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¿Esto es un adiós?

JiMin nunca se puso a pensar en muchas cosas, jamás se encontró en la situación de hacerlo, no consideraba que fuera necesario, pero ahora mismo se estaba haciendo dos preguntas y realmente eran del todo estúpidas al lado de lo que realmente debería comenzar a preguntarse.

— ¿Cuándo es mi cita con JungKook?— Sí, eso se preguntaba, pues el castaño le ofreció una cita pero nunca le dijo cuándo sería— ¿Debería preguntarle?

— ¿De que hablas cariño?— JiMin giró a mirar a su madre. Esta lo observaba con incertidumbre, el rubio llevaba un rato haciendo preguntas al aire como si este pudiera contestarle.

— Bueno.. un chico me invitó a una cita, pero ahora que estaba recordando, nunca dijo cuándo o eso creo...— Su madre solo atinó a carcajearse. La memoria de su hijo en varias ocasiones causaba su sonora risa— ¿Qué es tan gracioso?

— Nada cariño, nada en especial, siguiendo con el tema de este chico, si no te acuerdas o no te dijo solo pregúntale no es muy difícil bebé— JiMin asentía a cada cosa que su madre decía como si esta estuviera contando el plan que llevarían a cabo para atracar el banco más grande de la ciudad.

— ¡Lo haré ahora mismo!— El rubio dio dos pasos pero fue retenido por la castaña mujer desde el cuello de su remera.

— Lo que harás será ir a bañarte y luego de eso venir a hacer algo de comer, hoy es tu turno— JiMin bajo todas sus energías y se dirigió a su cuarto para poder bañarse y pensar que haría de comer. Luego podría preguntarle al dichoso castaño cuando sería la cita que tan nervioso lo traía.

•••

— ¿Enana?— La pelinegra se dio la vuelta de su lugar para encontrarse con la no tan buena presencia de nada más y nada menos que Kim NamJoon.

— Te dije que me llamo Kim NaHee estúpido— La pequeña frunció el ceño y el contrario río por el insulto que soltó la chica que se le aparecía incluso en la tienda.

— ¿Quieres que te alcance eso?— El más alto señaló el paquete de harina que la pelinegra intentaba alcanzar ya hace un rato. Él solo no se acercó a ayudarla antes porque se le hacía gracioso que no llegara.

— No, no necesito de tu ayuda, yo puedo solita— La chica decidió seguir intentando llegar a el dichoso paquete y al notar que no lo podía alcanzar comenzó a frustrarse. Se volteó nuevamente encontrándose con la mirada burlona del otro— Ya, alcánzalo y no digas nada, bufón— NamJoon no pudo contenerse y comenzó a reír sin remedio alguno. NaHee al verse burlada lo golpeó en el estómago y gracias a su poca fuerza, esto no afectó al contrario sino que le causó aún más gracia— ¡Ya!

— Bien, entendí— NamJoon al fin paro de reírse para tomar el paquete de harina y pasárselo a la pelinegra, quien lo miraba realmente mal y a penas consiguió tener en sus manos lo que necesitaba se dio la vuelta y se fue directo a la caja, pero el más alto no iba a perderle el rumbo a esa divertida chica, por lo que decidió seguirla y molestarla un poco más— ¿Y el gracias? Sigo esperándolo, encima que te alcance ese paquetito que por cierto no se para que quieres, no tienes pinta de cocinar.

— Para tu información, se cocinar y lo hago de maravilla. Necesitaba esto porque haré un pastel por el cumpleaños de mi abuela— Salieron de la tienda y no se dieron cuenta en ningún momento de que comenzaron a conversar como dos personas normales sin discutir de por medio.

Mala Memoria|Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora