Capítulo 18

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Micaela

Esperando una respuesta de Sebastián, me crucé de brazos. Así pasaron varias minutos hasta que negando con la cabeza salí del departamento del vecino, dejándolos seguir con su estúpida mentira.
Caminando por el pasillo, entré al departamento y me dirigí hacia Marcos que se encontraba hablando por teléfono.

----¿Me necesitas ahora? Bueno, no te preocupes. Estaré ahí en 20 minutos----. Cortando la llamada, suspiré pesadamente hasta posar sus ojos en mi rostro.----Siento decirte esto pero debo irme. Me hubiera gustado pasar el resto de la tarde con vos y más por Sebastián que parece no quitarte los ojos de encima----.

----No te preocupes, será otro día----. Abrazándolo, lo acompañé a la puerta.----Y referido al otro tema, creo que no se animará a volver, y más si tiene verguenza por lo que hizo----.

----Eso espero, Mica.Eso espero...----. Despidiéndose con un beso en la mejilla, se perdió de mi vista al entrar en el ascensor. Cerrando la puerta, me dirigí a la sala y me senté nuevamente en el sillón pensando qué hacer.

----Quizás una baño relajante serviría----.Caminando hacia el baño, abrí las canillas comenzando así a llenarse la tina de agua. Colocando algo de jabón líquido de jazmines, dejé que el vapor llenara poco a poco el lugar.Soltando mi cabello, me deshice de mis zapatillas y caminé hacia la cocina. Abriendo el refrigerador, di con lo que buscaba, las uvas que tanto me gustaban. Colocándolas en un plato, volví a realizar el recorrido anterior.
Una vez que la tina estuvo llena de agua semi-caliente y con un poco de burbujas, me desvestí y colocando algo de música, me sumergí en ella.
----Esto sí que es vida----.Sonriendo, comí con cierto placer una de las uvas. El sonido de mi celular rompió ese mágico momento y tomando una toalla la envolví en mi cuerpo mojado y trotando en puntitas de pies, llegué a mi habitación y observando la pantalla, me di cuenta de que era una mensaje de Erick.

"Sé que me vas a querer matar pero necesito que me hagas un favor. ¿Puedes alistar mi valija con algo de ropa por favor? Los de producción organizaron un viaje sorpresa y quieren que los acompañe hasta mañana a la mañana."
Rodando los ojos, contesté:

"Qué consideración tiene la gente de producción al avisarte. Supongo que lo hacen porque saben que tienes una hermana que te hará la valija sin ningún problema."

Segundos después, él contestó:

"Creo que sí y estoy orgullosa de ella. Te quiero, boba."

Sonriendo por sus palabras respondí:

" Yo más, y también me siento orgullosa de tí."

Bloqueando la pantalla volví a mi baño aunque no por mucho tiempo. Media hora después, ya me encontraba haciendo la maleta de mi hermano.

----Bien, creo que está todo----. Cerrándola, la llevé hacia la sala. Allí tomando la jarra de jugo de naranja, me serví un vaso debido a que tenía sed. Guardándola, escuché el ruido metálico de las llaves y asomándome a la puerta sonreí al ver a Erick.

----Hola.¿Ya te vas?----.Haciendo una mueca, me acerqué y lo abracé.

----Pensé que no estabas----.Contestó, besando mi mejilla.----Sí, me están esperando----.

----Bueno. Creo que hoy será una noche aburrida de películas y películas----. Negando con la cabeza, volví a abrazarlo.

---Portate bien, ¿sí? Y si sales, te cuidas.

----Claro que sí, soy un angelito----. Sonriendo, él rodó los ojos. Bueno, no era un ángel pero tampoco era tan traviesa. Tomando mis llaves, lo terminé de acompañar hasta la calle. Había varias personas dentro de la camioneta en la cual él se subió, las cuales me saludaron amistosamente. Por lo menos, no se iba a aburrir.
Saludándolo por última vez, entré a la planta baja y apreté sin ganas el botón esperando que el ascensor apareciera pronto. Una vez que llegó, entré y marqué el piso dónde vivía. Al llegar, cerré el mismo y caminé hacia mi puerta. Introduciendo la llave, escuché los pasos de una persona. Sin darle importancia, abrí la puerta y de un momento a otro tenía a Sebastián sobre mí.

----¿Qué haces?----.Pregunté, observando cómo trancaba la puerta y guardaba la llave en sus bolsillos.

----Lo que debía hacer hace mucho tiempo----. Caminando hacia mí, tomó mi rostro entre sus manos y segundo después, sentí sus tibios y expertos labios sobre los míos.

Sebastián

¡Realmente debía estar en el cielo! No podía creer que estaba besándola y que.. ¡ella lo permitiera! Separándome de sus labios, volví a besarla. Apartándose de mi lado, de repente, sentí su mano impactar sobre mi mejilla.

----¿Acaso te volviste loco? ¿Te olvidaste de que estás comprometido?

- ¡No, no me olvidadé ni un maldito minuto de mi vida la estupidez que cometí al pedirle matrimonio a una mujer que no amo porque de la cual estoy enamorado es de vos.

----Si sientes todo eso por mí, ¿por qué la elegiste a ella?----. Sus ojos transmitían dolor, decepción pero sobre todo un amor que también lo sentí en mi corazón.

----No me comprometí por amor sino por deber, Mica.

----No te entiendo, habla más específico----.Contestó, frunciendo su ceño.

----Puede que ella esté esperando un hijo mío, pero hasta que no hagamos los exámenes de ADN, estoy en el deber de casarme con ella.

----¿Y si lo es?

----Tendré que hacerlo. No sé que pueda hacer con mi hijo si lo dejo a su merced.

----Esto es peor de lo que era antes. No sól5o te vas a casar sino que además puede que tengas un hijo con ella.

----No soy perfecto, Mica, pero solo importa una cosa----. Abriendo la puerta, dejé la llave sobre uno de los muebles---Yo estoy enamorado de ti y si ese hijo resulta no ser mío, lucharé por este amor----. Saliendo de aquella habitación, caminé por el pasillo hasta llegar a mi departamento. Y abriendo la puerta, me encontré con Sara.

----¡Amor! ----.Chilló, aturdiendo mis oídos----La semana que viene me avisó el doctor que podemos hacer el exámen de ADN y sin más dudas, ¡vamos a casarnos y ser felices!----.

----Qué bien, mi amor.

Solo esperaba un cosa. Un milagro.

Mi último baileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora