Capítulo 12

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Micaela

----¿Qué? ¡Esto no es posible!----. Exclamé, dejando caer mi bolso al suelo.

----Sí, es posible----.Respondió Erick  tomando el equipaje. ¿Por qué me torturas Dios? ¿Por qué?
No solo debía aguantar que todos los diarios y los noticieros hablaran del compromiso de Sebastián Galli y su hermosa prometida Sara (creo que una patada en el estómago dolía menos) sino que además, debido a que el auto de Erick se había roto,  ¡debemos viajar con Marcos!
No es que tenga algo en contra de él pero desde que me besó y declaró sus sentimientos hacia mí, lo menos que quiero es verlo. Cerrando con llave la puerta y dando un último suspiro de “no hay vuelta atrás”, bajé las escaleras para entrar al ascensor con Erick. Al llegar a planta baja mi suerte no pudo ser mejor. “Ni más ni menos que la parejita del año” Pensé. Erjc5k saludándola, salió dejándome a merced de ambos.

----Hola, mica. ¿Cómo estás?

----Muy bien, ¿vos?- Contesté sin mirar a Sebastián. Con mirarla era suficiente.

----¿Te enteraste de la buena noticia?

----Claro que sí. Felicidades----. Dirigiendo mi mirada hacia la puerta de entrada, pude ver a Marcos que venía hacia mí. ¡Bendito seas! Después de todo no era tan mala idea que viajáramos con él.

----Buen día-----. Saludó alegremente.

----Hola, Marcos- Saludé, acercándome a darle un beso en la mejilla. Marcos sonriéndome, tomó mi mano.

----¿Son pareja?----. Como siempre ella debía abrir su gran boca.

----No, pero pronto lo seremos----. Sin esperar respuesta, me despedí para ir con él hacia afuera
¡Toma esa Sebastián! Festejé internamente, aunque estaba mal o sólo un poquito.

----¿Ese es del cuál te enamoraste, no? Su mirada literalmente me asesinaba te lo puedo jurar- Contestó, adivinando mis pensamientos.

----No, él sólo jugó conmigo y mis sentimientos.

----Puede ser, pero si me das una posibilidad no haré lo mismo. ¿Qué dices?

----Déjame pensarlo, ¿Sí? Es muy difícil dejar de querer a una persona de un día para el otro.

----Está bien, esperaré el tiempo que sea necesario----. Asintiendo con la cabeza, caminé hacia donde se encontraba Erick.

----¿Algo que deba saber?----. Preguntó enarcando una ceja graciosamente.

----No, por ahora no----. Sonreí, ayudándolo a guardar lo restante en el baúl del auto.

----Bien, creo que está todo- Cerrando el baúl, se pegó en la frente con una de sus manos.----Me estab olvidando el regalo para mi mamá.

----¿Quieres que vaya por el?

----No, tranquila, voy yo----.Dándole las llaves fue en busca de este. Mientas tanto, Marcos aprovechó esos minutos para ir a comprar chicles de menta en el quiosco de la esquina.
Recostándome en el auto, cerré los ojos por un momento hasta que una voz familiar hizo que pusiera mis cinco sentidos en alerta.

----Buenas tardes, ¿Puedo hacerle una pregunta?

----Buenas tardes, sí, ¿En qué puedo ayudarle?----.Tratando de abrir el auto, terminé por maldecir a todos ser viviente ¡Estaba cerrado!
Buscando con la mirada a Marcos, no lo encontré. ¿Qué hago?

----Estamos buscando a nuestra hija.  Se llama Micaela, ¿La conoce?----. Marcos no volvía, Erick todavía no bajaba, ¡No sé qué hacer!

----¿No es la chica que está en la calle?
¡Maldito portero! Sé que no tenía la culpa pero ¿por qué no mintió?----.
Dirigiendo mi mirada hacia otro lado, traté de pasar por desapercibida pero no todo dura para siempre.

----Oye, Mica ¿Y Marcos dónde está?----. Girándome pude ver sus rostros que se encontraban descompuestos.

----¿Qué sucede? ¿Qué tanto miras?

----Nada, Erick----. Contesté, esperando que mis padres se acercaran. ¿Era mi imaginación o ellos quedaron estupefactos al ver a Erick? Él dándose cuenta de su presencia, saludó y como todo un caballero preguntó si necesitaban algo.

----No, muchas gracias joven. Solo necesitamos hablar con nuestra hija.

----¿Su hija?----. Cerrando mis ojos, esperé la respuesta de mis padres.

----Sí, Micaela---. Dirigiendo su mirada hacia mí, esperó a que hablara.

----Sí, son mis padres----. Confirmé, sintiendo un nudo en la garganta.
Él acercándose nuevamente, los saludó con más confianza y esperó a que yo hiciera lo mismo, pero no lo hice ya que los saludé fríamente con la mano y evité que ambos se acercaran demasiado.
Erick observó la situación consternado y asombrado, más por mi reacción ante mis padres.

----Bueno, un gusto conocerlos. Es una lástima que no podamos seguir hablando. Nos vamos de viaje y si no comenzamos el viaje no llegaremos nunca a Neuquén.

----¿A Neuquén?

----Sí, allí se encuentra mis padres y quiero verlos. Estoy ansioso por saber la información nueva de mi hermana- Respondió a la vez que sonreía.
Mis padres se miraron frunciendo el ceño para luego mirarme a mí y a Erick.

----Nosotros conocemos a tus padres, y también dónde se encuentra tu hermana----. ¿Qué? ¿Cómo sabían eso?

----¿Me lo dicen en serio?

----Sí, será mejor que ellos vengan hasta aquí o nosotros vayamos hacia allá----. Él tomando su celular habló con sus padres y le comentó sobre la noticia sonriendo. Nunca lo vi tan contento como lo estaba hablando por teléfono. Marcos que se mantenía alejado de la situación se acercó, poniéndose sobre mis hombros su chaqueta. Hasta ese momento no me había dado cuenta que estaba temblando del frío.

----Gracias.

----¿Es tu novio?---- Preguntó mi madre. Negando con la cabeza, deseché esa idea.
Por su parte, Erick despidiéndose de sus padres, volvió y abrazándome, respondió:

----Ya está todo arreglado,  mis padres los recibirán ya que no pueden venir hacia aquí----. Viendo cómo mis padres asentían con nerviosismo, me aferré más al cuerpo de Erick. Solo esperaba que cuando supiera quién era su hermana no me dejara de lado. 

Mi último baileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora