Micaela
Un nuevo día comenzaba y con ello volvía a retumbar el sonido de la alarma. ¿Podría tomarme otro día de descanso? Me pregunté al frotar con pereza mis ojos. Bajando los pies a la alfombra felpuda de mi habitación, caminé hacia el baño para tomarme un largo baño. Era necesario que lo hiciera para mantenerme despierta durante todo el día.
Por su parte, el sol quemaba afuera pero decidí caminar igual ya que no podía darme el lujo de pagar el boleto del colectivo. Al llegar, la veterinaria me miró asombrada y preguntó:
---- ¿Qué estás haciendo aquí?
---- Vengo a trabajar.
---- De ningún modo, estás enferma y debes hacer reposo----.
Cuando quise oponerme, ella pasó de su semblante serio a un rostro alegre. ¿Qué estaba pasando? Mirando hacia su dirección, vi a un chico joven de cabello castaño claro, con gafas de aviador y con un cuerpo bien trabajado. Además, su cara también denotaba felicidad al ver a mi jefa, la señorita Molinas.
---- ¡Viniste! ---- Exclamó antes de abrazarlo. ¿Quién era él?
---- Siempre cumplo lo que prometo----. Tomaba sus gafas, las guardó en el bolsillo de su chaqueta antes de posar sus ojos celestes lentamente en mí. Poco después, ella también lo hizo.
---- Mica, él es Eric, mi sobrino. Eric, ella es Mica y trabaja aquí conmigo----.
---- Mucho gusto
---- El gusto es mío----. Tomando mi mano, depositó un beso en ella.
¿Qué estaba haciendo? Nadie en la vida había realizado aquel gesto tan dulce y delicado hacia mi persona.
Clara, gracias a dios, me sacó de aquella ensoñación al tocar mi hombro.---- Ya que no te dejaré trabajar, puedes acompañar a mi sobrino a recorrer un poco la ciudad. Creo que un poco de distracción y aire puro te haré bien----. En un primer momento, quise decirle que no porque ya anticipaba que me sentiría incómoda delante de Erick pero cuando vi sus ojos rogando un poco de benevolencia terminé por hacerlo.
---- ¿Vamos?
Dándome por vencida, me dirigí hacia afuera. En cuando Erick estuvo conmigo, fuimos hacia su Audi negro y abriéndome la puerta, me invitó a subir. Y mientras esperaba que él ocupara su lugar, pensé en que este día iba hacer largo.
Sebastián
Un fuerte golpe en mi cabeza hizo que prácticamente saltara de mi cama. Tratando de calmar mi corazón, giré mi rostro para ver junto a la puerta a mi hermana.
---- ¿Qué te sucede? ¿Acaso no puedes dejarme dormir en paz?----.
---- Tu noviecita ha estado llamando toda la mañana y no tengo por qué soportarla----. Así como en su momento me pegó como una de sus zapatillas deportivas, ahora lo hacía con mi celular. Recostándome en mi cama nuevamente, cerré los ojos, pero la tranquilidad no duró demasiado ya que este comenzó a sonar, produciéndome ganas de tirarlo por la ventana.
---- Hola----. Tal vez escuchándome dormido me dejaría en paz. No quería salir con ella, ni mucho mejor acompañarla al shopping.
---- Tienes diez minutos para levantarte de esa jodida cama e irte directo a Starbucks porque mientras tú estabas durmiendo, Erick Molina aterrizó en un vuelo privado en Ezeiza y no podemos desaprovechar la oportunidad de hablar con él para que nos ayude, bebe. Así que ¡Apúrate!----. Gritó, aturdiéndome.
¿Erick Molina? ¿Nuestra oportunidad? ¡Dios mío! Bastó solo una vez decirle que bailaría con otra chica en la competencia para que ella me hiciera la vida un infierno y así la terminara eligiendo a ella. No iba a mentir que tenía un buen cuerpo, pero no servía para el baile. Le faltaba emoción, soltura, espontaneidad, dulzura y libertad.
Ni bien me encontrara con Micaela debía comunicarle mi cambio de decisión para que no siguiera haciéndose ilusiones.Tomando una ducha rápida, me dirigí hacia la cocina para comer una tostada con mermelada y salir corriendo hacia el garaje. Al llegar a la dirección que ella me pasó, la vi cuando me levantó su mano. Hubiera deseado darme la vuelta e irme para no verla, pero oportunidades como estas no se daban dos veces en la vida. Lentamente me acerqué y cuando pensaba simplemente tomar asiento en frente de ella, me sorprendió levantándose y plantándome un beso en frente de todos. A pesar de ser actor, acciones como esta me ponían nervioso. Sujetándome más contra ella, decidí seguirle el juego.
Micaela
No llevamos 15 minutos de conocernos y realmente me llevaba de maravillas con Erick. Era una de esas personas que lograba ganarse la confianza en cuestión de segundos.
---- Entonces, cuando mi papá se dio cuenta de lo que hice, me obligó a trabajar con mi tía Clara.Por eso me encanta la veterinaria y me encantan los animales ----.
---- ¿A qué te dedicas?----. Pregunté, pensando en lo que había dicho anteriormente.
---- Me hubiera gustado trabajar de lo anterior, pero mi pasión por enseñar y por bailar me pudieron mucho más----.
---- ¿Eres bailarín?
---- ¡Uno de los mejores en Latinoamérica! ----. Guiñándome el ojo, siguió mirando la ruta como si nada.
---- ¿Enseñas? ----. Con cierta esperanza, esperé su respuesta.
---- Sí, tengo mi academia en Panamá. Es donde vivo actualmente----.
¿Vivía en Panamá? ¡ Qué sorprendente! (Como todo lo demás.)
---- ¿Acaso no me conocías? ----.
---- Si te digo que sí, te miento---. Esperando unos segundos, le confesé mi sueño.---- Me gustaría ser bailarina profesional, pero hasta ahora no se me ha dado la posibilidad. Debe ser difícil igual----.
---- ¿Y si te ayudo con ello?
---- Eres demasiado bueno, pero lo que menos quiero es molestarte, Erick----.
---- No lo harías. Creo que hasta me fascinaría tener una alumna de tu talla.
¿Él me iba a ayudar? ¿Dónde estaban las cámaras?
Tiempo después, los dos seguimos platicando hasta abandonar el auto y dirigirnos hacia el Starbucks que había elegido para tomar algo. Riendo por un chiste realmente malo de su parte, miré hacia dentro para encontrarme con él. Instantáneamente mi sonrisa se borró. ¿Sebastián tenía novia?
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Mi último baile
RomanceEl baile cautivó a dos corazones que más tarde se unirían y formarían uno solo.