Devastador silencio en la sala
«¿Qué haría?»
Eso sonaba fuerte y claro en la mente del pelirrojo. ¿Qué podría hacer ahora?, su piel brillante y sudorosa por todo lo que estuvo aguantando el correr durante horas y horas, tan solo para despejar su mente, pero aún así, no consiguió nada. Finas gotas de sudor recorrían su barbilla y sus rebeldes cabellos se pegaban a su frente al igual que su marcada musculosa, porque sí, aunque fuera invierno, a él no le importaba en lo más mínimo cuidar su salud. Si se enfermara incluso sería mejor.
La mente de TaeHyung era un revoltijo de palabras dolorosas que circulaban y se repetían como una vocecita.
«Tienes la culpa, la completa culpa. Tu existencia es la misma mierda, dime TaeHyung, ¿Para qué vives? ¿Tienes algo bueno que aportar?»
— ¡Joder! ¡Déjame en paz!—. TaeHyung se encontraba realmente cansado física y mentalmente para enfrentar cualquier cosa, no quería nada más que ver de nuevo esa bella sonrisa reluciente y brillante del pequeño peli menta de baja estatura y contextura fina.
Él no se mataría. Era una escoria, sí, pero viviría por YoonGi. No creía tener el derecho de hacerlo, pero por más basura que se sintiera, él no haría algo que probablemente a YoonGi no le gustaría si estuviera vivo.
«¿Sigues pensando que eres buena persona? ¿Quieres que te repita que eso no es cierto? Vamos, ve, lastima a alguien y siéntete mejor. Lastima y daña tanto como puedas al resto, después de todo ¿Por qué te importarían? No son personas que quieras.»
— No, ya no haré daño, solo me quedaré al margen de todo, cierra tu boca y déjame en paz al menos por unas horas—. TaeHyung bufó molesto ya de escuchar esa pequeña vocecita resonar en su cabeza.
— ¿Hablas contigo mismo?—. Un chico de cabellos grisáceos lo miraba sin entender la situación por la que estaba pasando el de ojos verdosos. Siempre había sido bueno analizando personas a la perfección, pero esta vez, no lo entendía, se hablaba a sí mismo y eso daba a entender una cierta locura; por otro lado, su mirada se encontraba tan pérdida y vacía que era fascinante y obsesivo el gusto que le producía verla.
— ¿Eh? ¿Quién eres y por qué te das el lujo de hablarme?—. TaeHyung miraba sin emoción al de cabello gris, que además poseía unos ojos color miel que embelesaban a cualquiera. Su belleza era excesiva para la vista, irradiaba hermosura absoluta y un aire de tranquilidad que hasta resultaba molesto.
— Mhm, ¿Te molesta? Soy Lee Taemin, un gusto. ¿Tu eres...?—. El de ojos miel se cruzó de brazos sonriente pero relajado, nada nunca haría que su semblante pacífico cambiara.
— ¿Tengo que decirte mi nombre? ¿Qué si no quiero?—. Taemin río divertido por la molestia que transmitía el pelirrojo.
Era un debate de miradas que se intercambiaban mutuamente. Taemin quería probar hasta qué punto podría llegar el pelirrojo sin frustrarse y rendirse de una vez, pero se veía más complicado por lo visto. TaeHyung se negaba a decir cualquier cosa que tuviera que ver con él mismo. Bastante tenía con lo que le sucedía y con las cosas que aún no había resuelto, pues aún ni siquiera encontró lugar para dormir, tuvo que ir a un hotel para tener una habitación y le costó casi un pulmón con el poco dinero que tenía. No, la lástima de alguien más no era tema a discutir, él no quería eso y punto.
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Mala Memoria|Kookmin
RomanceTodos tienen problemas, eso es algo común. Park JiMin tiene una memoria muy mala, esta le trajo problemas con el paso del tiempo y deberá afrontar todos y cada uno de esos problemas. Su personalidad es alegre, dulce y amigable, vamos, algo muy están...