La fiesta de la empresa

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Ya es fin de semana. La semana pasó demasiado rápido. En la escuela pasamos los días conociéndonos mejor entre los seis, que, oficialmente, somos amigos y creo que mi alegría, respecto a eso, no puede ser mayor.
Pasamos la semana aprendiendo mucho de Yang Mi, debido a que ella conocía a la mayoría de alumnos de la escuela, porque muchos alumnos estudiaban en la escuela media a la que ella asistía. Sook y yo somos nuevas, en especial yo, y ni los chicos conocían a tanta gente.
En fin, además de otras personas, nos conocimos mejor entre nosotros, Yang mi es muy sociable, Sook es muy tímida, Jin ama la comida, Ji Min también es algo tímido, pero, aún así, hace muchas tonterías y Ho Seok ama bailar. Yo soy la que suele abrazarlos y complementar las estupideces de los chicos mientras Yang mi y Sook se dedican a reír y mirar divertidas. Al principio cuando los abrazaba o me tomaba del brazo de alguno, se tensaban y sentían incómodos, y yo tenía que disculparme, pero al parecer se acostumbraron a mí o eso creo.
Hoy es sábado y esta noche es la fiesta que organiza el dueño de la empresa en la que mi padre trabaja. Acabo de ducharme y aún estoy indecisa de que ponerme. Termino optando por un vestido color rosa crema y unos zapatos a juego, con el cabello suelto y un perfume dulce y suave, mi preferido.
Tomo mi celular y me dirijo hacia mi padre que lleva puesto el mismo traje que siempre usa para estas fiestas.

    Cuando entramos, definitivamente, no conozco a nadie. Al parecer, a mi padre le pasa lo mismo que me pasó a mí en la escuela, todos lo miran y, en consecuencia, a mí también. Creo que comienzo a sentirme algo incómoda cuando a mi padre, las mujeres supongo que de su edad, comienzan a mirarlo casi con lujuria. Es normal que les parezca atractivo a algunas mujeres, es alto, está en forma, tiene los ojos azules, como los míos, supongo que los heredé de él, pelo castaño oscuro y parece más joven de lo que verdaderamente es, pero de todas formas sigue casado, es algo cursi, pero mis padres dicen que el amor supera la distancia y que se aman demasiado para separarse por eso, además confían ciegamente el uno en el otro, lo cual me hace querer tener a alguien así, tengo fe en que algún día lo voy a encontrar.
     Noto que no hay muchos familiares en esta fiesta, y creo que me siento algo perdida, porque el salón es muy grande. Logro ver al final de este una pared literalmente de vidrio con una puerta que lleva a un jardín, creo que me gustaría verlo.
   Mi padre se acerca a un hombre al que saluda con mucha confianza, también heredé eso de él, y luego me presenta a él.
-Ella es mi hija, ___.- mi padre me señala.- Él es el Sr. Jeon, mi compañero.-dice mientras el señor Jeon sonríe.
-Es un gusto.- digo mientras sonrío.
-El gusto es mío.-dijo mientras me extendía su mano.-Ella es igual a ti, ¡oh! Esperen un segundo.
    El señor Jeon se marcho y por un instante desapareció entre la gente, en el que le dije a mi padre.
-Realmente no hay casi nadie de mi edad.
-El hijo de señor Jeon es sólo dos años mayor que tú, yo sé que sabrás congeniar, después de todo eres mi hija- dijo guiñándome un ojo y yo le sonreí.- Y... si verdaderamente no te gustan estas fiestas no te obligaré a que sigas acompañándome.-asentí en señal de respuesta en lo que el señor Jeon volvía con alguien detrás de él.
-Él es mi hijo,-nos anunció- se llama Jeon Jung Kook.
    Era un chico alto, ya que me llevaba casi una cabeza, vestido de traje, con pelo y ojos oscuros, ¿Cómo no?, muy apuesto y tenía la mirada puesta en mí, lo que hizo que me sienta algo intimidada.
-Él es el señor ___.-dijo el señor Jeon dirigiéndose a su hijo.
-Es un gusto, Jung Kook.- dijo mi padre mientras se daban la mano.
-El gusto es mío.-dijo maduramente.
-Y ella es___, su hija.-dijo el señor Jeon, a lo que su hijo volvió a posar su mirada en mi.
-Encantado.-dijo con una sonrisa. Su voz era suave pero firme a la vez.
-Igualmente.-respondí devolviéndole la sonrisa.
-Bueno, creo que deberían conocerse mejor, ¿Tu que dices compañero?- preguntó el señor Jeon a mi padre.
-Me parece bien, vamos para allá.-respondió en lo que nosotros no podíamos creer la situación.
  Nos miramos atónitos y luego divertidos.
-Creo que estoy de acuerdo con ellos.-dijo sonriendo de lado. Yo me sonrojé y le respondí.
-Si...-Lo miré y luego miré en dirección al jardín de nuevo.
-¿Quieres salir?-me preguntó al seguir mi vista.
-Estaba pensando en que no me haría mal ir a tomar algo de aire.
   Cuando llegamos al jardín nos sentamos en uno de los sillones que había allí. Hablamos por un rato, era agradable pero parecía algo engreído. En la conversación pude sentir como su mirada se desviaba varias veces de mis ojos a mis labios, piernas o escote, lo cual me incomodaba a veces y, al ver que no respondía devolviéndole esas miradas, pareció extrañarse. Al entrar luego de seguir hablando por un rato, Jung Kook se chocó contra un chico y, su actitud cambió drásticamente, su rostro se llenó de cólera, miró al chico de forma altanera y le dijo.
-Fíjate por donde caminas.-El chico me miró por un instante, era alto y bastante atractivo, y le dijo.
-Tu me chocaste. Deberías ser tu el que tenga más cuidado.-El chico se dirigió a mi y me dijo- Princesa ¿Por qué no vienes conmigo? No deberías juntarte con brutos como este tipo, soy Kim Tae Hyung, un placer.-dijo sonriendo de lado sin quitar sus ojos de mí ni un segundo. Al parecer ellos ya se conocían. Jung Kook se enfureció y tomó al chico del traje, a lo que él respondió haciendo lo mismo. Estaban a punto de golpearse y la gente comenzó a observar la pelea.
-¿Enserio?-dije, entonces ellos me miraron.-¿Ustedes son conscientes del porqué se están peleando, verdad?-intercambiaron miradas y luego me miraron confundidos-Parecen dos tonos y para nada civilizados-dije riendo para mis adentros, dándome la vuelta y alejándome, para provocarlos y que dejaran su pequeña disputa. Me senté en un taburete de la barra de tragos que había y enseguida se sentó uno a cada uno de mis lados.
-Yo si soy civilizado-dijo Tae Hyung mirándome enfadado pero aún confundido.
-¡Y yo no soy un tonto!-dijo Jung Kook casi haciendo un puchero.
-Si, ¡porque la violencia es tan civilizada y recurrir a ella es solo para la gente que piensa antes que dejarse llevar por su orgullo! -dije ya casi a punto de soltar una carcajada por la situación de ver a esos dos chicos, que parecen tan serios y adultos, actuando como dos niños pequeños.
   Por un segundo se formó un silencio, parecían reflexionar sobre la indirecta que acababa de hacer, entonces Tae Hyung rompe el silencio.
-Oye, aún no se tu nombre.-se dirigió a mí con una sonrisa ladeada. Jung Kook lo miró enfadado.
-Y tampoco lo sabrás. -le respondió.
-¡Hey! Si él lo sabe, yo también tengo derecho a saberlo, ¿Verdad princesa?-se dirigió a mi.
-No, no y no.-dijo Jung Kook- Yo la conocí primero y tengo más derecho que tú. Ven, vayámonos para otro lado-dijo tomándome de la muñeca, pero Tae Hyung tomó mi otra muñeca.
-Ven conmigo. Ya te dije, él no te conviene.-dijo Tae Hyung, provocando a Jung Kook.
   Devuelta en lo mismo, pero esta vez la disputa es por mí. Ya no sé que hacer. Entonces llega mi padre con el señor Jeon y un hombre más.
-¿Ustedes peleando devuelta? ¿Acaso no les bastó con la escena que hicieron el otro día en la escuela?-dijo el hombre que los acompañaba. Enseguida pude deducir de manera obvia de donde se conocían.
Tae Hyung y Jung Kook me soltaron y miraron apenados hacia el suelo. Mi padre me miró divertido.
-Bueno parece que hiciste nuevos amigos.-dijo mi padre mirando a los dos chicos que estaban a mis dos costados. Él es el señor Kim.- prosiguió mi padre señalando al hombre que tenía a su lado.
-¡Oh! Entonces él es tu padre.-le dije a Tae Hyung , quien se limitó a mirarme y asentir.
-Bueno, por desgracia ya es tarde y debemos ir a casa.-dijo mi padre.- Despídete y nos vamos.-asentí mientras mi padre y los otros dos hombres se dirigían hacia la puerta.
   Me dirigí a los dos chicos, que mi miraban con caras injustas. Miré a Tae Hyung y le dije.
-Me llamo ___.-Jung Kook me miró enfadado. Ahora me dirigí a los dos y les dije.-Bueno, debo irme, adiós. ¡Ah! Y otra cosa, dejen de pelear.-les di un beso en la mejilla a cada uno, que los dos respondieron sonrojándose. Me di la vuelta y me dirigí a mi padre que me esperaba en la entrada.

Nadie Más Que Tú • [Jung Kook y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora