Nadie Más Que Tú • [Jung Kook y tú]

Primer día de escuela

    Al despertar la luz del sol, que entra a través del gran ventanal que se encuentra en mi habitación, ilumina cada rincón de ésta última y siento un ruido súper molesto... mi alarma. La apago y bostezo mientras me estiro, luego me levanto de un salto de mi cama y bajo para desayunar, con mi pijama aún puesto. Al llegar a la cocina mi padre ya estaba esperándome.
-¡Buen día bella durmiente! ¿Lista para tu primer día de escuela?
-Eso creo...-le sonrío mientras tomo asiento en la mesa frente a la cocina.
-Por suerte hoy entro más tarde al trabajo, por lo que podré llevarte a la escuela y hablar con tus profesores, se supone que hoy será un día corto para los estudiantes, las clases se irán alargando en un mes, cuando los alumnos se hayan acostumbrado a los horarios.
-Ok, ¡mejor aún!-Respondí con energía.

Cuando terminamos de desayunar, me puse mi uniforme, tomé mi mochila, subí al auto y salimos de casa con mi padre hacia la escuela.
    Al llegar, cruzamos la entrada, y luego de caminar unos metros por el pasillo, dirigiéndonos hacia la sala de profesores, todos los alumnos que estaban ahí nos miraban y comenzaban a murmurar.
    Cuando llegamos a la sala de profesores, mi padre comenzó a hablar con una mujer que luego se acercó a mi y me saludó.
-¡Hola! Soy la Srta. Soo, tu nueva profesora. ¡Es un gusto!- dijo con una sonrisa muy encantadora.
-¡Igualmente!- dije sonriendo también.
-He oído mucho sobre ti, tu padre me ha contado sobre tus notas excelentes en América.
-Si, me he esforzado mucho por ellas, espero poder lograrlas aquí también.
-Tu tranquila, seguro que si. Ven, vamos al salón.-dijo mientras abría la puerta de la sala.
   Saludé a mi padre, que se quedó hablando con el director, con quien al parecer simpatizaba bastante bien, y comenzamos a caminar hacia el salón. Cuando llegamos al salón, había mucho murmullo y algunos estaban parados. La Srta. Soo pidió silencio y luego de que me vieran a mí, todo el salón quedó en silencio con todas las miradas sobre mí, comienzo a pensar que no hay muchos americanos viviendo en Corea del Sur.
-Buenos días, este año tenemos a una nueva alumna de América- anunció y luego  su mirada pasó hacia mí- ya puedes presentarte a la clase.
   Por un segundo, espero al silencio total, debido a que había algún que otro murmullo, entonces sonrío y comienzo.
-¡Hola a todos! Mi nombre es ___, soy la nueva estudiante transferida desde América, espero que nos llevemos bien y por favor no me juzguen por ser diferente...- por un momento pongo una cara seria y me callo y veo que todos se ponen serios, entonces retomo y digo-¡Jaja!¡Es broma!-y doy una sonrisa súper grande- Pero de verdad, espero que nos llevemos bien.- con eso termino y todos comienzan a aplaudir.
-Muy bien-dijo la Srta. Soo- Puedes sentarte en el asiento que está vacío en la fila derecha.
   Dicho esto me encaminé al asiento que me indicaron y me senté. Estaba detrás de una chica que tenía un aspecto súper adorable, tenía una piel muy blanca y un pelo oscuro que contrastaba con su piel; la típica
descripción de una chica coreana.

Cuando el timbre sonó, anunciando el recreo, todos se pararon y, al levantarse de su asiento, a la chica de adelante se le caen unas hojas, las cuales se le desparraman, y yo levanto algunas cercanas a mí, para ayudarla. Al entregarle las hojas, ella me mira con timidez y me agradece. Yo le dedico una sonrisa, entonces unas chicas se acercan y los demás alumnos que se encontraban en el salón se dedican a observar.
Entonces una de esas chicas mira con desprecio a la chica a quien le había alcanzado los papeles.
-Hola, soy Oh Suni, pero puedes llamarme solo Suni. Y... lamento que hayas tenido que- hace una pausa -conocer la presencia de este estorbo social, ella está, literalmente, siempre estorbando. -dijo con cara de repugnancia y voz altanera, y la chica de la que hablaba, mi compañera, puso una cara de lamento tan triste que pude sentir perfectamente como mi sangre comenzaba a hervir. Entonces le contesté.
-Si, ya veo, pero hay un problema en lo que acabas de decir, y es que aquí la que me está estorbando no es ella, si no que eres tú.- dije mirándola a la vez que me acercaba más a mi compañera.
Luego de esas palabras mi compañera me miró sorprendida por lo que acababa de decir y una chispa de ilusión se pudo ver en sus ojos, por lo que le sonreí. Y al parecer las personas que estaban observando lograron escuchar la conversación y todos comenzaron a murmullar y reír.
-¡¿Como te atreves?!-chilló Suni y sus amigas estaban sorprendidas, tanto que parecía que acababan de ver un fantasma-¡Ya verás chica nueva!
Luego Suni y sus amigas se marcharon.
-¡WOW!-exclamó mi compañera-¡Eres verdaderamente genial!Muchas gracias.... de verdad-dijo con una expresión tímida en su rostro.
-Jajaja, no fue nada. Digamos que la gente como ella no me suele agradar mucho, y menos si se meten con alguien que no hizo nada malo, como suelen hacer. Oh! Por cierto, soy ___, es un gusto.
-Yo me llamo Lim Sook.
-¿Sook?, ¿Cómo la porfesora?
-No, la profesora se llama Soo.
-Ah...Ups...- dije vergonzosa y las dos comenzamos a reír, mientras una chica se acercó a nosotras, y pude reconocerla enseguida, era la chica que estaba sentada delante de Sook.
-Para ser sincera, yo también las confundí al principio.-dijo divertida-Y ya que todos se están presentando, ¡yo también quiero!, soy Kang Yang Mi, pero díganme solo Yang Mi.
-¡Un gusto!-dijimos Sook y yo.
  Mientras las tres reíamos, unos chicos se acercaron a nosotras. Eran tres.
-Además de linda, valiente. Eres la primera chica que veo desafiar a Oh Suni. Por cierto, yo soy Kim Seok Jin, pero todos me llaman Jin- señaló al chico de su derecha y dijo-Él es Jung Ho Seok, y él- ahora señaló al de su izquierda- es Park Ji Min.- los tres nos dedicaron una sonrisa, y nosotras intercambiamos miradas divertidas.
-Yo soy- me interrumpieron.
-___-dijeron los tres al unísono. 
-Lo sabemos porque hace un rato lo dijiste, ¿Recuerdas? Cuando te presentaste a la  clase.-dijo Ho Seok sonriendo.
-Si, jaja que tonta.-dije divertida.
-¿Ya has recorrido la escuela?-preguntó Ji Min.
-No en realidad...-respondí.
-¡¿QUÉ?!-Exclamó Yang Mi-Entonces, vayamos a recorrerla.-Sonrió e hizo una señal para que Sook y yo la siguiéramos.
-Nosotros las acompañamos-dijo Jin, también con una sonrisa en la cara, mientras Ji Min y Ho Seok asentían.
-Ok, ¿Qué esperan?-dijo Yang Mi abriendo la puerta.
   Salimos y cerramos la puerta detrás de nosotros.

Cuando las clases del primer día terminaron, salimos los seis juntos, de la misma manera que estuvimos durante todo el día. Nos despedimos y cada quien se fue por su lado.
El día fue genial, cuando recorrimos la escuela descubrí que es aún más grande de lo que imaginaba y luego almorzamos juntos. Ho Seok me contaba que entre los chicos de la escuela había un montón de rumores sobre mí y Yang Mi dijo que había de esos también entre las chicas, por eso se debía seguramente a que todos siempre me observaban.
Mientras caminaba muy alegre de regreso a casa, me puse a pensar en todo esto y que he hecho cinco amigos increíbles, entonces fue cuando me percaté de que ya había llegado.
   Mi perro me recibió con una muy cálida y alegre bienvenida. Luego de cambiarme no tenía nada que hacer porque como hoy fue el primer día no nos dieron deberes, así que decidí llevar a Maddox de paseo.
    Tomé la correa, la enganché a su collar, tomé mis llaves y nos fuimos. De camino olfateó todo lo que se le cruzó por el camino, hasta que llegamos al parque, le quité la correa y dejé que investigara el lugar. Me senté en un banco al sol mientras vigilaba a mi perro. El día estaba cálido y soleado, perfecto.
    Cuando volvimos a casa, mi padre ya había llegado. Por suerte le dejé una nota avisando que había llevado a pasear a Maddox, y cuando llegamos estaba exhausto de tanto pasear y se fue directo a dormir.
  Con mi padre comimos  y nos fuimos a dormir temprano, y yo estaba tan cansada como mi perro, y al igual de feliz, pero no solo por el paseo.