Quiero conversar algunos asuntos contigo: parte 1/2

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Anoche, en la fiesta, mi madre finalmente conoció al chico del que tanto le había hablado, Jung Kook, y lo invitó a él y a su familia a almorzar mañana. Mi hermano también estaba enterado de nuestra relación, pero parece que, desde el inicio, la idea no fue de su total agrado. Tarde en la noche, al llegar a casa después de la fiesta, estaba bastante exhausta y, después de ducharme, me dirigí a mi cama. Mientras intentaba dormir, Cameron no dejaba de moverse, patearme, empujarme de la cama, quitarme las sábanas o encimarse sobre mí. Eran cerca de las 04:00 a.m. y yo aún no lograba conciliar el sueño gracias a Cameron, mientras él ya se encontraba en el quinto sueño.
Puede que, cuando me dormí, fue totalmente molesto, pero, cuando desperté, fue la mejor parte. Comencé a escuchar una voz risueña que me llamaba y unas dulces risitas casi inaudibles, al tiempo que la luz del día iluminaba mi rostro. Podía sentir algunas suaves caricias sobre mi cabeza y mis mejillas, y luego un tierno beso en mi frente. Era obvio quién era, pero..., si esa persona se encontraba en mi casa, ¡¿Que hora era exactamente?!
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*narra Jung Kook*

   Durante toda la noche no pude quitar de mi cabeza aquellas palabras que ___ había dicho, "a mí no me gusta nadie más que tú".
   Al día siguiente, cuando mi despertador comenzó a sonar, me costó un poco levantarme, pero aún así lo hice rápidamente. Una vez llegamos todos a la casa de ___, yo corrí a tocar el timbre. La madre de ___ nos abrió la puerta y, una vez la saludé, entré a la casa y saludé al hermano y al padre de ___, pero no la veía a ella. Al parecer su padre se percató de que la estaba buscando y decidió hablarme.
-Si buscas a ___, ella está en su habitación.-dijo gentilmente.
-Ok, con permiso.-dije tímidamente ante la mirada del hermano de ___.
Normalmente, trato al padre de ___ como si fuera el mío o muchísimo mejor que al mío, pero, al estar el hermano y la madre de ___, me siento algo incómodo. Silenciosamente me dirigí a su habitación y, al entrar en ésta, pude ver que aún seguía durmiendo. Se veía tan adorable durmiendo. Al parecer no ha estado durmiendo bien, la conozco y, con solo verla, puedo notarlo. Delicadamente abrí las cortinas para que entre luz y luego me senté al borde de la cama. No podía resistir algunas risas, porque se veía demasiado adorable durmiendo. Me daban ganas de jamás despertarla, pero, lamentablemente, debía hacerlo.
-Princesa...-murmuré dulcemente- Es hora de despertar, ¿No crees?
Comencé a acariciar sus mejillas y luego su cabello. A ella le encanta que yo haga eso, en especial al despertar.
-¿Cómo puedes ser tan hermosa a toda hora sin importar lo que hagas?-pensé en voz alta.
Verla dormir tan tranquila y calmada me transmitía las mismas emociones. Me sentía tan relajado y ajeno al estrés diario. Un mechón de su cabello se cayó sobre su cara al moverse, por lo que suavemente lo quite de su rostro y dejé un pequeño beso en su frente. Ella comenzó a despertar y me causó mucha ternura su cara, por lo que divertido pregunté.
-¿Dormiste bien?
-Cameron, cierra las cortinas...-dijo sin abrir los ojos y dándose la vuelta para seguir durmiendo.
-Princesa, ¿Eres consciente de que, si yo fuera tu hermano, nuestra relación sería incestuosa?-pregunté divertido.
Ella solo sonrió tiernamente y yo me derretí por completo. Ella entreabrió sus ojos varías veces y ese juego que hicieron sus pestañas en el acto me volvieron loco. Aún sonriendo, abrió ampliamente sus brazos y se adelantó a abrazarme, se volvió a recostar y me tumbó con ella a la cama. Dio una media vuelta y me dejó bajo ella, aproveché la situación y también la abracé fuertemente. Yo me sentía en el mejor lugar del mundo, realmente extrañaba tanto sus abrazos, sus sonrisas, las mañanas con ella, extrañaba todo de ella. Yo la extrañaba a ella.
De repente ella se levantó bruscamente y me miró sorprendida.
-¿Que hora es?-preguntó exaltada.
-Son las 11:15 a.m.-contesté tranquilamente.
-¡¿Por qué no me dijiste?! Dios, me quedé dormida. Tengo que cambiarme.-dijo comenzando a buscar ropa en su armario.
Ella tomó unos jeans, una camisa, un suéter y un cinturón de su armario. Se dirigió a cerrar la puerta de la habitación y, conmigo dentro, comenzó a vestirse. Aunque ella estaba de espalda a mí, yo no pude evitar sonrojarme. Yo ya la había visto varias veces sin nada de ropa, pero, hacía tanto tiempo que no la veía de esa manera, que ya me había desacostumbrado. En realidad, estamos en una etapa tan avanzada de nuestra relación que ya no necesito constantemente ver su cuerpo desnudo y todo el tiempo estar teniendo momentos subidos de tono. Últimamente, estoy realmente bien con que ella acaricie mi cabello y me de besos tiernos en la frente.
Al darme cuenta de lo que estaba pensando, solté una risa para mí mismo y ___ me miró como a un loco.
-Te estás riendo de mi cara de dormida, ¿Verdad?
-No.-contesté.
-Bueno deja de reírte y ven a ayudarme.-dijo extendiéndome el cinturón que había tomado.-Ponme el cinturón mientras abrocho mi camisa.
-Ok.-dije tomando el cinturón.
Me arrodillé frente a ___, quedando a la altura de su pelvis. Mientras le colocaba el cinturón al rededor de su cintura, ella abrochaba su camisa Debo admitir que tenía una muy buena vista.
Una vez terminé, me quedé mirándola desde allí y, antes de que abrochara los últimos botones de su camisa, dejé un suave beso en su vientre. Ella, claramente, se sonrojó y luego se comenzó a reír, al parecer no era el único desacostumbrado a esto. Yo subí hasta su altura y besé sus labios. Luego de besarla, retrocedí y me dejé caer plácidamente en su cama mientras ella se terminaba de vestir.
Al bajar a la sala, ___ saludó a todos y en el almuerzo todos tuvimos una enérgica conversación. La madre de ___ fue muy amable conmigo y mis padres quedaron complacidos con el hermano de ___. Luego de comer, mi madre y la madre de ___ se fueron a la cocina y ___ también fue para ayudar. En la sala quedamos mi padre, el padre y el hermano de ___ y yo. Nuestros padres terminaron por irse también al jardín, por lo que quedé a solas con el hermano de ___.
-Ya que estamos a solas...-comenzó- Quiero conversar algunos asuntos contigo.
-Bien.-dije aparentando no perder la calma.
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Nadie Más Que Tú • [Jung Kook y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora