1

3.1K 319 63
                                    

Encuentro

Estaba caminando hacia la parada del bus tranquilamente con mis ordinarios auriculares, que llenaban mis oídos de esas melodías que tanto amaba. Hoy era mi primer día en esta nueva institución. Realmente me encontraba emocionado, y esperaba cosas buenas me traiga. Siempre fui una persona llena de defectos. Las malas lenguas dicen que soy muy torpe y olvidadizo por lo que eso me convierte en un distraído. Nunca me gustó eso pero tuve que aprender a convivir con ello. Jamás creí olvidar algo de suma importancia, por lo general, sólo olvidaba cosas inservibles, excepto que de vez en cuando se me pasaba algún examen o trabajo.

Bajé del autobús y caminé unas cuadras hasta llegar a la entrada del lugar. Se podían divisar muchísimas personas que me dirigían miradas repletas de interés, supongo sería porque era nuevo, aunque tampoco le veía el sentido. A mi parecer, un nuevo alumno me sería irrelevante. Cuando entré al recinto me sentí un poco perdido y desorientado. No tenía idea de a dónde dirigirme, por lo que me acerqué a un alumno a preguntarle por mi salón.

Hola el chico de cabellos anaranjados se giró a verme y se quedó expectante a que siguiera con lo que necesitaba ¿podrías decirme dónde se encuentra este salón?—. Le pasé el papel que llevaba conmigo. En éste decía el número de salón y curso. El chico lo leyó un par de veces, y luego me volvió a observar, carraspeó un poco y finalmente pronunció palabra.

Sí, claro. Estás en último año. En el tercer piso hay un pasillo que si lo sigues por completo, al final encontrarás tu destino—. Sonrió amablemente y se excusó con sus amigos para retirarse.

Me dirigí adonde me había dicho el amable chico, y cuando llegué, me di cuenta de que todos se  encontraban sentados, por lo que decidí sentarme en el primer lugar vacío que encontré. A los segundos ingresó el profesor que sería de historia, éste se presentó y luego nos pidió que hicieramos lo mismo.

— Bienvenidos a mi clase, soy  Jackson Wang. Tengo treinta años. Por favor cuiden su vocabulario conmigo y si tienen dudas de los temas que se enseñen en el transcurso del año, no se abstengan de compartirme sus cuestiones. Ahora, me gustaría que se presenten para conocerlos un poco e ir sabiendo sus nombres—. Sonriendo empezó a señalar. Nadie prestaba atención, hasta que, un chico de cabellos obscuros y ojos del mismo color tan profundo, se presentó. Él lucía como el idiota de turno, que, por supuesto, tenía el cuerpo de un dios griego, pero que a su vez no tenía idea de cómo resolver una simple ecuación. Para ser sencillos, el estereotipo andante que, deduzco por la repentina atención que se llevó de todos, es un engreído lleno de lo que se puede llamar "amigos", pero que realmente no son nada más que para aparentar.

— Muchos me conocerán ya— alardeó como era de esperarse— pero de todas formas me presentaré. Soy Jeon Jungkook y tengo dieciocho años—. Terminó esa frase pasando sus dedos por su sedoso cabello y guiñando el ojo a cualquier chica que lo estuviese mirando. Claro que no falta decir que, estaban babeando por él.

Típico de películas estúpidas con esos clichés que ya todos estamos cansados de ver.

— Bien, sigamos. Preséntese joven...—. Me pidió el profesor.

Noté que se dirigía hacia mi por su mirada, por lo que me paré tembloroso por los nervios que me atacaban.

— Bueno, mi nombre es Park Jimin, tengo diecisiete años. También quiero aclarar que tengo una memoria muy singular— reí aturdido por las miradas, tal vez muchos creían que era un inofensivo chico con complejos de niña, pero por dentro no era nada más alejado— tengan paciencia conmigo, por favor—. Pude escuchar como chicas suspiraban con ternura.

Mala Memoria|Kookmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora