Casi dos días: parte 1/2

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   Al otro día...
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-❤️Jung Kook❤️:
Princesa, ¿Saldrás?
Estoy afuera.
                                                  :___-
                                                Ya salgo.
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     Son las 10:00 a.m. y Jung Kook ya está afuera esperándome. Hoy tuve que levantarme temprano, ya que ayer mi padre y yo volvimos algo tarde y no tuve tiempo de hacer mi bolso para hoy ir a la casa de Jung Kook. Él me dijo que llevara mi bikini, que por cierto él adora, y mi pijama, pero obviamente no voy a llevar solo eso. Tomé un bolso grande y lo llené de cosas, prácticamente me llevó  mi casa en el bolso.
      Me vestí con un short, un crop top, un kimono que llega un poco más abajo de mis rodillas y mis vans botas negras. Al salir de casa cerré la puerta y en ningún momento Jung Kook pareció sacar su mirada de encima mío. Él llevaba puesto unas bermudas, unas zapatillas y una remera abierta de los costados.
-Sabes, nunca me cansaré de decirte lo hermosa que eres.-dijo sonriendo a la vez que extendía sus brazos para tomarme de la cintura y besarme.
-Y yo nunca me cansaré de decirte que eres el novio más alargador que se puede tener.-dije riendo en sus brazos.
    Me di vuelta y me dirigí hacia mi bolso, lo tomé y luego se lo di a Jung Kook.
-¿Qué llevas ahí dentro?-dijo alucinado a la vez que lo tomaba.- Piensas quedarte más tiempo, por mi no hay problema, princesa.-dijo riendo.
Dejó mi bolso en el baúl del auto y me abrió la puerta para que me subiera, luego de que subiera al auto, cerró la puerta, dio la vuelta al auto y se subió. Comenzó a conducir y luego de acomodarse bien, colocó su mano sobre mi muslo y me miró.
-Esta vez no puedes quejarte. No hay público alguno.
Sonreí ante su comentario, lo dijo de una forma tan tierna que mi corazón casi se derrite. Coloqué mi mano sobre la suya y así fue como estuvimos casi todo el viaje.
Una vez llegamos a su casa él bajo mi bolso y su mochila, abrió la puerta y me hizo señal de que pasase.
-Siéntete como en casa.-me dijo Jung Kook.
-Ok.-le respondí.
Al no estar sus padres, obviamente, me siento más cómoda. Estaba todo algo oscuro, ya que las cortinas estaban todas cerradas, así que decidí abrirlas. El sol de la mañana era muy fuerte, con todas las cortinas abiertas, iluminaba perfectamente toda la casa.
Dejamos los bolsos en el dormitorio más grande de la casa y, como ya era la hora de almorzar, decidimos cocinar algo. Ya habíamos quedado en llevar hamburguesas para cocinar anteriormente.
-Yo iré a cocinar las hamburguesas, tú ocúpate de cortar los tomate y todo lo demás.-dijo.
-Eso haré.- dije dirigiéndome a la cocina.
Luego de terminar de cocinar, decidimos comer afuera. Hablábamos sobre qué podríamos hacer luego. Jung Kook me miró un instante.
-¿Qué?-pregunté
-Tienes un...-dijo señalando mi cara.-Espera.-dijo acercándose a mí para darme un beso en la comisura de mis labios.-¡Listo! Tenías una miga- dijo sonriendo.
Cuando terminamos de comer Jung Kook propuso ir a la piscina, nos pusimos nuestros trajes de baño y él me miraba atentamente, ya que me estaba poniendo protector solar en la nariz.
-¿Por qué solo en la nariz?-preguntó.
-Porque ya me puse en el resto del cuerpo y en la nariz usó un protector más fuerte porque es muy sensible al sol.
-Aww...-dijo mirándome tiernamente.
-¿Qué?
-Eres sensible ¡Lo sabía!
-Solo dije que mi nariz es sensible al sol.
-Y eso es muy tierno. No, tú eres tierna.-dijo abrazándome.
Yo reí ante este acto que le provocó ternura y él me miró para luego correr y tirarse como una bomba en la piscina. Algunas gotas de agua llegaron hasta mi y estaban súper frías.
-¡Ven! El agua está hermosa.-gritó Jung Kook desde la piscina.
-¡Ni loca! Está helada. Yo me sentaré en el borde y te observaré desde aquí.
Jung Kook nadó hasta donde me encontraba y se colocó entre mis piernas abrazándose a mi cintura. Al estar todo mojado yo intenté zafarme, pero Jung Kook me besó y luego me tiró a la piscina. Yo me enojé, pero solo por ese instante. Luego seguimos nadando un rato hasta que se hizo más tarde y yo decidí salir, porque ahora verdaderamente tenía frío.
Jung Kook tomó una toalla y la pasó por encima de mis hombros abrazándome a la vez. Nos quedamos así un rato hasta que estuvimos secos y entramos. Luego de ducharnos y cambiarnos, decidimos ver películas desde el sofá.
-Ven aquí, princesa.-dijo Jung Kook palmeando sus piernas, yo obedecí y me senté encima suyo.
     Al principio me sentía algo incomoda, pero Jung Kook me tomó y me movió fácilmente, ya que él es muy fuerte y yo para él soy muy pequeña, y quedamos cómodamente acurrucados. Yo quedé entre sus piernas, y no encima, recostada sobre su pecho y él me abrazaba mientras estaba recostado en el respaldo del sofá. Cenamos mientras seguíamos viendo películas. Cuando terminamos yo me levante del sofá y Jung Kook me hizo un puchero extendiendo los brazos para que yo vuelva a acurrucarme como estábamos hasta recién. 
-No, hay que lavar todo lo que ensuciamos en la cocina.-dije mientras recogía los platos.
-Bien.-dijo mientras seguía viendo la película desde el sofá.
     Le puse pausa a la película y lo miré seriamente.
-¡No!, ¿Por qué hiciste eso?
-Porque quiero que me ayudes.
-Pero no sé lavar los platos.
-Entonces los secas. Toma los vasos y vamos a la cocina.-dije dirigiéndome allí.
-Eres aún peor que mi madre...-murmuró.
-¿Qué dijiste?
-Nada.
      Jung Kook tomó los vasos de mala gana y me siguió hasta la cocina. Yo comencé a lavar los platos y Jung Kook, en vez de secarlos, me abrazó por atrás y apoyó su cabeza en mi hombro. Dejó un beso en mi cuello y se dedicó a sonreír mientras yo me sonrojaba. Jung Kook nunca secó los platos, así que quedaron escurriendo. Cuando yo terminé Jung Kook comenzó a dejar pequeños besos en mi cuello, hombros, espalda y todo lo que él alcanzara a besar. Yo me volteé y nos comenzamos a besar al principio lentamente, pero entre más nos besábamos más apasionados se volvían nuestros besos y más corta nuestra distancia. Jung Kook me levanto, yo enrollé mis piernas alrededor de su cintura y él comenzó a caminar hacia el dormitorio. Abrió la puerta de este de par en par y me quitó mi blusa. Me dejó en la cama y yo aproveché a quitarle su remera.
Todo esto estaba pasando demasiado rápido, En esa habitación tan tranquila ahora se podía sentir la pasión en el aire. Jung Kook me quitó mis shorts y se apartó para observarme. Yo estaba ahora solo en ropa interior y tenía al hombre que amo observando cada centímetro de mi cuerpo y lo poco de ropa que me quedaba. Nunca olvidaré esa mirada.

Nadie Más Que Tú • [Jung Kook y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora