No sabía adónde ir

1.9K 101 7
                                    


-Cariño, ya me voy, en un rato vuelvo.-dijo mi padre asomándose desde la entrada.-No olvides comer bien.
-No, papá.
-Ah, otra cosa, está oscureciendo y pareciera que va a llover, si eso pasa, por favor cierra las ventanas.
-Hecho.-dije levantando mis manos en seña de que le entendí.
-Adiós, te amo.-dijo saliendo.
-Yo también.-respondí y luego cerró la puerta.
Estaba casi oscureciendo, el clima estaba algo frío, debido a que había mucho viento. Yo me encontraba en el sofá de la sala, viendo cómodamente una película Disney en la televisión y disfrutando del calor que me brindaba mi manta.
Una media hora después que mi padre se fuera, comenzó a llover. Yo, obedeciendo a lo que mi padre me había pedido, pausé la película y me dirigí a cerrar las ventanas.
Aprovechando que me había levantado del sofá, fui a la cocina y calenté algo de comida que había en el refrigerador. Volví al sofá y comí viendo la película, muy plácidamente. Obviamente, Maddox se encontraba allí, pidiendo comida como todo un gordo. Decidí darle un pedazo de mi comida, sus ojitos suplicantes son demasiado para cualquier mortal. Él se echó a mi lado y no se movió de ahí.
Al terminar, decidí ir a la cama, pero no a dormir, ya que aún era temprano. Me puse mi pijama, me metí en la cama y me quede un rato con mi celular. Pocos minutos después de haberme acomodado, tocan al timbre de mi casa. ¿Mi padre se habrá olvidado las llaves? Me levanté para ir a contestar.
-¿Si?-pregunté al contestar el portero eléctrico.
-Soy yo.
-¿Jung Kook? Pasa.
Abrí la puerta de afuera con el portero eléctrico, ya que estaba lloviendo y no quería mojarme. Me dirigí a abrir la puerta de adentro y me encontré a Jung Kook todo empapado, con una cara triste y casi roto en llanto, en mi puerta. Ésta imagen me rompió el corazón.
-¿Qué haces así bajo la lluvia? Pensé que tenías paraguas. Es muy tarde, cariño.-dije preocupada.-¿Te encuentras bien?
-No, yo...-hizo una pausa, se podía sentir como le costaba hablar.- Solo, no sabía adónde ir.-dijo tristemente.
Pude sentir como mi corazón se encogía. Le corrí un mechón de pelo empapado que tenía en la cara y tomé sus mejillas dulcemente. Él tomó mis manos y dejó reposar su cabeza en una de mis manos.
-Espera aquí, te traeré una toalla.-él asintió lentamente.
Al volver le entregué la toalla y él comenzó a secarse vagamente.
-¿Prefieres tomar una ducha?-pregunté aún preocupada.- Creo que hay ropa tuya limpia que quedó de la vez anterior , ¿No quieres que te la dé?
-Si, tomaré una ducha y me pondré esa ropa...Gracias.-dijo entregándome la toalla.-¿Está tu padre?
-No, se fue hace un rato.
-Ok.- dijo y comenzó a quitarse la ropa hasta sus bóxers.
-Dame la ropa, la pondré a lavar y dejaré que se seque.-dije tomando la ropa totalmente empapada de sus manos.
-Gracias.-dijo nuevamente.
-Ya lo dijiste, cariño.-dije tiernamente.
-Cierto.-dijo mirándome dulcemente, aunque en su mirada se podía ver dolor.
Él se dirigió al baño de mi habitación y entró a la ducha. Yo me dediqué a lavar la ropa y la dejé secando, aunque no creo que, con el día así, se seque muy rápido. Cuando terminé, busqué la ropa seca y la dejé en el baño. Cuando Jung Kook salió yo me encontraba en mi cama revisando mi celular. Él me miró un instante, yo dejé mi celular en mi mesita de noche y lo miré también. Le hice una seña de que se sentara en mi cama y me diera la toalla. Comencé a secar suavemente su cabello, aún algo mojado, y él simplemente se dedicó a mirarme. Su mirada no me molestaba, pero si me indicaba que estaba sumergido en sus pensamientos. Cuando terminé de secar su cabello, él se recostó sobre mi, quedando yo debajo, boca arriba, y él, boca abajo, entre mis piernas y con su cabeza recostada sobre mi pecho.
-¿Quieres hablar?-pregunté dulcemente acariciando su cabello.
-No...-dijo casi inaudible.
-Ok, sin presiones.-dije depositando un pequeño beso en su frente.
Yo seguía acariciando su suave cabello cuando el teléfono de mi casa comenzó a sonar. Me estaba levantando para ir a contestar, pero Jung Kook me tomó de la muñeca.
-No contestes, seguro son mis padres.
-No lo sabemos.-dije acariciando su mejilla.
Me dirigí hacia el teléfono, que seguía sonando, y Jung Kook me siguió.
_______________________

Nadie Más Que Tú • [Jung Kook y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora