Solo por ti: parte 2/2

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Rápidamente tomé mis llaves y abrí la puerta de mi casa, para luego abrir la puerta que da a la calle. Al abrir esta última, pude ver a Jung Kook recostado sobre la pared y, aún así, tambaleándose.
-¿Jung Kook?
-¡Prin...cesa!-dijo mirándome alegre.
Él se veía algo atontado, pero no de una forma normal. Olía horrible, era una mezcla de alcohol, humo y sudor. No lo sé, de lo único que estoy segura es de que había estado tomando. Eso era obvio e innegable.
-¿Cómo llegaste aquí?
-Pues... estaba por conducir, pero recordé lo que me habías dicho de no conducir ebrio y que lo había prometido por ti, así que... vine caminando. En realidad...-dijo acercándose a mí- No estoy ebrio... solo quería verte.-susurró para luego comenzar a reírse como un niño que acaba de hacer una travesura.
No pude contener una risita. Él se veía muy gracioso y adorable en ese estado.
-¿Puedes entrar tú solo?
-¡Claro..!
Hizo un intento de incorporarse, pero se tambaleaba demasiado, por lo que terminé decidiendo ayudarlo. Lo conduje a la entrada mientras él balbuceaba. Al entrar todos me miraron algo confundidos.
-¡Oh!, ¡Es...cierto! Tus amigos estaban aquí. Jajaja lo había olvidado. ¡Oye! Ahora que veo a Ji Min recordé algo que vi mientras venía aquí...jajajaja... a que no lo adivinas...-dijo riendo como niño pequeño.
-No lo sé...
-¡Vi a un duende! Y estaba bailando... jajajaja.
-¡Oye, eso es cruel!-chilló Ji Min desde su lugar mientras Yoon Gi y los demás reían.
-¿Enserio?-pregunté divertida a Jung Kook.
-Si... jajajaja, aunque creo que se burlaba de mí...-dijo ahora serio.
Al llegar a los pies de la escalera, contemplamos el camino que faltaba para llegar a mi habitación, ya que yo quería que él descansase.
-Lo hizo otra vez...-dijo serio.
-¿Tu...?-detuve la pregunta, ya que era algo muy obvio.
-Si...
-¿Y qué hiciste?-pregunté preocupada.
-Seguí su juego,...me dejé llevar.... devuelta.-dijo melancólico sosteniéndose de la pared.
   Se veía realmente mal, cansado, dolido. Verlo así me rompía el corazón. Era verdaderamente doloroso para mí verlo así.
-Él...-dijo intentando fallidamente contener las lágrimas- sigue criticándome. Igual que siempre.- su voz se quebró y él dejó escapar algunos sollozos- Me siento un idiota... no quería molestarte de nuevo y aquí estoy. Estorbando.
-No... no lo haces.-dije limpiando dulcemente sus lágrimas.
-¡Si...! Lo hago, ¡Lo peor es que tiene razón! Soy solo una carga... para todos.
-No para mí.
-Claro que si... mírame... acabo de interrumpir el momento que se suponía estarías con tus amigos.
-Si, pero...-él no me dejó terminar.
-¿Por qué no me has dejado aún...?, ¿Qué fue lo que hice tan bien como para tenerte a mi lado...? Soy tal cual mi padre dice... él si tiene razón...soy un... desastre.-sus sollozos se hacían cada vez más presentes- Lo siento... Realmente lo siento... ni siquiera te merezco.
-¡Basta!-exclamé muy seriamente-¡Deja de subestimarte! Deja de hacerlo...-dije tomándolo para comenzar a subir las escaleras.
Todos tenían lo ojos como platos, nunca me habían oído hablar de esa forma tan seria y firme. Jung Kook dejó de llorar y se quedó sorprendido en silencio.
-Tú si me mereces... te ganaste mi corazón. Eso lo convierte en tuyo.-dije algo sonrojada.
Jung Kook se quedó en silencio unos momentos, como pensando en lo que le acababa de decir. Pero no tardó mucho en contestar.
-¡Que injusticia!-exclamó frunciendo el ceño.
-¿Qué?-dije a punto de golpearlo.
-¡Tú robaste el mío la primera vez que te vi! Aunque me di cuenta tiempo después...-dijo bajando el tono-¡Yo tuve que ganarme el tuyo! ¡Eres una ladrona! Primero robas mi corazón, luego suspiros, miradas y besos... ¡Ladrona!
-¡Oye! ¿Y qué hay contigo?
-Bueno...yo solía ser ladrón, pero cuando te conocí me convertí en cleptómano, cariño.-dijo sonriendo de lado.
Al llegar a la habitación le quité la ropa, ya que olía horrible, y le dije que se recostara en la cama. Me senté al borde de ésta y tapé a Jung Kook con las sábanas. Estaba a punto de irme, cuando él me retuvo de la muñeca y me miró suplicante
-¿Puedes... quedarte hasta que me duerma..?
-Si...-dije mientras acariciaba su cabello.
Una vez Jung Kook se durmió, bajé las escaleras para poner su ropa a lavar y volver con mis amigos. Al regresar con ellos todos me miraron compadecidos.
-¿Problemas con el padre?-preguntó Jin.
-Si...-dije mientras dejaba lavando la ropa.
-Wow... nunca pensé que alguien como él podría tener un lado tan débil...-dijo Yang Mi preocupada.
-Todos tenemos uno.-dijimos Yoon Gi y yo al mismo tiempo.
Reímos algo tristes y dejamos el tema allí. Los chicos decidieron irse, ya que era bastante tarde. El tiempo se nos había pasado volando. Organicé todo antes de volver a mi habitación. Una vez allí me puse mi pijama y me recosté abrazando a Jung Kook.
A la mañana siguiente me desperté algo tarde, pero estaba muy cansada, por lo que decidí quedarme recostada junto a Jung Kook. No mucho tiempo después él despertó y de un golpe saltó de la cama exaltado.
-¡¿Como llegué aquí?!-me miró a mí que estaba entre las sábanas aún-¡¿Qué pasó anoche?!
-Tuvimos sexo salvaje.
-¡¿Qué?!
-Jajaja, tranquilo. Es broma.
Él se dejó caer devuelta en la cama y se volteó a mirarme. Acarició suavemente mi mejilla y luego besó mi frente.
-No vuelvas a bromear así.
-¿Qué no te gustaría tener sexo salvaje conmigo?-pregunté mirándolo a los ojos.
-Claro que me gustaría, pero prefiero no tenerlo a tenerlo y olvidarlo.
-Jajaja ok, entonces me quedo tranquila.
Nos quedamos un rato más así, hasta que nos levantamos y yo comencé a cambiarme.
-¿Y mi ropa?-preguntó Jung Kook extrañado-Un momento... ¿Por qué estoy solo en bóxer?
-Porque anoche olías horrible, así que te saqué la ropa y te metí en la cama.
-Pequeña pervertida...-dijo Jung Kook sonriendo de lado, tomándome de la cintura y dándome un tierno beso en los labios-Uf... mi cabeza parece que va a explotar.
-¿Resaca?
-Si... resaca.
-Ok, busco tu ropa y algunos analgésicos.
-Gracias...-dijo recostándose lentamente en la cama.
Al bajar recogí su ropa, ya seca, y le pedí a mi padre que buscara los analgésicos. Le di su ropa a Jung Kook y, luego de que se vistiera, bajamos a desayunar. Luego de eso Jung Kook se quedó en mi casa, ya que no quería ver a su padre. Mi padre lo comprendió y le dejó quedarse. Al día siguiente él me acompañó a la escuela y luego se fue a la suya. Luego de la escuela él volvió a su casa y yo me quedé con mi padre en mi casa. A eso de la noche del lunes, mientras mi padre cocinaba y yo veía la televisión, el teléfono de la casa comenzó a sonar.
-Cariño, ¿Puedes contestar?-preguntó mi padre desde la cocina.
-Si...
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-¿Hola?
-Hola, señorita. Aquí habla Bob el constructor, me informaron que a su hermano se le cayó el celular por tercera vez consecutiva en el inodoro y su celular ya no responde. Un minuto de silencio, por favor...
-¿Cameron?, espera...¿Tu celular se volvió a caer en el inodoro?
-No soy Cameron, soy Bob el constructor.
-¿Y qué tiene que ver Bob con el difunto celular de mi hermano?
-Pues... yo destapé su cañería.
-Que asco...
-Si... jajaja. ¿Como está mi hermanita preferida?
-Pues... un dinosaurio se comió mis pantuflas.
-Jajaja ¿Enserio? Maddox es el mejor.
-¡Oye! Eran mis preferidas.
-Jaja, ok, ok. Ya enserio, ¡Tengo noticias!
-¿Si? ¿Cuáles?
-Son...*ruidos raros de supuestos tambores hechos por Cameron*...¡Iremos de visita a Corea!

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Nadie Más Que Tú • [Jung Kook y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora