Nadie Más Que Tú • [Jung Kook y tú]

Mis amigos

  
   Terminó la última clase y estamos a punto de irnos a casa. Yo recogí mis cosas y me paré en la puerta para esperar a los chicos. A pesar de todo el apoyo emocional de Yoon Gi, me sentía nerviosa y mis manos sudaban. Los chicos salieron y se pararon frente a mi, ya que dedujeron que los estaba esperando.
-Yo... les diré todo, hasta el último detalle. Solo pido que no dejen de verme con los mismos ojos con los que me vieron desde el principio.-
   Ellos me miraron algo confundidos, pero asintieron igualmente. Eso me tranquilizó no poco.
- Es algo largo todo y...-Jin me interrumpió.
-Tenemos todo el día.-dijo seriamente.
-Okey...-una idea se me ocurrió, con esto, aunque me asustara, sería todo más rápido y fácil- ¿Qué tal si vienen a mi casa?-dije rápidamente y cerrando fuertemente mis ojos- Ya que tienen todo el día...-dije bajando mi cabeza.
   Todos me miraron sorprendidos, ya que la forma en que lo dije, rápidamente y esperando el impacto, no fue la más normal y ésta sería la primera vez que ellos vendrían a mi casa. Hubo unos segundos de silencio, que me parecieron eternos, hasta que Jin, finalmente, respondió.
-Bien.
   Yo alcé mi mirada y todos parecían estar de acuerdo con Jin. El camino hacia mi casa fue totalmente silencioso, nadie habló en ningún momento y tenía miedo hasta de respirar. Al entrar al barrio, las casas se notaban mucho más grandes y lujosas, ya que era uno de los barrios más reconocidos de todo Seúl. Ellos comenzaron a notar a lo que me refería.
Cuando llegamos a la puerta de mi casa yo me detuve y volteé hacia mis amigos. Tímidamente, les hice una señal, indicándoles que era mi casa.
-Es aquí...-dije dirigiéndome a abrir la puerta.
Todos estaban alucinados con mi casa. Parecía como si no pudieran creerme lo que les estaba contando. Maddox, al escuchar voces nuevas, vino a investigar. Ho Seok al ver un perro tan grande abalanzándose hacia él, se asustó y comenzó a correr mientras todos reían. Yo calmé a mi perro y les mostré la casa. Las chicas dijeron que mi habitación parecía la de una princesa y Ji Min y Ho Seok dijeron que querían nadar algún día en mi piscina. Cuando terminé de mostrar la casa, Jin se volteó hacia mí, esperando una explicación.
-Siéntense, les contaré todo.-hice una pausa mientras nos sentábamos en la mesa de la cocina.-Yo... cuando vivía en América, creía que tenía muchos amigos, ellos venían muy seguido a mi casa y se juntaban conmigo casi todos los días. Luego de un tiempo me enteré que esas personas solo estaban interesadas por el dinero de mi familia. Otras personas no se juntaban conmigo, porque pensaban que yo era una de esas típicas niñas egocéntricas, engreídas y desagradecidas que solo les interesa el dinero, ellas mismas y nada más. Cuando me enteré que las personas que consideraba mis amigos realmente no lo eran, caí en una depresión muy fea, me sentía realmente mal y una tonta por haber creído todo tan fácilmente. Mi padre tiene un buen trabajo y le ofrecieron mudarse a Corea del Sur. Cuando se enteró de esto, nos ofreció a todos mudarnos, pero mi madre tenía su trabajo allí y mi hermano no quería dejar de vivir en América. Como yo necesitaba un nuevo comienzo, acepté sin pensarlo dos veces. Pasé mucho tiempo estudiando todo lo que dan en las escuelas de Corea y todas las tradiciones. Al llegar aquí, decidí no contarle a nadie sobre nada de esto, ya que podría cambiar la forma en que los demás me ven. Por eso no les mostré ni dije nada de esto a ustedes desde el principio. Quería hacer amistades verdaderas y desinteresadas, por lo que tenía miedo de contarlo. Yo nunca creí que ustedes podrían estar interesados, pero debo admitir que me asustaba que creyeran que yo soy desagradecida y una mala persona.-dije agachando mi cabeza.
Una lágrima recorrió mi mejilla y yo simplemente contuve mis sollozos en silencio. Jin se acercó a mi y, manteniendo el silencio, me abrazó fuertemente, acto seguido, todos hicieron lo mismo.
-Eres una tonta.-dijo Yang Mi entre sollozos.
-Nunca dejarás de ser una chica súper agradable para nosotros.-dijo Ji Min en el abrazo.
Mis sollozos rompieron el silencio que mantenían y mi alivio se hizo mayor. Finalmente no tenía que ocultarles nada y eso se sentía muy bien. Me había desahogado de todas esas cosas que cargaba y ellos lo comprendieron, esa era la mejor parte.
Todos nos separamos un poco mientras secábamos nuestras lágrimas, en especial Ho Seok, quien había llorado incluso más que yo, y reíamos por la situación.
-¿Por qué Jung Kook si lo sabía?-preguntó Jin con recelo.
-Porque nuestros padres son compañeros de trabajo y amigos. Nos conocimos en una de las fiestas que organiza el dueño de la empresa. Nuestros padres, aprovechando que somos pareja, se juntan más seguido.
Jin se quedó sin palabras, agachó la cabeza y dijo en un susurro.
-Lo siento...
-¿Por qué?
-Porque te forcé a decirnos todo esto que es muy difícil para ti y todo por un capricho mío.-dijo furioso consigo mismo.
-En realidad, creo que lo mejor fue decirlo ahora. Me siento mucho mejor, ya no estoy asustada.-dije dedicándoles mi mejor sonrisa.
-Eres la mejor.-dijo Jin sonriéndome.
Los dos nos abrazamos nuevamente y comenzamos a reír.
-Oye, de verdad algún día nadaré en tu piscina. Lo digo en serio.-dijo Ji Min cortando el momento.
Todos reímos hasta que sentimos el ruido de la puerta principal.
-¡Cariño, ya estoy en casa!-gritó mi padre desde la entrada.
Todos me miraron a mi, esperando una reacción de mi.
-Es mi padre.-dije sonriendo.
Cuando mi padre entró a la sala y vio a mis amigos, se detuvo un momento. Él sabía de mi problema y por eso comprendía que no trajera amigos a casa. Supongo que su reacción de sorpresa se debía a eso.
-Ellos son mis amigos.-dije sonriendo felizmente.
-Wow, ¿Enserio? Estoy feliz por ti.-dijo abrazándome.
Creo que recibí muchos abrazos el día de hoy, pero eso me alegra. Luego de presentarles a mi padre cada uno de mis amigos, mi padre les ofreció quedarse a cenar y mis amigos aceptaron gustosos. Hoy fue un gran día, ya que al fin pude superar mis miedos.