Un nuevo día comenzaba y el color azul del mar resplandecía a lo lejos. Girándome lentamente en la cama, miré mi reloj electrónico. Faltaba dos minutos para las ocho de la mañana.
—Hoy será un gran día—. Me dije, antes de apagar la alarma e ir al baño. Una vez lista, salí de mi habitación para recorrer el pasillo que me llevaba al living y posteriormente a la cocina, donde se encontraban Ana y Harry desayunando.
—¡Qué madrugadores!—. Exclamé, antes de decirles "buen día" y deleitarme frente a las cosas que habían para desayunar— Si siguen así, desearé que siempre sean mis huéspedes—. Bromeé, sirviéndome un poco de jugo de naranja, dos croissant y una taza de café.
—Me gustaría llevarme todo el crédito, pero sería injusto para Harry—. Agregó Ana, antes de besar su mejilla que inmediatamente se tornó un poco roja.—Por cierto, ¿cómo estás para el ensayo de hoy?—.
—Estoy bien. Creo que ansiosa por lo que sucederá—. Tratando de sonreír, busqué no demostrar mis nervios. Sin duda, era una oportunidad grandiosa para cualquier persona, pero no todos los días consigues hacer un video para uno de los músicos más importantes de Inglaterra.
—Debes tener fe en que todo saldrá bien, Mica. Eres una bailarina muy talentosa y estas posibilidades permitirán que te lo demuestres a ti y a todo el mundo—. Recibiendo un beso ahora de Harry, sonreí. Sin duda, ambos hacían una linda pareja.
—Gracias, Ana. Me sirve mucho contar con su apoyo—.Sonriéndole, seguimos desayunando y hablando de todo lo que iba a suceder ese día. Si para mí era un día pesado, no me quería imaginar el de ellos.
— Entonces, ¿tienes que ir a ese programa hoy? ¿De qué era?—. Pregunté, un poco sorprendida de que Harry se hiciera cargo de Ed cuando también él debía ir a la discográfica a grabar otro de sus canciones.
— Sí, no lo puedo retrasar más. Es un programa de modas. Si bien no es mi fuerte, voy por Harry. Harán un programa relacionado con su vestimenta—. Rodando sus ojos, logró que este frunciera el ceño.—No es tan difícil saber qué estilo de ropa usarías o no, amor—. Tratando de aguantar la risa, dejé que siguieran hablando entre ellos, en tanto yo pensaba en que pronto volvería a ser vista por millones de personas. Era abrumador pensar en ello pero sabía que era una oportunidad única.
— Entonces, ¿irás conmigo?—. Escuchando a Ana, solo asentí. La noche anterior nos habíamos puesto de acuerdo en compartir el mismo auto ya que debíamos ir a lugares que no quedaban tan lejos uno de otro.
— Iré a cambiarme mientras tanto—. Agregué, luego de ayudar con la limpieza de la cocina y de besar a Ed en la mejilla antes de que su padre le diera de tomar su segunda mamadera con leche en la mañana.
Yendo a mi habitación, traté de pensar en positivo y en recordar la conversación con mi hermano. Si él confiaba en mí, ¿por qué yo no lo haría?
Colocándome ropa holgada, acomodé en mi bolso otro par de ropa de respuesto y algunos elementos para la higiene. Finalmente, respirando profundamente varias veces y recordándome que era mi momento de brillar, salí para encontrarme con Ana en el living dándole instrucciones a Harry para el cuidado de su hijo.
—Estará todo bien, amor. No es la primera vez que lo cuido—. Contestó, Harry, antes de besarla y susurrarle que todo iba a estar bien.
—Está bien, amor. Te amo y, a vos, más pequeño—. Besando la mejilla de su hijo, volvió a mirar dulcemente a Harry antes de acercarse hacia la puerta.
—Buena suerte, Mica. Espero que todo salga bien para vos y Ed—. Agradeciéndole a Harry por sus palabras, lo saludé para salir con Ana hacia el ascensor. Ninguna de las dos quería irse pero debíamos salir de la zona de confort.
— ¿Estás nerviosa?—. Me animé a preguntar.
— Creo que estoy más nerviosa por Harry y nuestro hijo que por ir a un programa que será visto por todo el país—. Riendo ante ello, la abracé.
— Todo estará bien, Ana—.
— Lo mismo digo para vos. Es momento de brillar—. Con ese juramento tácito, salimos rumbo a la salida del edificio con la frente bien en alto, pese a que Sebastián, quien entraba al edificio, me dirigiera una mirada cargada de enojo.
3 horas después
—¡Esto es genial! No creo que alguien más lo haya podido hacer mejor que vos, Mica. Cuando lo vea el mundo entero, te amarán aún más—. Dejando que me diera un corto abrazo, ambas bajamos del auto para adentrarnos al estudio discográfico en el cual estaba trabajando Harry. Poco después, lo encontramos hablando con uno de sus productos y con Ed en su regazo prestando atención a todo lo que se movía. Y en cuanto logró ver a su madre, agitó desesperadamente sus piernas, haciendo que Harry se diera cuenta de nuestra presencia.
— Hola, Jeff. ¿Cómo estás?—. Preguntó, saludando después amistosamente al hombre que se encontraba frente a su marido.— Jeff, te presento a Mica, mi mejor amiga, quien viene de hacer junto a Ed Sharon el mejor video musical—. Tratando de mostrarme afectada por sus palabras, lo saludé.
— ¡Felicidades, Mica! Lo tienes muy bien merecido—. Recibiendo las felicitaciones de Harry, la conversación volvió a girar sobre lo que estuve haciendo con Ed, y poco después Jeff se convenció de hacer algo parecido con uno de los videos musicales de Harry.
— Entonces, quedamos en vernos dentro de dos semanas de Londres, ¿te parece?—. Tratando de no perder atención a lo que decían, aquello sin duda logró resonar en mi interior. Ellos también en algún momento se irían.
— ¿Nos vamos?—. Asintiendo a Harry, tomé entre los brazos a Ed para jugar con él, mientras Ana se despedía de Jeff.
— Cuidado con tu cabello, Mica. A Ed le encanta el tuyo y no necesariamente para acariciarlo—. Riendo, busqué que Ed se entretuviera jugando con mi collar en tengo nosotros íbamos hablando de la cena que haríamos en la noche para festejar que todo había salido muy bien aquel día.
No obstante, en cuando llegamos a la puerta de mi departamento, supe que tal vez habíamos festejado antes de tiempo algo que no iba a suceder. Allí se encontraba Sara, la exnovia de Sebastián.
¿Otra vez volveríamos a lo mismo? ¿Otra vez volvería a sufrir?
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Mi último baile
RomansEl baile cautivó a dos corazones que más tarde se unirían y formarían uno solo.