Nadie Más Que Tú • [Jung Kook y tú]

Amigos verdaderos

   Al otro día en la escuela, yo llegue aún algo enfadada por lo ocurrido el día anterior. Cuando llegué me encontré con la chicas y estuve junto con ellas hasta que comenzó la primera clase. El ambiente era extraño, si yo hablaba no había mucha respuesta de su parte, por lo que, al contrario de todos los días, mantuvimos el silencio entre nosotras.
Cuando la clase terminó, el silencio aún seguía y yo comenzaba a sentirme bastante incomoda. Yo me sentía mal por estar así con Jin, pero tanto él como Jung Kook, se lo habían ganado. Él parecía bastante nervioso, pero, por mucho que quisiera, no podía acercarme así como así para preguntar. Volteé a mirar hacia la ventana, ya que el silencio que reinaba entre nosotros no era nada interesante. Todos se fueron del salón y quedamos nosotros seis, solos en el salón. Cada quien se encontraba en su respectivo lugar, en silencio. La atmósfera era muy rara, ¿Acaso ocurrió algo ayer luego de que yo me fui? Me encontraba muy sumergida en el silencio mientras observaba el paisaje, del jardín de la escuela, a través de la ventana cuando la voz de Sook me sacó de mi concentración.
-Yo...-dijo nerviosamente- quería hablar contigo-Jin la interrumpió.
-¡No!, yo quiero hablar seriamente con ella.-dijo pareciendo furioso.
   ¿Por qué él se ve furioso conmigo?, soy yo quien debería estar furiosa con él.
-Seré directo contigo...¿Qué somos para ti?-dijo Jin mirándome a los ojos.
-¿A qué viene esto?-respondí algo confundida.
-Responde mi pregunta.
-Ustedes son mis mejores amigos, ¿Por qué preguntan algo tan obvio?
-Si somos tus mejores amigos, entonces ¿Por qué no sabemos nada sobre ti?
-De eso quería hablar yo también.-dijo Sook.
-Yo también.-dijo Yang Mi.
-Debo admitir que me estuve comiendo la cabeza con eso.-dijo Ho Seok.
-Yo anoche no pude dormir.-dijo Ji Min.
-¿Cómo que no saben nada?, Ustedes son de las personas que más me conocen.
-No tanto como tú noviecito.-dijo Jin apartando la mirada.
-¿A qué te refieres?
-Me refiero a que no sabemos nada básico de ti. Nunca hemos ido a tu casa, no sabemos dónde vives, no conocemos a tu padre ni a tu familia, ¡No sabemos nada!
   Todos me miraban. Yo estaba totalmente perpleja, como congelada. Ellos exigían saber más sobre mí, lo que quería decir que sabrían sobre que provengo de una familia adinerada y no querrían ser más mis amigos. El pánico me invadió por completo y lágrimas amenazaban con salir. Aunque hubiese querido, no podía contestar, mi voz simplemente no emitía ningún sonido, no se dejaba oír. Al sentir mis lágrimas casi salir, corrí y me alejé de aquel salón. Luego de cruzar aquella puerta, mis lágrimas de pavor comenzaron a brotar bruscamente. Mientras corría, mis lágrimas caían y sentí mis peores miedos hacerse realidad. No quería perderlos, no a ellos. Desde un principio tuve en mente que algún día lo sabrían, pero aún no estaba lista.
Yo corría con la cabeza gacha y mirando al suelo, para que la gente no viera mi mal estar. Al no fijarme por el camino, choqué brutamente contra alguien. Esta persona era un hombre, me retuvo un segundo entre brazos.
-Oye, ¿Estás bien?-preguntó una voz familiar.
Al subir mi cabeza, vi a Min Yoon Gi, el capitán del equipo de basquet, mirándome preocupado, y su preocupación pareció ser mayor al ver mis lágrimas. Yo solo me solté de su agarré y seguí corriendo. Me dirigía a un lugar apartado en donde sabía que no encontraría a nadie. Al llegar, me sostuve del árbol que se encontraba en ese pequeño y solitario lugar, ya que sentía como si hubiera perdido todas mis fuerzas. Apoye mi espalda contra el tronco de éste y me dejé caer lentamente al suelo, quedando sentada en el césped con mi espalda descansando sobre el tronco.
Poco tiempo después, escuché a alguien agitado acercarse a mi. Miré a mi lado y vi a Yoon Gi sentándose mientras recuperaba el aliento.
-Eres tan pequeña que te pierdes rápido entre la gente.-dijo observando mis ojos llorosos.
Se acercó a mí y limpió cuidadosamente mis lágrimas con sus dedos. Se quedó viéndome unos segundos y luego apartó la mirada. Ese gesto me confundió un poco, ya que él es, según todos, un chico muy frío y distante, pero eso dejó en evidencia lo contrario.
-Llorar no te favorece.-dijo mirando a sus manos- Los ojos se ponen rojos y tus mocos se aflojan, es todo un asco. Te aconsejo no hacerlo.-dijo riendo.
   Ese comentario me causó gracia y no pude contener una risita, el pavor desapareció por unos instantes, pero no tardó en volver. Yoon Gi notó mi cambio de expresión y se volvió hacia mi.
-¿Por qué llorabas?-preguntó.
-Es una larga histo-me interrumpió.
-Tengo tiempo.
   Suspiré dolorosamente y tratando de calmarme lo más posible. Él tenía toda su atención sobre mi. Estuve unos minutos buscando las palabras y tratando de no decir demasiado. Pero...¡A la mierda! Se lo diré todo.
-Yo... primero quiero que me prometas que no dirás nada a nadie.-Lo miré seriamente.
-¿Tengo cara de hablar mucho?-dijo divertido, pero yo no cambié mi expresión.-Lo prometo.
-Ok...confío en tu palabra.-tomé aire para continuar- Yo tengo cinco amigos cercanos, que hice cuando llegué a esta escuela. La cosa es que yo sé mucho sobre ellos, conozco a sus familias y de sus vidas, pero ellos no saben casi nada sobre mí y ahora me cuestionan si verdaderamente los considero mis amigos, ¡Yo obviamente los considero mis amigos! Ósea, son mis mejores amigos... pero tengo miedo de contarles...
-¿Que te asusta?, ¿Por qué no quieres contarles sobre ti?
-Porque... cuando les cuento de cómo es mi vida, la gente me suele tratar diferente. Como el típico estereotipo de persona que tiene ese tipo de vida. En América, yo estaba con gente a la que consideraba amigos, pero luego descubrí que solo me querían por dinero y todo ese tipo de cosas. Me sentí muy mal y por eso cuando mi padre me ofreció mudarme aquí, accedí fácilmente.
-¿Tus padres están separados?
-¿Qué? No, ellos no están separados, solo son la típica pareja que aún tiene amor puro. Ellos dicen que la distancia no es tan fuerte como para causar un divorcio.
-Wow...-dijo aún procesando la información.- En resumen, no quieres que tus amigos sepan que eres rica, porque tienes miedo de que se espanten porque no les contaste antes o que se queden solo por el dinero. ¿Me equivoco?
   Me quede un momento congelada. Es como si, en base a lo que le dije, pudo averiguar todos mis pensamientos.
-No..., no te equivocas.
-Bien, yo creo que deberías decirles y, si ellos se quedan por dinero deberías notarlo y si se van, entonces no estarás sola.-dijo mientras se levantaba.-Seamos amigos, pero no por dinero. ¿Amigos verdaderos?-dijo mientras me extendía su mano.
   Tomé su mano y él me ayudó a levantarme.
-Amigos verdaderos.-dije asintiendo mientras recuperaba mi sonrisa. 
   Ahora me sentía mucho mejor, al menos, si todo salía mal, no iba a estar totalmente sola. Tocó el timbre y cada quién tuvo que ir a su salón. Al llegar a mi salón, vi a los chicos que, al ver mis ojos llorosos, parecieron preocupados. Yo me senté en mi asiento, decidida a que en la salida les contaría todo.