era exactamente frágil en el sentido físico.

— ¿Te dije que tienes cara de idiota?— JiMin había cambiado las posiciones entre Jeon y él, ahora era el castaño quien estaba desconcertado y empotrado en la pared— No sé que quieres de mí, pero no lo conseguirás así de fácil como crees.

— Tranquilo bonito, no te haré nada malo, solo quería decirte lo hermoso que eras— Aunque JiMin se mostrará fuerte por fuera, por dentro estaba muriéndose del miedo y la vergüenza.

— Déjame, tus halagos no sirven de nada— JungKook levantó una ceja y acercó su rostro al de JiMin.

— ¿Esto sirve?— JiMin no respondió, se sentía acorralado aunque él no fuera el que estaba contra la pared. Se sentía impotente. Podía sentir la respiración de Jeon demasiado cerca de sus labios y esos ojos tan profundos y expresivos pero llenos de secretos, no ayudaban.