La invitación

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Viernes, última hora de clases y está por terminar.
-Formen grupos y desarrollen el tema que acabo de explicar. Deben entregarlo el próximo viernes.-dijo la Srta. Soo.
-Estamos los seis juntos en el grupo ¿verdad?-dijo Yang Mi. Todos asentimos, era algo muy obvio. -Tendremos que juntarnos en la casa de alguien. Yo podría, pero mi hermano es súper molesto, no creo que quieran venir a mi casa con él allí.
-Mi hermana tampoco nos dejaría tranquilos-dijo Ho Seok .
-___, ¿Tu qué dices?¿Podemos juntarnos en tu casa? Tu hermano está en América por lo que nos dijiste ¿verdad?- dijo Ji Min esperanzado.
-Uh... si, eso creo, no lo sé, tal vez ¿Puede ser?...- dije nerviosa.
-¿Te sientes bien?-preguntó Jin.
-Tal vez tiene fiebre.-dijo Ho Seok posando su mano en mi frente.-Si, tu frente esta algo caliente.
-¡No! No es eso, creo...-dije. Todos me miraron preocupados y confundidos.-Es... que, bueno, yo...- todos me miraban atentos.-¿No hay problema...?
-Ok... entonces si no hay ningún inconveniente, nos juntamos en la casa de ___.-dijo Ji Min.
-Genial, podemos ir este martes luego de la escuela.-dijo Sook.
   Cuando salimos de la escuela, en todo el camino de vuelta a casa, estuve por fuera callada y calmada, pero por dentro muy perturbada y nerviosa, ¿Y si después de conocer que llevo una vida lujosa ya no me quieren como su amiga?¿Y si me dejan de lado?¿Y si me comienzan a odiar?¿Qué pasaría conmigo?¿Qué haré sin sus amistades?
   Cuando nos sentamos mi padre y yo en la mesa para cenar, yo aún seguía en silencio.
-Luces cansada, ¿Cómo te fue en la escuela?-Mi padre me saca de mis pensamientos.
-Bien, tenemos que hacer un trabajo grupal y tendremos que juntarnos para hacerlo, no hay problema en que vengan el martes a casa ¿verdad?
-El martes no hay problema.
-Ok.
-Por cierto, el dueño de la empresa hará otra reunión mañana, pero no será una fiesta, será una cena ¿Tu quieres venir? Tengo entendido que tus nuevos amigos irán-dijo mi padre divertido.
-Está bien por mi.-Creo que pensar en otras cosas no me hará mal.

Ya es sábado por la noche y estamos en camino a la cena. Al llegar vemos a los dos compañeros de mi padre con sus dos respectivos hijos. Entre los dos reinaba un silencio mortal. Pero al verme sus expresiones se volvieron competitivas. Mientras mi padre comenzó a hablar con sus compañeros, yo me dirigí hacia Tae Hyung y Jung Kook.
-Hola.-dije dirigiéndome a los dos.
-¡Hola!-dijeron los dos al unísono. Se miraron y comenzaron a discutir.
-¡Yo la saludé primero!
-¡Mentiroso! Ese fui yo.
Mientras seguían discutiendo, yo me dirigí a mi lugar en la mesa, ya que mi padre y algunos otros habían hecho lo mismo. La mesa era rectangular, había otras dos más en la sala y la pared vidriada  enorme que daba directamente a, como no, el jardín.
Me senté frente a mi padre, que estaba sentado entre el señor Jeon y el señor Kim. Entonces, aparecen Jung Kook y Tae Hyung y se sientan cada uno frente a sus padres, ósea yo entre ellos dos.
-La última vez les dije que no pelearan.-les dije a los dos.
-¡No peleábamos hasta recién! Pero el tonto ese tuvo que ponerse en mi camino.-dijo Tae Hyung refiriéndose a Jung Kook.
-¿Yo me puse en tu camino?-dijo Jung Kook.- Ese fuiste tú en el mío.
Entonces siguieron discutiendo y cada vez se acercaban el uno al otro amenazadoramente, en especial para mí, que estaba en el medio. Los dos apoyaron sus manos en cada una de mis piernas con todo su peso, por la inercia de la pelea.
De la nada comencé a reír como una loca y Jung Kook y Tae Hyung de a poco pararon su pelea.
-¿Estás bien?-preguntó Jung Kook extrañado por la situación.
-Jajaja-tomo aire- mis piernas.. jajajaja.... se me durmieron... jajajajaja... que fea sensación.- entonces los dos se percataron del lugar en donde estaban situadas sus manos y las quitaron avergonzados.
Cuando la cena se terminó, Tae Hyung y su padre tuvieron que irse temprano y entonces quedamos Jung Kook y yo a solas.
-Oye...-llamo mi atención con una expresión tímida.-¿Qué tal si hablamos más seguido? Podríamos hablar por mensaje si me das tu número...¡Digo! Si tú quieres, por supuesto.
-Jajaja, está bien por mi.-dije.-Dame tu celular.-él hizo lo que le pedí y anoté mi número en su celular.-Listo.-lo miré tímida.
-¡Oye, hija!-exclamó mi padre, lo que hizo que Jung Kook y yo nos asustáramos.-El señor Jeon nos invitó el martes a su casa de playa, ¿No te importa cambiar tus planes?-escuchar esas palabras fue uno de los alivios más grandes.
-No hay problema.-respondí rápidamente.
-¡Perfecto!-dijo el señor Jeon.- Traigan sus trajes de baño, hay piscina y el mar está enfrente, los van a necesitar.
Jung Kook al escuchar la palabra traje de baño se sonrojó y miró para otro lado. Luego pensé en él y yo también me sonrojé.

Los días pasaron, cuando les conté a los chicos que tenía planes con mi padre para el martes lo comprendieron y decidimos juntarnos ese mismo lunes en la casa de Jin.
Hoy es martes y estoy guardando las cosas en mi mochila para ir a la casa de Jung Kook. Él tiene mi número, pero hasta ahora no me ha hablado por mensaje aún. Supongo que debe estar ocupado y además vamos a vernos el martes, ósea, hoy.
Al llegar, todos nos reciben cálidamente, la casa es enorme, aún más grande que la mía. La señora Jeon, madre de Jung Kook, es muy agradable, aún no sé el porqué no ha ido a ninguna de las fiestas.
Mientras hablábamos , Jung Kook menciona una sala de juegos que tiene un villar, entre otros juegos, y me presumía su habilidad jugando a éste. Entonces decidimos ir a jugar un rato.
-Al final, no me has hablado por mensaje.-le dije a Jung Kook de camino al salón.
-Oh, si... no quería molestarte.
-Si molestaras, no te hubiera dado mi número.-dije entre risas.
-Ohh.. ¿Es esto una declaración que deba tomar seriamente?-dijo con cara atrevida.
Los dos reímos y cuando llegamos a la sala comenzamos a jugar. Jung Kook, al ver que no era muy buena en el villar, decidió ayudarme. Se colocó detrás de mi y me ayudó a posicionarme bien, entonces logré hacer un tiro perfecto y al saltar de la emoción y darme vuelta para abrazarlo, nuestras caras quedaron a solo unos centímetros y el momento se quedó estático. Jung Kook se veía aún mejor de cerca y posó su mirada en mis labios. Fue acercándose aún más a mi y apoyando sus manos en la mesa de villar, acorralándome entre sus brazos. Entonces, su madre intervino en ese momento.

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*narra Jung Kook*

Verla acomodar sus manos torpemente me causó gracia y ternura a la vez, así que decidí ayudarla. Me coloqué detrás de ella y le ayudé para que posicionará bien sus manos. Cuando tiró, lo hizo perfecto y saltó de la emoción, lo cual me causó ternura, porque se veía igual que una niña pequeña. De repente se volteó y quedó frente a mi. Mi corazón comenzó a latir muy rápido, ¿Qué es esto? Nunca me había pasado nada igual con ninguna mujer. Se veía hermosa, esos ojos azules me estaban mirando solo a mi y sus labios comenzaban a provocarme. Me acerqué lentamente a ella acorralándola entre la mesa y mi cuerpo, no tenía escapatoria, era perfecto. Estaba a punto de besarla, cosa que deseaba hacer desde el primer momento en el que la vi, y de repente oímos la voz de mi madre por el pasillo y el momento se arruinó.
Interiormente maldecí a mi madre como nunca antes lo había hecho.
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*narra ___*

-Niños, hace mucho calor, ¿Por qué no van a la playa?-dijo la señora Jeon en ese momento.
Ella no se había percatado de la situación en la que estábamos, porque lo había preguntado desde el pasillo y cuando entró a la habitación nosotros ya estábamos a casi un metro de distancia, debido al sobresalto que tuvimos.
-Ahh.... si, ya vamos.-dijo Jung Kook de mala gana. Yo me limité a sonreír nerviosa y forzosamente.
Salimos de la habitación para dirigirnos a donde estaban los demás, el ambiente era raro entre nosotros. Decidimos meternos al mar, entonces fuimos a ponernos nuestros trajes de baño para reencontrarnos en la playa. Cuando salí a la playa, Jung Kook ya estaba allí, se veía pensativo, hasta que se percató de mi presencia y se volteó. Al verme en bikini pude observar un leve sonrojo en sus mejillas.
Cuando entramos en el mar el ambiente entre nosotros se relajó, ya que estuvimos jugando entre las olas por un buen rato. Salimos del mar exhaustos y fuimos a cambiarnos de ropas. Al terminar de cambiarme guardé mis cosas mojadas en mi mochila y me dirigí a la sala. Jung Kook estaba esperándome ahí, al verme tomó mi muñeca y me dijo.
-Ven conmigo. Hay un lugar que quiero mostrarte.
Yo me dejé llevar por él. Al llegar al garaje, tomó un cobertor y destapó una cuatrimoto. Me indicó que me subiera y comenzó a conducir por una carretera que estaba vacía. Al parecer nadie transitaba ya por allí.
Llegamos a un lugar hermoso, era como un acantilado desde el cual se podía ver la playa y el sol casi ya formando una puesta.
El viento soplaba, el césped era de un color verde intenso y había, de vez en cuando, alguna flor amarilla, blanca o violeta. No había ningún ruido, además que el de las olas rompiendo en la arena.
Nos sentamos en el césped. Todo estaba en perfecta sintonía, el sol, el mar, el viento. Entonces, me percaté de la mirada de Jung Kook que reposaba sobre mi, parecía estar tranquilo y se veía muy bien así.
-Es hermoso.-dije.
-Si, por eso te traje aquí.-respondió.
   Cuando volvimos ya era muy tarde y mi padre decidió que era hora de volver a casa. Nos despedimos y emprendimos la vuelta.
Durante toda la semana estuve embobada, pensando en Jung Kook, esperando algún mensaje de él, y repitiendo la pregunta de ¿Qué hubiera pasado si en ese momento del villar nos hubiéramos besado?

Nadie Más Que Tú • [Jung Kook y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora